12: Solo un Juego

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Se pone de pie, deja de lado la charola con comida y se encamina hacia la entrada del gimnasio al escuchar el alboroto, pidiendo pasar en voz baja a sus compañeros para lograr llegar hasta el frente y ver qué es lo que está ocurriendo.

Mira a su capitán hablar con un hombre que se cubre del sol usando una sombrilla negra y de gran ala, la pálida piel hace a varios de sus compañeros volver a sus tareas, pero él se queda viendo aquello con interés.

Los Beggars tienen que mantenerse de algún modo, la economía humana se ve sujeta a las reglas implementadas por los vástagos y hombres lobo, por lo que es normal que busquen otros ingresos. Generalmente los vampiros y licántropos suelen hacer reuniones para llegar a otras soluciones, también para seguir evitando guerras; es en esos momentos que los ingresos extras entran.

Escoltas, mejor dicho, escudos humanos. Los hombres lobo suelen tener un temperamento horrible al estar frente a un vampiro y éstos, al ser las reuniones de día, tienen sus movimientos controlados por lo que les resulta más conveniente usar humanos para mantener a raya a los "salvajes".

Vaya, es claro quienes son los que aprecian la vida en cada ser sobre la tierra y quienes no.

— Eijiro —La mano contra su hombro izquierdo lo hace girar el rostro hacia esa dirección, dando con Tetsutetsu—, ¿ya acabaste de comer? Recuerda que tenemos trabajos que hacer y serán pesados, dejando de lado que las distancias son una mierda.

— Ah, sí —ve hacia donde anteriormente estaba y hace una mueca—. Me falta la mitad...

— Pues a comer.

— Ya suenas como mi madre, basta.

— Ay, cállate —Su amigo se lanza a rodearle el cuello usando el brazo derecho, él solo se deja porque están jugando. De haber sido en la arena, ambos ya estarían en el suelo dándose de puñetazos—. Te mostraré, cabrón.

— No, no. Mi cabello...

— Tetsu, Eiji —ambos voltean a ver a su capitán, quien porta una expresión seria—. ¿Han agarrado trabajos para el siguiente mes?

— No, yo no —Tetsu le desenreda el brazo del cuello, enderezándose y tomando una postura sería.

— No todavía —responde, pasándose la mano derecha por el cabello, un movimiento que Mirio sigue con la mirada.

— Bien, voy a necesitarlos. Eso de antes era un cliente; les daré los detalles por mensaje —Pasa entre ellos y ambos no dudan en seguirle, pues saben que no ha dicho todo—. Después de terminar sus trabajos del día de hoy, vayan a descansar como es debido porque los necesito aquí mañana en la mañana ya desayunados.

— De acuerdo.

— A parte de ustedes dos solicitaré ayuda de otros tres, así que espero sean realmente buenos trabajando en equipo.

— Lo seremos —Responde al res el líder del grupo con Tetsu y Toga—, ¿algo más?

— El rojo te va bien, eso es todo.

Ese comentario lo hace frenar y Tetsutetsu lo hace un par más adelante, volteando a verlo con una expresión coqueta. Él siente que las mejillas le arden, pero no duda en lanzarse contra el peliplateado e iniciar una absurda pelea con el fin de que ese rubor se señale como esfuerzo. No puede creer lo consciente que se ha hecho de los hombres, claro que sigue siendo afectado por las mujeres.

¿Es bisexual? No tendría nada de malo, pero eso hace más complicadas las cosas ¿tiene alguna preferencia? No lo cree, es solo que los chicos y las chicas se sienten diferente, al menos así lo ha estado notando.

No Me Sueltes (BakuShima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora