La boda

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La voz de Derek resonó en toda la escuela infantil. Antes de que pudiera girarse, la joven soltó el brazo de Ghost. Desconocía cuanto tiempo había estado su mano ahí pero cuando las apartó sintió un vacío.

Derek entró por la puerta y cuando vio a Babi suspiró en alivio. Seguramente Soap le habría indicado su paradero al encontrárselo por la base, algo típico en el sargento.

Babi no parecía feliz de haber sido encontrada y reunida con su prometido. En cuanto observó a Derek en su rostro se observó una gran decepción, incluso miró al suelo como si acabarán de darle una horrible noticia.

-Teniente Ghost.-la voz de Derek dijo en forma de agradecimiento.-Muchísimas gracias por su trabajo.-dijo entrando en aquel despacho y pasando un brazo por la cintura de Babi, aunque esta no parecía dispuesta a abrazarlo.

El cuerpo de Ghost intentaba observar los movimientos del abogado quién agarraba a la joven con fuerza. No como si la hubiera echado de menos, sino como quien perdía algo preciado y acabarq de encontrarlo.

-¿Se puede saber dónde estabas? Te he buscado por todas partes, pequeña. Tranquila. No tendrás que volver a pasar por esto...

Decía mientras casi estrangulaba sus brazos con sus manos. Pero lo que más preocupaba a Ghost era la falta de reacción de la joven la que casi parecía estar viviendo un trauma al sentir la piel del joven sobre la suya. Apenas tenía expresión en el rostro. Observaba hacia un lado y respiraba casi sin hacer ruido. Si momentos antes había visto los ojos de presa en su mirada. En estos momentos parecía estar viendo un conejo asustado en mitad de la carretera, quién viendo las luces viniendo hacia él, apenas podía moverse.

-Muchísimas gracias, teniente. Estaba tan preocupado... -aduló el joven.

Pero Ghost no respondió.

En ese momento la idea de que por una vez no había hecho bien su trabajo se atascó en su mirada. Las misiones de rescate que realizaba solo tenían un fin. Aislar a la persona rescatada del mal que estaba viviendo y ponerla a salvo. Y por una vez, no sentía que aquella joven estuviera a salvo.

-Tranquila, dentro de poco iremos a casa. Y estarás a salvo. Para siempre.

Condenó el abogado.

Un par de meses después, el adulto se miraba al espejo mientras se colocaba una corbata negra sobre su camisa, también de color negro.
Ghost jamás iba a eventos de ese tipo, mucho menos si apenas conocía los protagonistas.

"Es solo para ver si está bien. Es parte de la misión."

Se repetía a sí mismo una y otra vez mientras realizaba el nudo de su corbata. Price y Soap estaban realmente sorprendidos de que Ghost accediera a ir.

Ni siquiera se peinó, sabía que volvería a ponerse su pasamontañas por lo que lo vio una perdida de tiempo, simplemente se pasó un par de veces el peine antes de colocarse la máscara. También cogió su chaqueta y se la colocó sobre los hombros. Todo lo que no fuera su uniforme o ropa de deporte lo hacía sentir extraño. No le disgustaba llevar un traje, pero sí que lo hacía sentir extraño.

Después de conducir por un buen rato llegó a la iglesia. No podía recordar la última vez que estuvo en una iglesia. Se paró por unos segundos mirando los grandes ventanales. Todo estaba lleno de gente vestidos con ostentosos trajes, niños vestidos de una manera ridícula corrían por todas partes.

Giró la cabeza a un lado a ver cómo tres chicas se abrazaban. Se quedó observando a la que parecía más mayor de todas. Se parecía muchísimo a Bárbara, pero no era ella. La joven estaba embarazada, hablaba con otras dos chicas, también muy parecidas a Bárbara. Por lo que pensó que serían las hijas del sargento Miller.
No tardó en sentir una mano sobre su hombro que hizo que mirase hacia el lado contrario. Soap le golpeó un par de veces su hombro a modo de saludo.

Luz de mi vida. (Ghost) Call of dutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora