Capítulo 35

2 1 0
                                    

Lia

Esta última semana las cosas se habían calmado un montón, mi madre me ha estado llamando estos días para ver cómo iba, no he salido mucho por el trabajo en la pastelería, pero me lo he pasado en grande con Eva y más aun teniendo un fin de semana de puro maratón de Cómo conocí a vuestra madre con mis amigos. Ya solo me queda una temporada y media y no estoy lista para despedirme de esta serie.

El único problema que he tenido ha sido con Alicia, se enteró de que no fui a las clases de Bendek Olsen, ¿cómo lo sé? Bueno, básicamente publicaron en The Baker's Oven unas fotografías que se hicieron todos los grupos de cada ciudad de la gira con Bendek Olsen. Y sorpresa, yo no salía en la de Barcelona. Madre mía la bronca que me cayó, ni el mismísimo diablo da tanto miedo como Alicia enfadada.

La parte buena es que la gira de este codiciado pastelero ha tenido tanto éxito y tanta gente ha suplicado que vuelva a hacerla, porque se quedaron sin plazas, que ha sacado nuevas fechas, entre ellas la de Barcelona, y sí, ya estoy más que apuntada y voy a estar todo el fin de semana nutriéndome de conocimientos nuevos de pastelería.

La parte un poco menos buena de esta semana es que he estado llamando a Oliver para hablar con él y no me coge el teléfono. He decidido que es mejor intentar no pelearme más con él e intentar solucionar las cosas cuando nos veamos en persona. Pero cada vez que salta el contestador se me cae el alma a los pies, y me repito una y otra vez que tiene que estar ocupado haciendo más música.

Esa misma noche le llamo por última vez, y conforme van pasando todos los tonos de llamada, más pierdo la esperanza.

—¿Lia? —Pregunta la voz de Oliver a través del teléfono.

—¡Oliver!

—Ho-Hola, ¿cómo estás?

—Bien, yo siempre estoy bien, ¿y tú?

—Agotado, no hemos parado estos últimos días, entre componer, los conciertos, la alfombra roja y los premios no puedo más —suspira.

—¿La alfombra roja?

—Sí, si te lo comenté por mensaje, solo que no estábamos muy bien...

—Se me tuvo que pasar... ¿cómo fue?

—Bien, nos dieron el premio al álbum del año y a mejor grupo.

—Me-Me alegro un montón, Oliver, no tenía ni idea.

—Ya... te llamé para contártelo pero no me cogiste el teléfono.

Me quedo callada, sé que no lo ha dicho para echármelo en cara, pero me ha sentado fatal, yo no quería eso.

—Oye, siento mucho lo de estos últimos meses, he estado un poco desaparecida.

—Yo también lo he estado, no te preocupes, pequeña, yo también lo siento.

Sé que no debería hacerme ilusiones, pero que me haya llamado pequeña, como siempre hace, me da un resquicio de esperanza.

—Me gustaría hablarlo en persona —admito.

—A mí también, sé que es difícil hacer como si nada, pero hasta que nos veamos no estaría de más al menos llamarnos un par de veces para saber del otro, o contarnos que tal el día por mensaje, como cuando empezó la gira. No me gusta esto de hablar una vez cada semana y media.

—A mí tampoco.

—Aún estás a tiempo de venirte a Manchester, ya hablamos una vez que vinieras pero se quedó un poco en el aire. El concierto no es el viernes, sino el sábado y es el último antes de que tengamos unos días de descanso de nuevo, así que podríamos volver juntos.

VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora