Jin Aera, una figura destacada en JYP Entertainment, había abandonado su sueño de convertirse en idol hace años. A pesar de ello, su amor por la música la impulsa a componer y producir canciones para otros artistas.
Han Jisung es miembro del famoso...
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Aera volvía a casa después de un día cansado de trabajo. Se encontraba en el coche que le recogía del último show musical que le quedaba por hacer, aún quedaba un largo camino para llegar a casa.
Recibió una llamada de su madre, cogió el teléfono para descolgar.
—¡Feliz cumpleaños, cariño! —dijo al otro lado de la línea —. Tu padre también te lo desea.
Sí, hoy era su cumpleaños y aunque para ella siempre había sido un día muy especial, este año estaba siendo muy indiferente, como otro cualquiera.
La habían felicitado amigos antiguos que tenía de Busán, staff de la empresa y ahora mismo sus padres, sin embargo, gente que era muy importante para ella, se había olvidado de la fecha, como su novio.
Se sentía, por una parte, un poco decepcionada, porque le había repetido mil veces cuándo era su cumpleaños por la mala memoria que tenía a veces, pero también entendía que estaban muy ocupados y tenían muchas cosas que hacer y era totalmente normal que se olvidara. O de eso quería autoconvencerse Aera.
—Gracias, mamá.
—Hemos visto tu show musical en la televisión del restaurante —dijo su madre, ilusionada —. Es una lástima que sea el último, me encantaba verte, era como sentirte más cerca.
—Prometo ir pronto a casa—aseguró —. Ahora que han terminado mis promociones tengo más tiempo libre.
—Te estaremos esperando, como siempre. Tenemos muchas ganas de verte.
—Y yo a vosotros.
Era duro estar separada de la familia. Todos estaban allí, juntos, mientras que ella hacía una vida independiente en Seúl, y aunque se sentía arropada por sus amigos y su novio, a veces deseaba llegar a casa después de un día cansado y encontrarse la sonrisa de sus padres junto a los grandes platos que cocinaban. Los extrañaba mucho.
—¿Comiste pastel hoy? Recuerdo desde pequeña que era lo que más te gustaba de tu cumpleaños.
No quería preocupar a su madre, así que con un poco de presión en el pecho porque odiaba mentir, habló:
—Sí, mis amigos me han hecho una tarta casera. De hecho estoy ahora mismo con ellos y estamos hablando un poco.
—¿Y te han dado muchos regalos? El nuestro está esperando en casa.
—Muchos, mamá —mintió —. Espero poder enseñártelos cuando vuelva a casa.
—Me alegro de que lo estés pasando bien. ¿Las cosas con ese novio que me comentaste como van?
—Bien, mamá, todo está muy bien.
—Genial, espero que algún día tengamos la oportunidad de verle —fantaseó —. Bueno, te cuelgo que tus amigos seguro que están reclamando tu presencia. Un cumpleaños no es lo mismo sin la cumpleañera.
