Sweet- Lana del Rey

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Advertencia: Este capítulo contiene: contenido adulto.

Un par de días después, Price necesitaba pensar un plan de ataque, si todo iba bien, sería el último.

Babi y Ghost se encontraban en el comedor. El ambiente era más relajado, podían caminar juntos sin necesidad de cuchicheos innecesarios e incluso el teniente se dio cuenta de que la gente le sonreía más. Como si hubieran descubierto gracias a ella que no era de piedra.

Ghost se acercó a la mesa, solo había ido a coger un vaso de agua y la mesa estaba rodeada de gente. No le sorprendía, Babi era un imán para todo el mundo, todos la querían en la base. Con todos se llevaba bien y con cualquier persona hablaba. Se acercó para ver lo que estaba haciendo. Tenía la mano de Leah sobre la suya y la estaba mirando con atención.

-Solo veo uno.-dijo subiendo los ojos hasta su compañera de trabajo.

-¿Uno?-preguntó la pelirroja casi ofendida.-Ya son muchos, a mí no me gustan los niños.

La joven se rio, Soap se acercó rápidamente a ella y colocó la mano justo delante de su nariz.

-Ahora yo.-dijo entusiasmado.

La joven agarró la enorme mano de Soap y la giró para verla con atención. Pasó los dedos por el borde su mano y asintió.

-Vaya, a ti te salen 4.-dijo la joven y rio.

-¿4? Aléjate de esa mujer, sargento.-bromeó Gaz.

Ghost se sentó de nuevo al lado de Babi y Soap sonrió emocionado mirando su mano.

-A mí me encantan los niños. Yo quiero tener al menos 6.-rio el sargento mientras colocaba la mano sobre su otra mano como si pudiera proteger el resultado.

-¿Qué estáis haciendo?-preguntó el teniente subiendo una ceja.

-Le miro a la gente cuántos hijos va a tener. ¿Quiere que se lo vea, teniente?-preguntó la joven subiendo y bajando las cejas.

Ghost la observó durante algunos segundos y finalmente se quitó el guante ofreciéndole la mano. La joven agarró su mano y la analizó por algunos segundos.

-Mmm... Tres. Pero hay una un poco borrada.

-¿Eso qué significa?-preguntó Simon sin mucho interés, no creía mucho en esas cosas.

-Te salen tres seguro. Hay una cuarta que no se ve. Muchas veces no es solo cuántos hijos vas a tener, sino personas con las que te comportas como un padre. Por ejemplo, mi hermana Sophie tiene cuatro rallas. Su hija y nosotras tres, ella nos crió desde pequeñas.

Simon se miró la mano. Quizás esa ralla casi borrada se refería a su hermano pequeño, Tommy. El cual no diría que fue un padre para él. Pues solo era cuatro años mayor que él, sin embargo, si que habían pasado mucho tiempo juntos. Y si se había comportado como un padre, había hecho un trabajo pésimo, pues Tommy fue adicto a la heroína desde los 17 años. Hasta que se recuperó con 30 antes de morir asesinado en su propia casa.

Quizás algún día compartiría su pasado con Babi. Quizás. El teniente volvió a ponerse el guante sin decir nada más para dejar la mano sobre su pierna. Había una gran cola para que Babi siguiese haciendo brujería con casi toda la base.
Cuando terminó, los dos caminaron hacia su habitación de nuevo.

Ambos se tumbaron en la cama y la joven cerró los ojos acurrucándose en su pecho. Ghost miró al techo. ¿Tres hijos? Eso era prácticamente imposible. Él no podía tener hijos, era incapaz de cuidar a ningún ser humano. Se giró para ver a Babi en sus brazos. Ella sin embargo era todo lo contrario. Era paciente, dulce, cariñosa. Todo lo necesario para ser una madre. Incluso pensó que ella ya era una madre, sin bebé. Y quizás él nunca podría darle un bebé. No se veía aceptando esa responsabilidad, estaba demasiado destrozado psicológicamente como para tener un hijo en el mundo.

Luz de mi vida. (Ghost) Call of dutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora