capítulo 42

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Soobin abre la puerta de la casa. Era viernes por la noche. Estaba completamente entusiasmado de recibir a sus dos mejores amigos: Yeonjun y Kiara. Se encontró con ambos, muy sonrientes e igualmente emocionados.

—Trajimos Smirnoff y Soju —presumió el invitado, y Soobin tan sólo celebró aplaudiendo.

—Muchas gracias, los colocaré en la sala...

La pareja se quitó sus abrigos y pasaron con mayor confianza a la sala, donde ya se encontraba instalado el set para una noche de karaoke.

—Que bueno que ya nos preparaste nuestro set de karaoke —comentó Kiara—. ¿Compraste la mezcla de cacahuates con que te encargué?

—Voy por ella —dijo Soobin obedientemente mientras iba a la cocina por el bowl de cacahuates. Al entrar, saltó del susto, y dejó un "¡ah!" salir cuando vio a Roseanne. Eran las 11 de la noche. Y ahí se encontraba ella, con una de sus playeras puestas, su cabello suelto y un poco húmedo.

—¿Soobin todo bien? —preguntó Yeonjun.

—Si... Si, todo bien —levantó su voz para que su amigo lo escuchara. Después, tomó la mano de Roseanne. Quien tomaba agua y lo acercó a él. Un chorro de agua cayó sobre la blusa de ella, así que dejó el vaso en la mesa—. ¿Qué haces aquí? Te dije que no salgas de tu cuarto porque son capaces de verte y no puedes exponerte así —susurró a regañadientes.

—Pero no me dijiste que estabas haciendo una fiesta, loquillo. Yo también quiero.

Ella se aleja y va hacia la puerta, hasta que él la rodea con sus brazos y, con fuerza, la levanta del suelo. Acto seguido, la sube hacia la barra de la cocina, sentándola.

—¡¿Estás loca?! —exclamó en un susurro, sus ojos fijos en los de ella.

—Oye, tú sí que estás bien idiota. Pude haber gritado, pero apreté mis labios para no delatarte —respondió ella en el mismo tono bajo—. Aparte, era una broma —le dio un leve golpe en el hombro, sonriendo juguetonamente—. No sería capaz de delatarme de esa forma.

—Okay... Ya vete a tu cuarto porque me estás desesperando.

Roseanne rodó los ojos. —Bien, pero primero ayúdame a bajar.

Él suspiró, con un brazo rodeó su cintura, y mientras ella se sostenía de los hombros de él, la bajó de ahí. Sin querer, sus cuerpos rozaron levemente. Quedaron de pie, más cerca de lo deseado, y sus respiraciones se entrelazaron..

Se miraron mutuamente, sus ojos buscando respuestas en el otro. Por un momento, parecía que quedaron en silencio. Él inclinó su cabeza hacia ella, muy lentamente. Perdido en sus ojos oscuros.

Pero de inmediato, los dos se sobresaltaron al escuchar cómo le hablaban a él desde la sala.

—¡Soobin ya ven! —lo llamó Kiara.

Él apartó la mirada, y dio unos pasos hacia atrás, a la vez en que la soltaba.

—Hazme caso Rosie —dijo con un tono más suave.

Ella asintió y salió de la cocina para irse hacia la habitación.

Soobin tomó el bowl y se fue directo con sus amigos a la sala. Sin embargo, seguía pensando en lo que sea que sucedió en la cocina.

Sabía que pudo estar a punto de besarla. Y aquello no le agradaba. Lo hacía sentir mal.

...

Había pasado sólo una hora. Y Roseanne no podía dormir. De tanto que los escuchaba a Soobin y sus amigos cantar, la hizo quedarse más tiempo viendo la televisión, que su apetito creció.

gone • soobin, roséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora