Jin Aera, una figura destacada en JYP Entertainment, había abandonado su sueño de convertirse en idol hace años. A pesar de ello, su amor por la música la impulsa a componer y producir canciones para otros artistas.
Han Jisung es miembro del famoso...
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6 años después
Aera entraba a la cafetería para reunirse con su amiga Jimin. La visualizó sentada en la mesa, mirando el móvil, esperándola.
—¡Jimin! ¿Qué tal?
La nombrada levantó la vista para luego sonreír. Estaba contenta de verla.
—¡Aera, qué guapa!
—Lo dices como si no me vieras por redes sociales todos los días.
—No es lo mismo que en persona —rebatió —, llevaba meses sin verte. Te he echado de menos.
Aera notó el cambio de voz que tuvo al decir la frase final y se apenó. Odiaba verla tan poco. Era su mejor amiga.
—Lo siento, Jimin —se disculpó sinceramente —, estoy siempre muy ocupada. Te has mudado lejos y la distancia entre nosotras es grande —explicó —. Me alegro de volver a verte, lo sabes.
—Yo también, echaba mucho de menos nuestras salidas juntas.
Sonrió con nostalgia al recordar el pasado.
—En fin —dijo, intentando cambiar de tema para alegrar un poco el ambiente —, me voy unos meses y mira lo que me encuentro.
Aera descendió su vista a la barriga de su amiga, que a pesar de estar sentada, era notable. Estaba embarazada.
—¡Sorpresa! —exclamó —. Quería contártelo, pero prefería en persona que en mensaje.
—Me alegro muchísimo por ti, sé que siempre te han gustado los niños. ¿Es niña o niño?
—No lo sabemos, hemos decidido esperar al día del nacimiento para saberlo y que así sea una completa sorpresa.
—¡Enhorabuena, Jimin!
—Muchas gracias, Aera —agradeció —. ¿Y tú?
—¿Yo qué?
—¿No quieres niños? Han y tú lleváis muchos años juntos...
La productora se escandalizó al escuchar la pregunta y la insinuación de su amiga.
—¿Qué dices, Jimin? Por ahora no quiero hijos, y no me lo replanteo en un futuro cercano.
—¿Y a Han le da igual? —preguntó —. Quiero decir, a lo mejor él tiene deseos de ser padre.
—Jisung respeta lo que elija, no me presiona y tampoco me obliga —dijo —. Dice que para él lo más importante es lo que yo quiera.
—Vale, lo entiendo —razonó —, pero tener un hijo es algo mágico. Una gran alegría.
—Simplemente, no quiero, Jimin, al menos por ahora. No insistas —dijo —. Además, aún no estoy casada, quiero ir paso por paso.
