Después del entrenamiento, Ghost se encontraba en uno de los despachos de la base. Leía un par de documentos importantes sin demasiado interés. Solo el sonido de la mano sobre el pomo de la puerta hizo que sus ojos subieran hacia arriba.
No tardó en ver el cuerpo de Soap caminando hacia él con algo en su mano izquierda. Masticaba un chicle con la boca abierta. Soap sabía que Ghost odiaba escucharlo masticar, pero Soap adoraba molestarlo.
-Tenemos un problema.-dijo colocándose delante del escritorio.
-¿Qué?- Ghost preguntó con su usual tono grave y áspero.
El papel que Soap llevaba en la mano acabó en el escritorio. Los ojos de Ghost bajaron hasta aquel papel. Lo reconocía de haberlo visto por la base. Una desaparición.
Ghost siempre hacía lo mismo. Cada vez que encontraba un cartel con una persona desaparecida lo observababa, intentaba quedarse con el rostro y las características en su mente. Siempre que no fuera una mujer joven. Pues sabía que era imposible, la mayoría de las mujeres jóvenes que habían desaparecido solo tenían dos salidas. O estaban en algún lugar viviendo un infierno, o habían huido con su pareja. Había participado en muchas misiones de rescate de mujeres bien y fuera cual fuera su destino, nunca acababa bien.
Era esa la razón por lo que nunca se había parado a mirar aquel cartel, el cual llevaba más de un mes colgado en el corcho de la base.
-Una de las chicas que vimos ayer en el club.-explicó Soap.
-¿La alta o la bajita?-preguntó Ghost agarrando el papel entre sus dedos y observando la fotografía. Era la alta.
-La que no parabas de mirar.
Ghost separó los ojos del papel para observarlo, a lo que Soap contestó haciendo una burbuja con el chicle.
-Una chica desaparecida que estaba de fiesta con su amiga. No merece la pena.-dijo volviendo a dejar el papel sobre la mesa y levantándose de la silla. Se llevó la mano hasta el bolsillo para buscar su paquete de tabaco.
Soap asintió con la cabeza lentamente. Sus ojos estaban pegados en el papel.
-Es la hija pequeña del Sargento Miller.- explicó Soap.
Los ojos de Ghost volvieron a mirar a su compañero. Ambos se miraron durante algunos segundos sin decir nada. Genial. Ahora se había complicado el asunto.
-¿Qué?
-¿El hombre que intentó llevársela a la fuerza?- Ghost asintió ante las palabras de Soap, se acercó a él colocando las manos en la mesa observando el papel de nuevo. -Es su prometido. La chica se escapó una semana antes de su boda.
-¿Porqué haría eso?- preguntó Ghost intentando encajar el puzle en su cabeza.
-Era una especie de matrimonio de conveniencia.-Ghost rodó los ojos, todo estaba claro entonces. Una chica huyendo de un hombre, no era raro. -Pero un matrimonio de conveniencia con su novio de toda la vida, no se estaba casando con un desconocido. Quiero decir... Se hubieran casado igualmente en algún momento, y ella ya tiene 25 años.
-Una niña mimada que no quiere madurar. No merece la pena, Jhonny. Ghost dijo y se encogió de hombros.
-Tenemos que hacerlo.- Soap dijo, sonaba cansado.
-¿Por qué?
-Por que su prometido es el abogado Derek Jackson.
Ghost se giró hasta Soap sin creer lo que acababa de escuchar.
-¿Derek Jackson?
Era uno de los abogados militares más importante que para colmo, trabajaba en la misma base que ellos y que el sargento Miller.
-Derek Junior.- especificó Soap.
-Hm.-contestó Ghost.
Sabía que nadie pararía hasta encontrarla sobre todo ahora al saber que estaba viva. El adulto suspiró y agarró su chaqueta. Se la abrochó y comprobó que su teléfono tenía batería.
-¿Qué sabemos?-preguntó Ghost arreglando su pasamontañas.
-Te he mandado la ubicación del último lugar donde la han visto.-dijo Soap mirando a su propio teléfono.
-¿Cuándo?-preguntó Ghost mirando la ubicación.
No estaba demasiado lejos, aún había esperanza.
-Hace un par de horas.
Ghost asintió con la cabeza y caminó hacia fuera de la base. Miró al lado para observar al sargento Miller con dos de sus hijas. Sabía que aquel hombre tenía muchos hijos, no sabía exactamente cuantos. Estaba acompañado de sus chicas muy parecidas entre ellas, una parecía de unos 34 años y la otra de unos 27. La más mayor estaba embarazada. El sargento parecía al borde de un ataque de nervios y Ghost no era exactamente bueno consolando a la gente. Por lo que decidió caminar hacia fuera.
Caminó hasta las motocicletas, sería mucho más rápido ir así.
-Tú.
Ghost no se giró. Nadie en su sano juicio lo llamaría de tal manera. No fue hasta que sintió como triaban de su brazo que el teniente se dio la vuelta llevando la mano hasta la funda de su arma. Pero cuando se giró rodó los ojos. El abogado Derek Jackson. Junior. Por supuesto.
La rápida reacción del adulto hizo que el joven se pensase dos veces el hablar entonces.
-Babi está desaparecida por tu culpa.-se quejó.
Llevaba un traje de chaqueta azul marino. Su pelo estaba peinado hacia atrás y tenía el ceño fruncido. Tenía las manos en sus caderas, su muñeca izquierda estaba decorada con un bonito y caro reloj.
Ghost no dijo nada, solo miró desafiante. Ghost era unos centímetros más alto que él por lo que su cabeza debía mirar hacia abajo.
-Abogado Jackson. Tengo mucho trabajo. Así que deje a las fuerzas especiales hacer lo suyo y usted encárguese de sus cosas.- dijo casi como si fuera una orden.
Derek lo miró desafiante aún con las manos en sus caderas. Caminó de un lado a otro suspirando mientras pasaba las manos por su pelo.
-Encuéntrala.-le pidió.
Ghost no dijo nada, solo se giró para agarrar el casco de la motocicleta y colocarlo encima de su pasamontañas.
La motocicleta de Ghost desapareció en la lejanía. No tardó apenas media hora en llegar a la ubicación que Soap le había proporcionado. Una vez en la plaza, sacó su teléfono para leerlo todo de nuevo.
Bárbara Marie Miller
Edad: 25
Altura 175 cm
Peso: 75 kilos
Color de ojos: Gris/azul
Color de pelo: Rubio oscuro
Color de piel: BlancoObservó la cafetería donde había sido vista por última vez. Entrecerró los ojos para girar su cabeza por la plaza. El cuello de Ghost miraba hacia la derecha y no se movió por algunos segundos.
¿En serio?
¿Iba a ser tan fácil?
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Luz de mi vida. (Ghost) Call of duty
FanfictionBárbara Miller está atada en una relación desde que tiene uso de razón. Él es Simon Riley, un teniente de las fuerzas armadas que lo ha perdido todo. Sus caminos se cruzarán como si siempre hubieran estado destinados a ello. Advertencia: Historia...