La verdad y nada más que la verdad

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Los guantes de esqueleto acabaron en los hombros del abogado haciendo que este se cayese al suelo y soltarse el cuello de la enfermera, quién empezó a toser mientras se llevaba las manos a la garganta.

-Babi.-dijo Ghost colocando las manos en sus mejillas.-¿Estás bien?-preguntó preocupado.

La joven siguió tratando de recuperar el aire en sus pulmones, se llevó las manos a la garganta y trató de dar una gran bocanada de aire.

Finalmente Babi asintió y levantó la cabeza para mirar a Ghost. Este trató de ponerse en pie pero fue rápidamente empujado por el abogado haciendo que cayese sobre uno de los muebles de la cocina.

-¡Ghost!-gritó la joven, pero antes de que pudiera aproximarse hasta él, Derek le dio una patada en el pecho haciendo que volviera a quedarse sin aire y no pudiera levantarse del suelo.

El abogado se giró de nuevo hacia el teniente quien se levantó del mueble de la cocina. Suspiró y se llevó una mano hasta su costado, su mano izquierda llena de sangre le indicó que su herida estaba abierta de nuevo, pero era demasiado tarde como para echarse atrás.

-Así que eras tú el que se estaba tirando a mi mujer.-dijo el abogado acercándose a él.

-Te vas a arrepentir si das un paso más.-lo amenazó el teniente.

-¿Qué vas a hacer?-preguntó el joven dándole otra patada al militar haciendo que este cayese de rodillas.

Después de quejarse debido al dolor de la herida abierta el militar negó con la cabeza.

-Vamos, dame una excusa para matarte.-amenazó Ghost.

-Quítate esa puta mierda.

Las manos del abogado agarraron su máscara y antes de que Ghost pudiera recuperarla la lanzó a la otra punta de la cocina. Su rostro estaba expuesto, pero no era algo que le importara demasiado.

Derek era una verdadera mala persona. Sabía cómo herir con sus palabras, por algo era abogado. Muchos en el bufete decían en vez de tener lengua, tenía una serpiente venenosa capaz de intoxicar a cualquiera que lo oyese.

Sonrió de manera juguetona y lanzó un silbido, parecido a los que se hacían cuando una chica guapa estaba enfrente.

-Vaya, esperaba ver un monstruo debajo de esa máscara.-dijo el abogado antes de agarrar una de las sartenes de la cocina y darle un golpe en la cabeza al teniente quien se llevó las manos a la cabeza.

No podía atacarlo, era un civil que no estaba realmente armado. Pero pronto esa regla dejaría de importarle.

-¡¡Derek, para!!-gritó la joven acercándose a él.

Pero el abogado le dio un gran empujón haciendo que cayese al suelo de nuevo. Derek caminó de nuevo hacia el teniente y flexionó las rodillas para quedar a su altura, el militar levantó la cabeza para mirarlo de manera desafiante.

-Sabes... Cuando era un chiquillo... Estuve en la cárcel de Manchester. Haciendo algunas prácticas de la universidad. Allí conocí a otro Simon Riley. Al cual te pareces mucho. ¿Cómo el hijo de un drogadicto de mierda acaba siendo teniente de las fuerzas especiales?

El teniente rio sarcásticamente y asintió con la cabeza.

-Afortunadamente no tienes hijos para hacerles esa pregunta.-contestó el teniente a lo que el abogado respondió con un puñetazo.

Ghost tosió y aplicó más presión en su herida.

El abogado sintió su nariz goteando, era sangre, no era algo poco usual, desde que diariamente abusaba cada día más de la droga, su salud se había ido deteriorando cada vez más. Se miró la mano y volvió a mirar al teniente.

Luz de mi vida. (Ghost) Call of dutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora