No Me Sueltes (BakuShima)

14: Ambivalente

Observa desde la banca a Toga y Tetsutetsu combatir, el entrenamiento cuerpo a cuerpo usado por ellos para jugar y tontear, pero solo al principio, solo es cuestión que uno gane dos veces continuas para que el otro se tome las cosas en serio. Ve hacia su lado derecho, tomando el celular de su amiga en mano y se dirige a la galería de imágenes, solo entrando a la carpeta nombrada: "Cerberus", un mal chiste por parte de la rubia si alguien se lo preguntaba.

En dicha carpeta solo hay fotos de ellos, ya sea en misiones o con mascarillas hidratantes. Sonríe al verse a sí mismo colocando un esmalte transparente a las uñas de Tetsu, quien con su mano libre hace lo mismo para Toga, quien es quien graba y ríe de fondo, mientras ellos lucen caras serias y llenas de concentración. Diablos, realmente habían sido cortados por la misma tijera y espera que ellos jamás pasen por lo que él ha pasado, en realidad, no se lo desea a nadie.

Ve los vídeos con entretenimiento y algo extrañado, verse en ellos se siente así; ¿será por el cabello negro que modela en ellos o por la tan radiante sonrisa que suele dirigir a la cámara? Se lleva la mano libre a la cara, el dedo pulgar quedando en una mejilla y los demás en la contraría, su barbilla pegada a la palma de la mano; ¿ha sonreído así recientemente? No lo recuerda.

Desliza a otro vídeo y en él se ve dentro de la tina de su apartamento, su cabello negro aplastado por el peso del agua y solo sus ojos y nariz son visibles, lo demás se encuentra sumergido. ¿Cuándo fue eso? ¿Por qué luce tan abatido? De fondo escucha a Tetsu decir a Toga lo radiante que se ve, haciendo una pausa a la llamada en la que se encuentra, es entonces que ella termina la grabación. Ahora recuerda, ese día era un lunes, dos días después de que conociera a Bakugo y que éste lo besara.

Fue un beso que no se sintió bien; lo hizo sentir sumamente mal consigo mismo y más cuando vio a Nika, pero ahora entiende que tuvo que haber parado ahí. No tuvo que aceptar ese trato, tarde o temprano su hermano iba a lograrlo y él pudo haber estado con su novia tranquilo, en paz, pero ¿y lo demás? No hubiera conocido a Taishiro, tampoco su hermano a Momo, tampoco hubiera entendido ni valorado lo que aquella pelirroja de ojos miel sentía por él. Las cosas pasan porque tienen qué pasar.

Respira hondo, suspira y pasa a otro vídeo, apoyando la mano que tenia contra la cara en la banca.

— Eijiro —Voltea a la izquierda encontrándose con su capitán, quien lo ve con una media sonrisa—, ¿todo bien?

— Sí, solo revisando el avance de Toga y Tetsu —Los señala, sonriendo de lado y guardando el celular en el bolso de Toga—. Respecto a lo del otro día, lamento mucho lo sucedido.

— Está bien. Todos tenemos días malos, buenos y peores, ¿de acuerdo? —asiente, recorriéndose un poco para dejar asiento a su capitán, quien agradece con un asentimiento antes de tomar asiento—. Estuve a cargo de las listas de los presentes, ya ves que les había pedido el nombre de sus familiares para evitarles pasar un mal trago, y te puedo asegurar que tu hermano no estaba en la lista. Él no tenía porqué estar ahí, revisé las listas tres veces para que no hubiera un error, pero parece ser que lo hubo.

— Creo que fue porque Taishiro y manada asistieron, no pensé en eso. Fue mi error —Dejando de lado que su cabeza no ha estado donde debe recientemente.

Desde aquella vez algo se desconectó y no está seguro el qué; es consciente que ese beso con Nika fue doloroso para ella y también para él, pero fue diferente a esa vez porque no siente que el corazón se le rompa cada vez que lo recuerda, se siente más como una tierna palmada. Un "todo estará bien", y es agradable pensar que así será. Por otro lado, la voz de Bakugo cantando sigue atascada en su mente y lo hace enojar mucho, ¿qué no se cansaba de torturarlo? El cabrón ya había ganado el juego, ¿qué más quería con él? Ya no tiene nada que ofrecerle.