Ya ha pasado una semana desde que Peter me pidió que sea su novia. La verdad es que no me puedo quejar. Está haciendo todo lo posible por hacerme lo más feliz posible. Se ha comportado demasiado bien conmigo y hemos hecho infinidad de cosas juntos, aunque a veces lo noto un poco ido y distante y a veces no lo veo en todo el día hasta que llega la noche. Fuera de eso todo ha sido perfecto. No desconfío de él, para nada, el caso es que desde que somos una pareja noto más su ausencia. Al final no pasa un día que me sienta aburrida u hostigada. Todo es perfecto. Ni hablar del sexo, nunca me he sentido tan deseada en toda mi ida, a veces creo que demasiado.
Hoy también es el último día de la universidad antes del descanso de verano. En otra situación no me importaría en lo absoluto ese acontecimiento, pero como ya no vivo en un infierno estoy ansiosa por que llegue ese momento. He esperado este día como una niña cuando espera su cumpleaños. Necesito este receso porque el trabajo y el estudio me tienen agotada. También hace mucho que no veo a Aiden, no estoy muy segura, pero creo que la última vez que hablamos más de dos palabras fue en la fiesta a la que asistimos con Jackson y que todo terminó mal. En la universidad lo he visto muy poco y en esta semana ni siquiera hemos hablado por teléfono, como otras veces. Lo siento extraño y distante, pero prefiero pensar que se debe a que estamos en exámenes y ambos hemos estado muy ocupados.
- ¡Hoooolaaaaa! – me giro y me encuentro con un Jackson demasiado sonriente para tener un examen.
Hoy compartiremos grupo porque el profesor que nos imparte las asignaturas a examinar es el mismo, así que hoy tenemos que ir al mismo salón. Desde que nos conocimos hemos seguido en contacto y la verdad me ha apoyado mucho en la universidad, eso sin contar que conoce los mejores lugares de comida chatarra. En este tiempo he podido comprobar que en realidad si es una persona maravillosa. Hasta ahora nos llevamos muy bien, es divertido y no me molesta tanto como otros chicos e indirectamente está llenando el vacío que siento desde que no tengo a Aiden a mi lado. Es un gran amigo y lo extraño.
Lo saludo con un beso en la mejilla y le sonrío.
- Hola ricitos. – Digo divertida y hace una mueca rara de disgusto.
- ¿No puedes ser más original?
Me echo una carcajada sonora y lo empujo levemente. Creo que me agrada la idea de que, a pesar de no cursar el mismo año, nos toque exámenes juntos, así me siento más segura al respecto.
Provoca que suelte una carcajada sonora y lo empuje levemente. Me alegra que, aunque no cursemos juntos me ayude con mis problemas y que se comporte que como un gran amigo.
- Andando – digo y comienzo a caminar hasta el salón.
- ¿Dónde anda tu perseguidor? No lo veo por aquí. – Pregunta divertido.
- No es mi perseguidor. – ruedo los ojos – Es mi novio, Jack ¿Comprendes?
- Ok, ok. No me odies. – bromea levantando las manos en señal de rendición.
- No te odio – digo – Tanto.
Él se hace el ofendido y me mira con desaprobación. Fingiendo que no me habla.
- Vamos ya que llegamos tarde. – Ese dichoso examen me tiene de los nervios.
Seguimos nuestro camino hacia el salón. Cuando ya estamos en frente entramos para ocupar buenos lugares, el profesor aún no ha llegado y faltan muchos estudiantes.
- ¿Echamos una partida? – pregunta Jackson con las cejas exageradamente arqueadas y un fajo de cartas en la mano, las cuales no tengo idea de donde ha sacado.
Sonrío para mis adentros. He descubierto que tiene una pequeña obsesión con el Póker y pues a mí me ha gustado aprender algo nuevo. Se me da bien, aprendo bastante rápido.
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Con ninguno de los dos: el peso de las decisiones
Teen FictionLos seres humanos somos inconformes e indecisos. Por falta de valentía o conocimiento hacemos cosas que resultan no ser las necesitadas pero si las que deseamos. Regina vive una vida triste y compleja desde la muerte de su madre, condenada a vivir c...