—Hey, Big Bird —Yuna se puso a un lado de Soobin, mientras que este caminaba por la salida del colegio.
—¿Big Bird? ¿Acaso quieres que te llame Elmo? —respondió él, bastante confundido.
—No me molestaría. Elmo es adorable.
—Eso supuse.
—¿Y a donde vas?
—A mi casa —a este punto, ya se encontraban caminando por la calle.
—¿Puedo acompañarte?
—Si no te molesta ir en metro, claro que sí.
—Nunca me he subido a uno.
—Wow, más bien nunca has tenido esa necesidad.
—Pues no. Pero siempre es buena una primera vez... ¿Y vamos a ver a Winnie, verdad?
El se detuvo en seco. Volteó a ver a Yuna.
—No... Mejor no la menciones —respondió cortantemente.
Yuna se vió bastante confundida. Y como no, si se la pasó los últimos dos meses soportando lo enamorado que estaba él de ella. Aunque lo cierto es que a ella no le había agradado tanto la actitud de Winnie cuando se vieron en la Semana de la Moda.
—Antes, ¿podemos pasar a comprar algo de comer?
—Lo encuentro difícil. Cuando vayamos en el metro iremos apachurrados, así que mejor te preparo algo —y dicho eso, se puso triste—. Cuando acompañaba a Winnie podía abrazarla todo el trayecto para cuidar que nadie la toque o la empuje.
—Oh... ¿me vas a abrazar a mi también cuando nos subamos? —Soobin de inmediato se rió.
—Si es que me lo permites...
—Sí, por favor. No quiero que nadie me empuje... ¿Oye, y eso cómo se paga?
—Tengo una tarjeta para pasajes. Hoy te invito el viaje.
—¿Hoy? ¿Mañana no?
—¡¿Qué?! ¿Mañana quieres ir conmigo también?
—No veo el porque no...
Ambos llegaron a la estación de metro que quedaba más cerca. Y al ver al montón de gente, fue en automático que Soobin tomó de la mano a Yuna. Escaneó su tarjeta dos veces para que les dieran acceso a él y a ella.
Yuna podía sentir lo fuerte que era el agarre del muchacho. No tenía nada de qué quejarse.
Llegaron al área en donde llegaban los transportes. Y de inmediato él se echa a correr mientras la sostenía. Lo cierto es que la línea que lo llevaba directo a su casa salía siempre más temprano que la que tomaba para ver a Winnie en su estación.
Ambos subieron, y como era de esperarse, no alcanzaron asiento. Así que Soobin sostuvo con una mano el barrote de arriba, y con la otra no soltó a Yuna. Más bien la mantuvo enfrente de él mientras que la abrazaba.
La chica estaba muy nerviosa. A pesar de que le estaba dando la espalda, su rostro estaba bastante cerca al de ella. Tal vez el ser una chica alta le daba más ventaja. Sentía que su corazón latía a mil. Y su respiración estaba algo acelerada.
—¿Todo bien, Yuna? —él preguntó.
—Sí —respondió.
Intencionalmente, ella se giró, y lo miró a los ojos. Él también agachó su mirada hacia ella.
—Es sólo que nunca había hecho esto antes.
—¿Y por qué quieres acompañarme? ¿Quieres que hagamos tarea juntos?
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gone • soobin, rosé
Fiksi PenggemarEl amor platónico de Soobin cuando era adolescente, era la mejor amiga de su hermana Jennie, Roseanne. Una chica que parecía inalcanzable. Tan hermosa, inteligente, y perfecta en todos los aspectos. Pero no todo en su vida era perfecto. Las envidias...