30_MILAGROS DEL SOL

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Se requirió de un esfuerzo máximo para que Tanjiro alcanzara al demonio y por fin pudiera  matarlo, pero el precio de hacerlo le había costado alto, Nezuko se había desvanecido dejando cero rastro de su existencia.

El joven lloraba desconsoladamente por la muerte de su hermana sin saber que detrás de él a causa de un milagro o un regalo divino, Nezuko volvía a la vida caminando tranquila por los pastizales sin que el sol le afectase.

Al ver eso, tanto Tanjiro como Anyineeku y los demás que veían la escena desde arriba y los que ya habían bajado del precipicio, se sorprendían al ver a Nezuko viva, pero al mismo tiempo aliviados pues la pequeña estaría con ellos por más tiempo.

Sacando una última fuerza, Anyineeku decide bajar del precipicio para reunirse con Tanjiro, Nezuko y Genya quién también estaba ahí.

—Señorita Kahashima, tenga cuidado, déjeme ayudarla a bajar —dictaba Kanamori, saltando cuidadosamente del precipicio para poder sujetar a la pilar.

—Se lo agradezco mucho, Kanamori-san,
—responde Anyineeku con una sonrisa en su rostro, —Vamos, me muero de ganas por ir a abrazar a Nezuko-chan.

Por su parte antes de emprender camino con los Kamado, el señor Kanamori ayuda a bajar también a Tokito y a Kotetsu, para ahora si ir todos hacía donde los hermanos.

—Pequeña Nezuko, que alegría verte viva, gracias a Dios que pudiste conquistar el sol
—se regocija Anyineeku y abraza con ternura a la demonio.

—Que alegría —arremeda Nezuko con un tranquilidad y le sonríe. Ante eso Anyineeku también le devuelve la sonrisa y le sujeta con cariño el mentón.

—¿Puedes decirme que fue lo que ocurrió, con tu hermana, Tanjiro-kun? —pide Tokito mirando a la menor con agrado.

—Aún no lo sé, pero me da felicidad tenerla viva —contesta Tanjiro abrazando a su hermana.

—No eres el único que le da felicidad, Tanjiro-kun, el ver que esta niña todavía está con vida me alegró inmensamente
—señala Kahashima con unas cuantas lágrimas de conmoción.

Tanjiro sonrie y después añade
—me alegro que Nezuko sea también importante para usted señorita Kahashima, el vínculo que crearon ustedes dos es muy tierno y puro por lo que saber que está ahí para protegerla me da tranquilidad.

Unos instantes después una maltratada y herida Mitsuri aparece en la escena para festejar la victoria que tuvieron todos, gracias a todo su esfuerzo habían logrado eliminar a la cuarta y a la quinta luna superior.

—Lo hicimos muy bien, amigos, derrotamos a esos demonios, que felicidad —vocea la ojiverde abrazando a todos y compartiendo risas y lágrimas debido al arduo trabajo.

—Que felicidad!!! —repetían con euforia todos los demás.

Luego de unas horas restaurando algunas partes de la villa y poniendo todo en orden, Tanjiro y Anyineeku irían juntos en una carreta rumbo a la finca mariposa, debido a sus lesiones y a su desgaste, el jefe de la villa organizó todo para que ambos tuvieran una travesía tranquila y segura.

Antes de continuar el camino, varios herreros le agradecían al joven Tanjiro y a Anyineeku por haberlos salvado de esos demonios, era tanto el agradecimiento, que arrojaban flores, serpentinas y lazos, provocando sonrisas y regocijo en los dos cazadores.

Al salir de la villa, la primer Kakushi que los llevaría, les pone nuevamente vendas, tapa oídos y a Tanjiro un tapa nariz para ahora si reanudar su viaje.

Después de un largo paseo a ciegas finalmente llegan a su destino, la finca mariposa, y sin nada que decir, el último Kakushi que los trajo toca el timbre para hacer notar que Tanjiro y Anyineeku ya estaban en casa. Shinobu es la que abre la puerta y al ver a su novia en la carretilla se abalanza sobre esta derribando algunas lágrimas por su delicada cara.

—Ah, mi hermosa Anyineeku, por fin estas aquí conmigo, paso tanto tiempo, pensé que te había perdido, sentí tanto miedo.

—Estoy bien mi amor, estamos más que bien, lo hicimos, matamos a dos lunas superiores —argumenta la pelirosa abrazando fuertemente a su novia.

—Eh, lamento interrumpir pero es verdad, logramos derrotar a dos crecientes, fue un gran trabajo —agrega Tanjiro un poco avergonzado.

—Eso es estupendo, cada vez más les ganamos a esos demonios
—observa Kocho animando más el ambiente. —Bien, ahora suficiente de hablar ustedes dos están bastante lesionados, los tengo que llevar a curación.

Mientras que Shinobu atendía las heridas y magulladuras de su pareja y del cazador de ojos rojizos, Anyineeku le contaba como había sido su pelea con la quinta luna y como con Tokito lo habían podido vencer, a su vez Tanjiro también le contaba su batalla contra la cuarta y como fue que Nezuko se volvió inmune al sol.

—Ya veo, entonces Nezuko-chan logró conquistar la luz del sol, esto puede ser un punto malo, sabemos que Kibutsuji siempre ha querido conquistar el sol, así que lo más probable es que intente secuestrar a la pequeña para cumplir sus propósitos
—objeta Shinobu escribiendo las dosis para las medicinas que se les daría a cada uno.

—Tendremos que protegerla a toda costa, por nada del mundo dejaremos que Muzan se salga con la suya —responde Anyineeku y Tanjiro asiente.

Después de ser curada Kahashima va hacia su habitación para tomar según ella una pequeña siesta y poder renovar energías, Shinobu quien tenía día libre se acuesta junto a ella para un mejor sueño...

TSUKI NO CHŌDonde viven las historias. Descúbrelo ahora