gone • soobin, rosé

capítulo 1

Kim Jiwoong colocó las palmas de su mano sobre el pupitre. En este se encontraba sentada Choi Jennie, quien calmadamente pintaba una mandala en su pequeño libro de estas.

La pelinegra levantó la mirada, encontrándose con la del adolescente. Ambos de 16 años. Iban en la misma clase. 7 de la mañana, "Biología".

—Este es mi asiento —dijo.

Jennie miró confundida a sus lados, notando que aún había pupitres disponibles, porque la clase aún no comenzaba.

—Hay más asientos —respondió, sonriéndole de forma cínica.

—¿Quién eres tú? ¿Nueva?

—Sí, hoy es mi primer día.

—Bien, ahora que ya sabes que este es mi asiento, es mejor que te pongas de pie y te sientes en otra parte.

—¿Y si no-?

Jiwoong le arrebató el libro, y lo lanzó al piso.

—No me hagas lanzar tu mochila también —él imitó su sonrisa.

El resto de alumnos no quiso meterse. Sólo fueron espectadores.

Jennie se puso de pie. Tomó su mochila, cabizbaja. Retrocedió para sentarse en el lugar atrás de ese.

El sonido de una bebida helada por la cantidad de hielos que contenían se hizo notar, y al poco tiempo, Jiwoong terminó empapado. Y temblando.

—¡¿Qué mierda?!

—Ni se te ocurra acusarme con la maestra, Kim. O te acuso de acosar a la nueva, lo tengo todo grabado.

Una chica habló. La que le tiró la bebida a Jiwoong. Jennie voltea a verla.

Y juraría que era la chica más hermosa que nunca hubiese imaginado, la rescataría.

Él, avergonzado, se fue del salón. Mientras que ella, iba por el libro de Jennie. Lo toma, y lo deja en su pupitre.

—No te volverá a molestar, eso te lo juro —le sonrió a la nueva.

Para tener su cabello ligeramente decolorado, se veía bastante sano. Y las notas de su perfume eran lo suficiente fuerte para penetrar las narices de todos.

Ella se sentó del lado derecho de Jennie. Y a unos segundos después, entra la profesora Seungri.

—¡¿Qué hace café derramado en el suelo?! —paró en seco frente al pupitre donde estaba Jennie anteriormente.

—Se me cayó —respondió la chica.

La profesora negó con su cabeza y salió del salón, en busca de un conserje.

—¿Por qué la maestra no te pidió que lo limpiaras? —Jennie le pregunta.

—¿Yo? —se rió— A mi nadie me ordenaría hacer algo así. Es incorrecto, y se meterían en problemas si se atreven.

No tardó casi nada en llegar un conserje con el trapeador y limpiando el líquido en el suelo.

—Bien, Roseanne —la profesora se dirigió hacia ella—. ¿Qué se siente siempre sacar 10?

La atención se dirigió totalmente a ella. Se rió un poco, y acomodó su cabello de forma coqueta.

—¿Por qué la pregunta? Maestra, yo creo que todos deberían sentirse especiales ya sea si sacan siempre 10, o 1 solo 10 y el resto 9... O 7 que aún es aprobatorio...

—No estoy hablando de los demás... Hablo de tí —caminó hacia ella—. Eres la estudiante perfecta. Exentas todo el tiempo, porque eres la #1 en la clase.