gone • soobin, rosé

capítulo 14

Al siguiente día, Roseanne y Jennie pudieron saludarse en la mañana. Pese a que las cosas estaban bien entre ellas, Jennifer no iba a comer con en el receso con su amiga. Sino con Jisoo.

Roseanne las miraba decepcionada desde a lo lejos en la cafetería. Más a Jennie.

—¿Roseanne ya te contó, verdad? —Jisoo le pregunta, al notar la mirada de la amiga de su novia.

—¿Sobre qué? —Jennie le dio una mordida su sándwich, claramente nerviosa por la pregunta de Jisoo.

—Del porque tiene un golpe en su ojo.

—Oh —terminó de tragar—. Bueno... Ella es mi amiga y-

—Lo sé, lo sé. Pero quiero decirte de toda la sinceridad que Roseanne fue una grosera y desagradecida con Jae. Y el golpe fue un accidente porque él quería golpear a la cama de enojo.

—¿Y qué hacían los dos en la cama?

—Nada malo. Solo estaban charlando. Pero la imprudente de Roseanne lo hizo molestar, y cuando él se iba a desquitar ella puso su cara frente a él. ¡Incluso Jae se siente mal por ella! Pero es obvio que ella solo quería ser la víctima.

Jennie no se esperaba para nada ese tipo de respuesta de Jisoo. Frunció el ceño. No podía creer lo que estaba escuchando. Y ahora le preocupaba el hecho de que existieran dos versiones.

—Necesitas sacarte de la cabeza de que Roseanne es una chica inocente... Ya sé que a ella no le agrada que seamos novias. ¿No se te hace eso extraño? Y se supone que son amigas. Ella sabe que yo no le hice nada, el problema está entre mi hermano y ella. Pero ya sabes, si a algo no le agrada, buscará la manera de destruirlo.

Jennie resopló.

Quedarse afuera del problema iba a ser más difícil de lo que su madre planteaba

...

Roseanne sabía que su padre ya estaba en casa. Sentado en su oficina frente al escritorio, en el primer piso. Aunque no iba a durar mucho, ella como quiera tocó la puerta, la cual estaba abierta.

—Hola, papá —dijo.

El hombre levantó su mirada. Llevaba días sin verla, y aunque quisiera recibirla con una sonrisa, esta se desapareció cuando observó la marca morada que rodeaba el ojo de su hija.

—Rosie... ¿Qué te pasó? —él se acomodó sus lentes— ¡¿Qué te hiciste?! ¿Fuiste a checarte el ojo?

—Sí papá. Fui hace dos días al médico. No tienes de que preocuparte. Me explicó que debo echarme agua fría varias veces por día, los primeros días usar lentes para que no me afecte la luz y lo básico.

—Me alegra que hayas ido. ¿Pero por qué tienes eso?

—Es de lo que te quería hablar... ¿puedo pasar?

—Claro... Pero que sea rápido porque están por venir unos periodistas.

—Okay —suspiró, un tanto fastidiada. Ella se encaminó a la silla que quedaba frente a él y tomó asiento—. Necesito que me ayudes, por favor no te enojes conmigo —ella comenzó a llorar—. Fue Park Jaebeom, el hijo de So Park, el de Age Company...

—¡¿Cómo?! ¡¿Por qué él haría algo así?! —se levantó de su asiento bastante molesto. Roseanne se sintió aún más afectada.

—P-porque fuimos novios, y-y... —continuó sollozando intensamente. Costandole poder decir más. Sin embargo, para el hombre era necesario.

—¡¿Cómo que novios?! ¡Pero si él es bastante mayor!

El timbre de la casa sonó, y ella levantó su mirada.

—Vete a tu habitación, Roseanne —demandó—. Te prometo que ese idiota le voy a destruir su vida, cueste lo que me cueste.

Roseanne hizo caso, y tuvo que irse corriendo por las escaleras para subir a su cuarto.

Apenas entrando, cerró la puerta y sonrió por lo que dijo su padre. A pesar de todo lo malo, por lo menos sintió la preocupación de su padre. No era el más presente, pero estaba para cumplir todos los caprichos y exigencias de su única niña. Y no dejaría que nadie, absolutamente nadie le hiciera daño.

...

Jimin entró a la casa con él sobre del North London Collegiate que revela si Soobin fue aceptado con beca o no.

Jennie y Soobin corrieron por las escaleras, luego de saber que su madre había llegado con él tan importante sobre.

—¡Todos a la cocina! —anunció, y así fue. Los tres se sentaron en una silla distinta del comedor.

Soobin era el que más estaba nervioso.

—Veamos... —Jimin abrió el sobre, y comenzó a leer en voz alta—. Estimada Familia Choi, le informamos que el actual aplicante Choi Soobin cumple con las normativas y requisitos para matricularse como alumno en el North London Collegiate School Jeju. Enhorabuena. Con respecto a su aplicación a una beca, queremos informarle que alcanzó un 30% —la cara de Soobin mostró algo de decepción al escuchar ese porcentaje— de beca. Le recordamos que al tener más de un miembro en la familia matriculado en nuestra institución, les damos un 20% de descuento adicional sobre todo el cargo de colegiatura. Si aún se encuentran interesados en continuar con el proceso de inscripción del suplicante, favor de enviar la papelería que se enlista a continuación y hacer el pago de inscripción de 1 millón de Wones para antes del 1 de Marzo...

Bajó la carta, y observó a su hijo.

—¡Felicidades! No pagaré 26 millones de wones anualmente —dijo positivamente la madre.

—Pero mamá, sigue siendo mucho dinero... Y la inscripción...

—La inscripción también me la cobraron a mi —agregó Jennie—, aunque haya obtenido el 100%.

—Lo bueno es que tú primer año pagaré inclusive menos —tomó su teléfono, y puso la calculadora— Son 14.56 millones... Muchísimo menos que la colegiatura. Y tus tres años restantes... 18.2 millones.

La cara de Soobin seguía pareciendo que no estaba muy contento. Más bien se sentía decepcionado de sí mismo, por no alcanzar un porcentaje más alto, o el más anhelado 100.

—Está bien, Soobin. Si, es una cantidad generosa, lo voy a admitir. Pero si soy capaz de pagar —lo despeinó de manera cariñosa, y él sonrió ligeramente—. No te preocupes... Pero si o si ocuparé que me ayudes a hacer pasteles en el verano.

—No tienes que recordarme, ¡es claro que voy a ir! —dijo emocionado. Si alguien se emocionaba demasiado por ir al trabajo de su madre, era el muchacho.