11_ COMENZANDO A VIVIR SIENDO TU NOVIA

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La noche anterior después de declararse una a la otra y de oficialmente aceptar estar en una relación, ambas chicas se fueron a dormir en la cama de Shinobu, consintiendose entre sí y durmiendose en los brazos de la otra, siendo esta la segunda vez que ambas dormían juntas.

Al despertar, Anyineeku pudo ver a una pequeña Shinobu durmiendo profundamente en su brazo, se quedó contemplandola y acariciando tiernamente su cabeza, hasta que sintió que Shinobu abría los ojos y la miraba con una sonrisa.

—Buenos días mi hermosa luna —dice Shinobu con una voz entre dormida y acariciando el rostro de su novia.

—Buenos días amada mia
—responde y besa la mano que acariciaba su cara.

—Que maravilla es despertar y ver ese lindo rostro tuyo —señala la pelimorada y se acerca más a su novia para besarla, cosa que obviamente Anyineeku no puso resistencia y de igual forma correspondió ese beso mañanero.

Luego de un rato de besos y pereza ambas chicas se pararon de la cama, para atender cosas en la finca y ya que tenían dia libre, salir a pasear o lo que ellas decidieran.

Habían muchas quehaceres en la finca mariposa, tenían si o si que asear un poco para que su hogar no pareciera un chiquero, así que con ayuda de Aoi, las tres chicas iniciaron con la limpieza.

—¿Y Kanao-chan no nos ayudará? —interroga Anyineeku confundida.

—Oh no Anyineeku-sama, creeme que es mejor que Kanao no nos ayude, la otra vez cuando hicimos día de limpieza fue un completo desastre, dejó el piso manchado de cera y ni limpió bien, además de que se tropezó cuando la señorita Kanae estaba trapeando y rompió algunos de los floreros, y ay Dios con el reguero de tierra y agua que quedó... —explica Aoi con vergüenza de solo recordar aquel día.

—Vaya, al parecer no a todos se nos da el hacer aseo —responde Anyineeku con una sonrisa mientras que sigue barriendo.

—Así es amor, por eso es que Kanao me convenció de que la entrenara, dice que al menos para sentirse útil en algo
—comenta Shinobu quien sacudía el polvo de las paredes y muebles de la finca.

—¿Y entrenar para volverse cazadora si es lo que realmente ella quiere? —pregunta Anyineeku.

—Bueno ya la conoces, tomar decisiones por ella misma es algo que se le ha dificultado yo creo que toda la vida, como te dije, solo lo hace para ser alguien significante —explica Kocho...

Más tarde cuando las chicas terminaron de limpiar y organizar decidieron que era hora de dar un paseo para ver el lindo cielo azul en calma y caminar por las veredas.

—Vamos a dar un paseo, ¿quieren venir con nosotras?
—pregunta Anyineeku a Aoi y Kanao.

—Me gustaría mucho pero prefiero quedarme aquí para preparar el almuerzo —se excusa Aoi y hace una reverencia

—Mmm... Bueno, ¿y que me dices tu Kanao?, ¿vienes?

Kanao por su parte saca su singular moneda que le ayudaba tomar decisiones, si salia cruz acompañaria a las chicas en el paseo y si salia cara se quedaría con Aoi, entonces la lanza, y.... Era cruz.

—Si, iré con ustedes —responde la chica y vuelve a guardar su moneda.

—Perfecto, entonces vamos
— enuncia Shinobu con una enorme sonrisa y las tres salen de la finca.

Era un día soleado y la brisa recorría cada parte de los cuerpos de las chicas, revolcando sutilmente sus cabellos, habían decidido ir hacia el pueblo que quedaba cerca de la finca y pasar el rato en la fuente que allí se encontraba, un día así no era tan común para los cazadores, por lo que para Shinobu y Anyineeku era como estar en el paraíso, ambas tomadas de la mano y cuidando de que Kanao les siguiera el paso caminaban hasta llegar a su lugar de destino pero una situación las detuvo.

TSUKI NO CHŌDonde viven las historias. Descúbrelo ahora