Lia
Hoy es mi cumpleaños, mis veintiuno han caído en un día en el que tengo que trabajar, pero, de verdad, es lo que menos me importa porque sé que nada más salir de trabajar voy a poder ver a mis amigos y a mi chico. Él se va mañana por la mañana, hoy se queda en mi casa a dormir ya que no puedo ir con él al aeropuerto y despedirme allí porque trabajo.
Lo cierto es que he visto a Oliver más de lo que esperaba, todos los momentos que no he tenido nada que hacer se los he dedicado a él y él a mí. Ha habido bastantes horas que me las he pasado viendo como ensaya a través de videollamada, con el grupo y con su manager presente en todo.
El primer ensayo en el que estuve, Oliver les dijo a los demás que tenía una sorpresa para ellos, y cuando aparecí en cámara todos se alegraron un montón de hablar conmigo, echo muchísimo de menos tenerlos cerca, la verdad. A la manager no le pareció mal que estuviese, pero después del primer ensayo le pidió a Oliver a través de una llamada que por favor no estuviese en la sala porque pasaba más tiempo mirándome a mí que pendiente del ensayo.
No me enfadó para nada la situación, el trabajo de ella es representarlos y sacarlos al escenario en las mejores condiciones y eso implica que estén concentrados al cien por cien tanto en conciertos cómo cuando tienen qué practicar.
Pero Oliver no ha nacido para seguir las normas precisamente, y siempre que estaba con él y tenía un ensayo seguía entrando en la sala de ensayos de su casa. Lo único que me ponía a un lado, de manera que si quería verme tenía que girar casi por completo su cabeza. Obviamente yo no salía en cámara, él no quería cabrear a Júlia y yo aún menos, se nota en su forma de hablar que es una mujer con mucho carácter. Y desde el segundo ensayo hay un papel de una libreta de cuadraditos pegado en la pared que se encontraba en el camino del campo de visión de Oliver si iba a mirarme en los ensayos. En el papel estaba escrito un: MIRA A LA CÁMARA, con letras desordenadas, gruesas y en color negro. Creemos que Júlia no se ha dado cuenta de que estaba allí, que me las pasaba sentada en una silla dibujando prototipos de pasteles o buscando ideas.
Hoy no ha habido mucho trabajo en la pastelería, lo típico de ir sacando bollería que a casi todo el mundo le gusta, y algunas galletas, cupcakes... en general postres sencillos. Solo se nos ha llenado la cafetería a primera hora para los desayunos, después un poco más a la hora del almuerzo porque tenemos a cinco minutos un par de institutos y los alumnos vienen a por el bocadillo. Y ya por último, a la hora de la merienda, pero no ha sido nada frenético. Además hasta dentro de dos semanas no hay ningún encargo extremadamente grande por lo que con Eva hemos podido cocinar mi pastel de cumpleaños.
He invitado a mi casa a Eva, por supuesto, a mis cuatro amigos que más que invitarlos les he avisado de que quería hacer una mini merienda-cena para qué no se fuesen por ahí, a Oliver y a mis padres lo único que ellos están ocupados y prefieren dejarme a solas con mi círculo.
El pastel que he hecho para mis amigos es uno en forma de corazón relleno con nata y trozos con fresas frescas. La cobertura es de color azul pastel y en la parte superior, alrededor del contorno del corazón, Eva ha hecho unas conchas con más nata con una boquilla en forma de estrella. Hemos batallado entre nosotras con qué poner en el centro. A mí con un bonito "feliz cumpleaños" me vale y me sobra, pero Eva no se conforma con tan poco, o eso dice ella. Se ha empeñado en que escriba "21 pisces baby", son unos pasteles que ahora se han puesto muy de moda porque no hay adolescente que no hable de su signo del zodiaco. A mí eso me da bastante igual, nunca he creído en el horóscopo, Eva, en cambio, dice que me viene como anillo al dedo ya que soy muy piscis. Simplemente espero que me lo diga para bien y no sea nada malo.
—¿Te gusta? —Me pregunta Eva cuando ya está más que acabado.
—Me encanta —admito.
Lo cierto es que ha quedado precioso.
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Veneno
Teen FictionLia Santos es una joven repostera que vive en un pequeño piso de la ciudad de Barcelona junto a sus amigos de toda la vida. Lia es sencilla, tranquila y altruista, la pasión por la repostería perdura en ella desde que era pequeña cuando cocinaba jun...