Estos escritos participan en el #Omegacember de la Fanpage @Es de fanfics de Facebook.
- Conjunto de escritos omegaverse con distintas parejas de animes y fandoms.
- Cada uno de los personajes utilizados en esta obra no son de mi propiedad, crédito...
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Mordida (Cortejo + Deseo): La mordida sella el compromiso o pacto entre un superior e inferior. Suele ser en el cuello, pero también puedes jugar con ellos haciendo que en épocas de celos dónde no hay receptividad el omega o beta ofrezca su mano, por ejemplo, para calmar los deseos del alfa. También puedes elegir la fuerza con la que será ya que la mordida puede arrancar la piel o limitarse a dejar su marca.
Después de recibir por primera vez a ese Alfa albino, Yūji solo quería una cosa y era poder llevar una marca de ese Alfa con el cual había comenzado una relación.
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La pareja de Alfa y Omega se encontraban reunidos en la habitación del segundo, ambos estaban conversando acerca de las actividades que tendrían que hacer, además el Alfa le mencionaba que no debía de decirle a nadie que ambos estaban en una relación, pues Yūji seguía siendo su estudiante y él su profesor.
Recientemente Yūji había llamado al Alfa diciendo que aún se sentía en celo, por lo cual no podría ir a clases y Satoru, como un Alfa protector, pero sobre todo celoso, fue hasta la habitación de su Omega para poder cuidarlo de que nadie más entrara a su habitación, solo él podía hacerlo.
Además, ambos habían comenzado a salir después de aquel encuentro en donde por fin Satoru tomo a Yūji y lo reclamó como su Omega, claro que evitó márcalo porque aún no era tiempo, tenía que esperar a que su Yūji fuera mayor y no fuera su estudiante porque no quería que su Omega fuera juzgado, aunque si alguien pensara siquiera en juzgar a su pequeño Omega tendría que pensarlo dos veces antes de que él lo lleve a conocer a su Dios.
—Satoru-san — el peli-rosa llamó al Alfa que se encontraba de espaldas a él — ¿Cuánto tiempo llevamos saliendo? — pregunto, el albino aún no se volteaba para ver al menor, seguía enfocado en lo que estaba leyendo en su celular.
—Un par de meses — respondió por fin dejando aquel aparato para prestarle total atención a su Omega — ¿Por qué lo preguntas Yūji? ¿Acaso quieres terminar con nuestra relación? — la forma con la cual hacía aquella pregunta le pareció demasiado tierna al Omega, pues el albino hizo un puchero en los labios y frunció un poco las cejas, realmente Yūji se preguntaba si el albino era mucho mayor que él porque era en momentos como ese que se comportaba como todo un adolescente.