gone • soobin, rosé

capítulo 37

—¿Así que te acostaste con el hijo de tu esposo, tu esposo murió de una manera muy sospechosa, y poco después tú te suicidaste?

Entró Soobin de repente a su habitación y cuestionó a Roseanne, quien claramente había desobedecido a lo único que le pidió: no salir de su habitación.

—¡Roseanne! —habló a regañadientes.

Salió y de inmediato escuchó risas en la habitación de su madre. Era de ella misma, hasta que luego escuchaba la de la chica que buscaba.

"Oh no" pensó.

Fue hacia la puerta del cuarto de su madre. Y tocó.

—"Pasa" —había respondido Jimin, a lo cual el chico abrió la puerta.

El temor que tenía se volvió realidad. Roseanne realmente estaba con su mamá.

No le veía lo malo en si, pero detestaba que Roseanne lo desobedeciera. Quería hablar primero con su madre, y tomar en cuenta su opinión... ¿Por qué Roseanne se había adelantado?

Ambas estaban sentadas en la cama, aunque la ahora rubia tenía sus pies tocando el suelo. Mientras que pintaba con delicadeza las uñas de la mujer de color dorado, y después las dejaba bajo una máquina para hacer el efecto "gelish".

—Soobin, ¿por qué no me dijiste que Rosie había vuelto? —dijo ella, bastante sonriente. A lo cual, se le hacía una sorpresa demasiado grande para él.

Roseanne lo miró. Sabía que él no estaba muy contento.

—Necesito que hablemos, ahora —dirigió su vista hacia Roseanne. Y molesto, salió de la habitación.

—Ay, que gruñón —se quejó Jimin.

Roseanne se puso de pie.

—Regreso con tus uñas al rato. Iré a ver qué quiere.

Dicho esto, ella salió de la habitación. Tan sólo para encontrarse al joven afuera de ésta.

—Ven para acá —tomó su muñeca, y de forma un tanto fuerte la llevó hacia su dormitorio. Ambos entraron, y el azotó la puerta— ¡¿Qué mierda, Roseanne?!

—¡Dijiste que saliera únicamente por comida! Pero fue coincidencia que ella me vio y fue inevitable. ¡No te enojes, por favor! —le respondió, bajo el mismo tono de queja.

—¿Y qué le dijiste?

—Que vine de visita, así de simple.

—Si si, ¡¿y cuando se entere que eres una fugitiva que fingió su muerte porque es sospechosa de matar a su esposo entonces qué harás?!

Ella había chocado contra la pared, mientras que el de forma desafiante caminaba hacia ella.

—¿Eso eres Roseanne? ¿Una asesina?

—No tienes una maldita prueba... Nadie, absolutamente nadie lo sabe porque nada quedó captado. Puede que sí, puede que no —arqueó su ceja, y luego se cruzó de brazos.

—¿Entonces porque otra razón estarías huyendo?

—¿Y tú por qué tan amargado ahora? Te juro que este no era el Soobin de quien me acordaba. Antes solías ser más comprensivo.

—Roseanne, no voy a ser comprensivo con una asesina-

—¡Él me quiso matar a mí! —gritó— ¡Y yo no lo maté. ¡Fue su propio hijo! Y si lo hizo fue para defenderme —dijo duramente. Claramente se notaba que el chico la había puesto nerviosa, y bastante presionada. A este punto, la chica había comenzado a llorar. Esto provocó que Soobin diera unos pasos hacia atrás. Además de que su rostro se suavizó. Comenzó a sentir remordimiento—... ¡Yo jamás quise esto!