29_¡GANAREMOS A TODA COSTA!

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Las horas pasaban, la pelea se ponía más intensa, con sus cuerpos ardiendo como si del mismo sol se tratara, y sus apresurados latidos, hacían parecer que tanto como Tokito y Anyineeku eran invencibles.

Usando todas sus mejores posturas de combate y su manejo de espada, ambos pilares seguian luchando con la esperanza de matar a aquel demonio que tanto repudio les causaba. Claro está que el demonio no se quedaba atrás y atacaba con sus más poderosas técnicas pues este también deseaba mandar al otro mundo a aquellos jóvenes que lo insultaron.

Pero a pesar de obtener esa nueva energía vital, los dos tenían por certeza que un movimiento en falso los enviaría directo a la tumba, por lo que coordinandose el uno al otro mezclaron sus habilidades para crear un poderoso ataque. Por su parte Tokito pone en marcha el plan que idearon, con una de sus posturas crea una neblina con el fin de privarle la vista al demonio y que no se de cuenta de el próximo golpe.

Atrás del demonio aparecía Anyineeku y antes de que este pudiera reaccionar, la chica lo decapita en silencio y tranquilidad, ocasionando que el demonio empiece a reflexionar sobre que acababa de pasar.

—Estos dos lograron vencerme, ni siquiera pude usar mis mayores técnicas, no pude hacer nada para satisfacer a mi señor Muzan —se quejaba Gyokko mientras que su cuerpo se iba desintegrando lentamente.
—Recuerdo que siempre me gus.... Antes de siquiera terminar la oración, Tokito lo rebana en pedacitos para callarlo definitivamente y que su muerte sea rápida.

Al ver la reacción de su compañero, Anyineeku recordó como de la misma manera ella se deshizo del demonio que asesinó a su familia, a lo que una sonrisa se le formó en el rostro.

Sin embargo, esa sonrisa no duró por mucho, pues unos segundos después, la chica caía desmayada por todo el esfuerzo en la batalla. Tokito al ver esto, inmediatamente se lanzó sobre su compañera para auxiliarla.

—Anyineeku-sama, resiste, no te puedes morir después de todo el empeño que realizaste, por favor, resiste —pide a gritos el pilar de la niebla, sosteniendo a su compañera en brazos.

En ese momento, el señor Kanamori aparece para ayudar y se espanta al ver a Anyineeku aparentemente muerta en los brazos de Tokito, y este último tosiendo espuma debido al veneno del demonio.

—Señor Tokito, señorita Kahashima, resistan, ya vendrá la ayuda, no se mueran —chilla el herrero con exasperación.

—No se preocupe por mi, yo estoy bien, la que necesita esa ayuda es la señorita Anyineeku, yo aún me puede mover —tose Tokito temblando y desmayandose en el proceso, preocupando aún más al señor Kanamori.

—Ánimo, hermanita, levántate, todavía tienes mucho que vivir
—se escucha la voz melancólica de Shanniko dentro de la imaginación de Anyineeku o desde el mismo plano ancestral de la vez pasada, era difícil saberlo, pues sólo se veía a Shanniko en un espacio negro.

De repente el cuerpo de la joven se mueve dando una señal de vida y alegrando al señor Kanamori a Kotetsu y por supuesto a Tokito quien ya se había despertado del desvanecimiento anterior.

—Señorita Kahashima!!! —gritan los tres en unísono mirando como la chica apenas si despertaba. —gracias a Dios, pensamos que moriría —añade el mayor de los herreros.

—Me alegra haber sobrevivido
—balbucea y sonríe.

Una hora antes del amanecer, abajo del precipicio se encontraban Tanjiro y Nezuko luchando con un demonio que estaba a punto de matar a unos herreros escondidos. Es entonces que desde las alturas Tokito lanza una espada para que Tanjiro pudiera pelear con ella, mientras que Anyineeku preocupada y lastimada les da ánimos también desde arriba del precipicio.

Pese a todo en contra, se pudo ver cómo Tanjiro lograba alcanzar al demonio y lo decapitaba para después irse con Nezuko y ocultarla de los rayos de sol que estaban a punto de salir. Pero algo que llamó la atención de Anyineeku quien seguía viendo la pelea era que el demonio seguía vivo, aunque no tuviera cabeza seguía detrás de los herreros, esto también lo notó Nezuko así que tanto como ella como Anyineeku trataban de avisarle a Tanjiro que el peligro seguía suelto.

—Tanjiro-kun detrás de ti —chilla Anyineeku con todas sus fuerzas a la vez que Nezuko de igual forma le señalaba. El pelirrojo voltea preocupado y al ver al demonio que corría como si nada a pesar de no tener cabeza, lo persigue nuevamente para que no siguiera causando daños. No obstante, el sol comenzaba a salir y desafortunadamente Nezuko al no estar en las sombras, se iba desintegrando lentamente, causando mucha tensión por parte de Tanjiro y por parte de Anyineeku quien sentía impotencia por no poder ayudar a sus amigos.

—Nezuko-chan.... Tu no, tu no puedes irte de este mundo, no después de darle una gran alegria a mi vida —solloza con tristeza y frustración la chica de ojos dorados, recordando los momentos que vivió con ella, como siempre desde que la vió por primera vez la quiso como la figura de su fallecida sobrina o quizá como una hermana menor.

Las lágrimas brotan por las mejillas de la chica quien ya sin querer ver la escena se tapaba los ojos por tanta tristeza que le causaba perder a Nezuko.

—Lo lamento Tanjiro-kun, si tan sólo pudiera moverme, abrazaría a tu hermanita para protegerla de los rayos del sol, solo me queda decirte que no dejes escapar a ese demonio desgraciado, matalo de la forma más desgarradora posible —hablaba Anyineeku para si misma con un tono de ira y lamento.

TSUKI NO CHŌDonde viven las historias. Descúbrelo ahora