gone • soobin, rosé

capítulo 30

—Yuna...

Era ya el Lunes. Hora del receso. Yuna y Soobin llegaron a las gradas del campo de soccer. Ambos tomaron asiento en la última fila. Esa área era bastante solitaria. Nadie más que los chicos jugando en el campo se encontraban ahí realmente.

—Tenemos que hablar de lo que pasó el Sábado.

Su expresión era bastante seria. Por lo que, la de Yuna se volvió igual.

—¿Sobre qué?

—¿Yo te gusto de verdad?

—Algo así —respondió, sin perder su contacto visual con él— ¿Fui obvia?

—No realmente. Roseanne me dijo.

—¡¿Qué?! ¡Esa chismosa! —exclamó.

—Su intención no era mala. Ella quería que de alguna manera tú y yo... diéramos un paso más y quiso apoyar... Lo cual fue lo que sucedió el Sábado. Quise llevarte a una cita. Y me la pasé bastante bien contigo. Y me atraes mucho. Pero...

Ella cambió su expresión a tristeza lentamente al escuchar esa última palabra. Sabía que las cosas no irían como quisiera a partir de ahí.

—Estoy muy confundido ahora. Y no pienso que sea ideal tomar otro paso.

—Es acerca de mí, ¿hice algo mal?

—¡No no! —puso sus manos sobre los hombros de ella— No hiciste nada malo. Yuna eres hermosa, espléndida, una chica bastante amable y agradable. Cualquier chico que te conociera de la manera en la que yo te conozco sabría que es un placer tenerte en su vida... Pero Winnie llegó antes —la soltó—. Y no es fácil superarla. De por si ella me dijo que se sentía lastimada porque también está Roseanne en mi mente, y... necesito detenerme un momento. No puedo lastimar a la gente que quiero. Yo a ti te quiero de verdad, pero... por ahora solo podemos ser amigos.

Yuna tomó una bocanada de aire. A su vez, una lágrima comenzaba a escapar de su ojo, y de inmediato se lo talló.

—No llores, por favor... No era mi intención hacerte sentir mal.

—Yo lo sé Soobin... De hecho, gracias por decirme —respiró hondo, para tratar de reprimir esas ganas de soltarse a llorar—. Eres un buen chico. Y no me gustaría perder tu amistad. La verdad es que, capaz yo me volé la cabeza confundiendo mis sentimientos también porque tus atenciones fueron únicamente amistosas y de un chico decente.

—No, no tienes de qué disculparte... Es totalmente normal que te sientas así. Tenemos 14. Yo también estoy siendo rechazado pero en mi caso, no me lo han dicho directamente... Y si supieras cuánto me estoy avergonzando —se cubrió el rostro, y Yuna se rió.

—Bueno eso es cierto. Tú te estás avergonzando más que yo.

Soobin se quitó las manos del rostro, y miró divertido a Yuna, ya que por lo menos dejó de llorar.

—¿Podemos seguir siendo amigos? —él preguntó

—¡Claro! Está todo bien, créeme.

Ambos chicos se abrazaron fraternalmente.

Luego de hacer aquello, Soobin se sintió mejor. Las palabras de Winnie le habían dolido. Pero más le dolió que ella se haya encontrado mal por su culpa. Pero él quería recuperarla. No podía negar que si le hubiese gustado intentar algo con Yuna. Aunque ahora no era el momento, y quizá jamás.

...

—¡Choi Soobin!

El chico se dio la vuelta, y vio a Roseanne ir hacia él deprisa.