27 | Nudo | GoYuu

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Nudo (Deseo + Responsabilidad sexual): Omegaverse juega con el hecho que los Alfas poseen un nudo para asegurar la fecundación. El nudo es el clímax del acto sexual donde el omega recibe la carga. Varía del autor en autor la duración del abotonamiento. Nosotros apuntamos a que fuera consensuado, pero ¿y si no?

No importaba como lo hiciera, él conseguiría tener a ese Omega que lo vuelve loco, de eso estaba seguro.


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Lo conoció por primera vez en aquel bar que comenzó a frecuentar cuando terminó con su anterior pareja, el coraje era tanto que deseaba desquitarse con quien sea, solo para poder saciar su dolor, fue ahí en donde lo vio, bailando suavemente aquella canción que desconocía.

Lo vio mover aquellas caderas que, se moría por tocar, por probar, fue por ello mismo que no dudo en acercarse al Omega que con la mirada lo llamaba, estaba completamente seguro de ello. Al tenerlo más cerca fue que se dio cuenta que era realmente bello, con esos ojos color avellana, aquella sonrisa que le dedicó tan hermosa que podía sentir algo cálido en su frío corazón.

No sabía que decirle a ese Omega, solo que lo había cautivado de tal manera que las palabras desaparecen de su boca sin siquiera intentar salir y ser escuchadas.

Lo único que recuerda de aquel día fue que ambos se fueron a casa del Alfa y pasaron la noche juntos, Satoru debía de reconocer que fue la mejor noche que pudo tener en su corta vida, porque ese Omega lo había cautivado de tal manera que no quería a nadie más que solo a él.

Fue por ello que comenzó a cortejarlo para que se volviera su pareja, su Omega, no quería que nadie más lo tuviera, que nadie más que él tuviera el placer de tenerlo entre sus brazos, de escuchar sus gemidos, de escuchar sus jadeos, su respiración entre cortada cuando lo está embistiendo, solo él quería tener la dicha de poder ver cada una de sus facetas y lo hubiera logrado si ese otro estúpido Alfa no se hubiera metido en su relación.

Okkotsu Yūta fue el Alfa que se metió en su posible relación, los vio juntos un par de veces hasta que finalmente su preciado Yūji le había dicho que no podrían seguir juntos porque tenía que casarse con otro Alfa, aquello rompió nuevamente el corazón de Satoru, quien no soporto nuevamente una desilusión, sabía que lo que estaba a punto de hacer no era correcto pero debía de intentarlo.

—Haré todo lo que sea necesario para tenerte a mi lado Yūji — había susurrado en cuanto vio al chico, el peli-rosa caminaba solo aquella noche, no sabía que sería la última en donde sus amigos y pareja lo verían.

Yūji no supo en qué momento se desmayó, es más no sabía qué era lo que había pasado para terminar en esa situación, estaba asustado, quería irse a casa, quería estar con su familia. Miro a todos lados y solamente se encontraba acostado en aquella mullida cama, sus manos se encontraban amarradas con una clase de soga y esta estaba sujetada en el cabezal de la cama, intento removerse un par de veces para ver si era posible escapar de aquel amarre, pero mientras más lo intentaba, más se lastimaba.

—¿Qué es esto? — susurro al darse cuenta que en el techo se encontraba un gran espejo, podía verse completamente y no estaba bien, su ropa se encontraba hecha un desastre al igual que su cabello ¿Dónde mierda estaba?

—Oh mi pequeño Yūji está despierto — esa voz, ¿Eso no podía ser posible? Aquella voz pertenecía a Satoru — no tengas miedo, no te haré daño — dijo mientras lo veía avanzar, el eco que emitían sus pasos al caminar era notable, eso quería decir que se encontraban solos y alejados de todos.

—¿Qué es todo esto Satoru? Debes de soltarme, necesito volver con mi familia — le había dicho en cuanto tuvo al Alfa lo suficientemente cerca como para que pudiera escucharlo — por favor — había susurrado lo último.

—Lo siento Yūji, esto lo hago por ti y por mí — dijo aquellas palabras, sintió como algo atravesó su tierna piel ¿Qué era? ¿Acaso era una inyección? Pronto sintió como su cuerpo comenzó a calentarse tanto que sentía que se quemaba, ¿Acaso le indujo al celo? Vio como Satoru sacaba otra inyección y se la colocaba él mismo, ahora entendía todo.

No sabe cuánto tiempo pasó, tal vez fueron horas o incluso días, no sabe cuántas veces eyaculo y se desmayó, sólo sabía que Satoru no estaba satisfecho porque cada vez que se levantaba después de desmayarse, el Alfa seguía embistiendo hasta satisfacerse, cosa que no sabía si ya había logrado.

—Mi Yūji huele tan bien, sabe tan bien y me aprieta tan bien que me hace enloquecer — le susurraba una y otra vez el Alfa. Yūji se sentía asqueado, tanto que nunca pensó en odiar a una persona y a él mismo, porque el verse en ese gran espejo lo noto, noto como su cuerpo disfrutaba de cada cosa que el Alfa le hacía, de cada embiste, de cada marca que dejaba en su cuerpo.

En su interior sintió como el miembro del albino crecía, oh no, él no quería eso.

—Satoru — trato de hacer entrar en si al Alfa — Satoru no lo hagas, por favor — suplicaba el Omega, pero al Alfa poco le podía importar si él lo único que quería era satisfacer a su Alfa interno y a su celo. Lo sentía cerca, sentía como su nudo se iba formando en el interior del Omega y la sensación era tan placentera que terminó por eyacular en su interior y morder el cuello del Omega, ahí en ese lugar en donde se encontraba su glándula de olor.

Yūji se quedó quieto, si se movía se podría lastimar con aquel nudo que el Alfa no dudo en hacerle, los colmillos de Satoru aún seguían enterrados en la tierna piel de su cuello provocando más dolor del que ya sentía.

Mientras que Satoru finalmente se sentía satisfecho con el celo que se provocó, al fin se sintió satisfecho y poco le importaba los actos que tuvo que hacer para conseguirlo, porque Yūji finalmente era de él y pronto formarían una linda familia, claro que sí, porque Yūji no podía pertenecer a nadie más, solo a él. Sin embargo, Yūji tendría otros planes ya que al momento en que se dio cuenta que estaba esperando un hijo de Satoru, decidió darle fin a su vida, porque Yūji no iba a seguir soportando los abusos de ese Alfa, lamentaba el no poder ver nuevamente a su familia y pareja. A esa personita que privó de la vida, pero no quería que sufriera igual que él, por lo que acabó con todo.

Para Satoru, el encontrar de esa forma al Omega con el cual se vinculó le provocó tanto dolor que deseaba terminar con su vida y así lo hizo, porque no podía seguir sin Yūji. 



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¡Omegacember! | 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora