31 | Cita médica | GoYuu

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Cita médica: Alfa y Omega acuden al médico, ¿Para? Es a elección del autor

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Cita médica: Alfa y Omega acuden al médico, ¿Para? Es a elección del autor.

Perdieron a su pequeño, sin embargo, aquella cita médica cambiaría todo.

Satoru y Yūji eran un matrimonio completamente feliz, o al menos eso era lo que ambos aparentaban, pues en el interior de aquellas cuatro paredes de su habitación, el pequeño Omega lloraba a mares

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Satoru y Yūji eran un matrimonio completamente feliz, o al menos eso era lo que ambos aparentaban, pues en el interior de aquellas cuatro paredes de su habitación, el pequeño Omega lloraba a mares.

¿Motivo? Habían perdido a su pequeño cachorro o más bien se lo habían robado, fue durante el parto del Omega que sucedió todo aquello.

Al nacer su cachorro, lo escuchó llorar y la emoción que sintió en ese momento era tanta que no pudo aguantar las lágrimas, agregando el cansancio excesivo que tenía, perdió la conciencia, no sabiendo lo que había pasado con su cachorro.

Pasó días inconsciente mientras trataba de recuperarse ya que había perdido mucha sangre y aún se encontraba débil. Fue casi una semana después que recobró la conciencia que pidió ver a su pequeño.

—Lo siento, su cachorro nació muerto — le dijo aquella enfermera mientras se retiraba de la habitación, sabía muy bien que aquella noticia sería muy difícil de afrontar para el padre Omega primerizo pero, no podía darle falsas ilusiones.

Yūji no entendiendo muy bien lo que acababa de escuchar, repitió las palabras una y otra vez en su mente, asimilando cada palabra, asimilando el significado de ellas, para después comenzar a llorar y gritar, arrancando de sus manos las vías intravenosas y lastimándose en el proceso.

Satoru, al escuchar los gritos de su Omega entró rápidamente a la habitación, viendo como se pequeño llevaba y gritaba, anteriormente le habían dado la noticia y quería decir que lo supo llevar pero, no fue así, al contrario  rompió todo lo que estuvo a su alcance porque no podía soportar el saber que habían perdido a su primogénito.

Por lo que al ver a su pequeño de esa manera, fue a su lado y lo abrazó fuertemente, dándole palabras de consuelo, aunque sabía perfectamente que no había palabras que pudieran ayudar en ese momento porque él dolor que sentía, él lo sentía igual.

—Tranquilo Yūji, por favor cálmate, todo saldrá bien — susurraba una y otra vez, tratando de calmar a su pequeño pero, sin tener una respuesta positiva.

—Satoru — dijo mientras seguía llorando, aferrándose a los brazos del albino — mi cachorro Satoru — decía con tal sentimiento que Satoru no aguantó y pudo sentir cómo pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas.

Le dolía tener de esa manera a su pequeño, no quería verlo sufrir, si él pudiera dar todo de sí, hasta su propia vida con tal de regresarle la vida a su cachorro, él sería completamente feliz.

—Te entiendo cariño, vamos, tenemos que ser fuertes — le dijo mientras seguía abrazándolo fuertemente, tratando de darle todo el amor que debía que necesitaba.

—No Satoru — le hablo, mientras seguía abrazado al albino — mi cachorro está vivo, yo lo escuche llorar — le dijo viéndolo a los ojos, la seguridad con la que dijo aquellas palabras le dijeron que decía la verdad.

—¿Qué dices Yūji? ¿Nuestro bebé está vivo? ¿Estás seguro? — Yūji no dudó ni un segundo y comenzó a asentir.

—Lo está — dijo seguro.

De aquella situación ya habían pasado cerca de cinco años, en donde no sabían nada acerca de su pequeño cachorro, ahora después de muchos años de investigación y búsqueda, ambos, Alfa y Omega se encontraban en el consultorio del médico que estaba llevando ese caso.

Pues hace un par de semanas el investigador privado que había contratado Satoru, dio con el paradero del pequeño, quien era aparentemente su pequeño, Yūji no pudo con aquella noticia y pidió que le hicieran una prueba de ADN, porque ya habían sido al menos tres ocasiones en las que aparentemente habían encontrado a su hijo y al conocerlo y verlo, Yūji presentía que no era, por lo que siempre se llevaba una desilusión.

Sin embargo, esta vez sería diferente, porque presentía que si lo sería, lo podía sentir, su Omegs saltaba de emoción en su interior por conocer a ese pequeño.

—Muy bien Satoru — había dicho Shoko, el médico de confianza de Satoru, la única persona en la cual podía confiar en esos momentos, porque debido a lo que pasó anteriormente, no confiaba en nadie.

—Por favor, dinos que dice — el nerviosismo se podía sentir en ellos dos, podía sentir sus aromas nerviosos por saber la respuesta.

Shoko con cuidado abrió el sobre que tenía en manos, leyendo los resultados del examen de sangre realizado al menor.

—Positivo con un 99.99% de compatibilidad.
La emoción que sentían ambos, era tanta que no pudieron evitar soltar lágrimas de felicidad, por fin, después de años de búsqueda y de decepciones, por fin dieron con su pequeño cachorro, ahora vendría lo más difícil y sería hablar con el pequeño y explicarle quienes eran ello, sería difícil pero no imposible.

 La emoción que sentían ambos, era tanta que no pudieron evitar soltar lágrimas de felicidad, por fin, después de años de búsqueda y de decepciones, por fin dieron con su pequeño cachorro, ahora vendría lo más difícil y sería hablar con el pequeño...

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¡Omegacember! | 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora