Estos escritos participan en el #Omegacember de la Fanpage @Es de fanfics de Facebook.
- Conjunto de escritos omegaverse con distintas parejas de animes y fandoms.
- Cada uno de los personajes utilizados en esta obra no son de mi propiedad, crédito...
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Celo Alfa (Deseo o Responsabilidad sexual): Un torbellino de energía sexual, listo para anudar y fecundar. De ti depende si se consume o no. Por eso ya hemos introducido autocontrol, supresor, gargantilla y collar de protección.
Ningún Omega que le han presentado ha logrado satisfacerlo, aquello lo estaba volviendo loco, hasta que a su vida llega un Omega pelinegro, justo antes de perder por completo su lado humano, saciando por completo su libido y calor.
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Naruto parecía un zorro enjaulado en su propia habitación y es que esa era la única forma que tenían para poder controlar el creciente celo de un Alfa, desde que comenzó a tener sus celos hasta la fecha, ningún Omega ha sido capaz de satisfacer su deseo. Ninguno de los Omegas que fue presentado ante él fue capaz de soportar su calor, algunos de ellos se desmayaron después de recibir al Alfa por primera vez, otros incluso rogaban porque los dejaran salir de aquella habitación ya que no podían con aquel Alfa que solo pensaba en sí mismo.
Sin embargo, el Alfa seguía sintiéndose reprimido, porque nadie lograba saciar el creciente deseo que con cada celo iba en aumento. Naruto poco a poco iba perdiendo su lado humano para volverse una bestia salvaje que solamente quería intimar, no importaba con quien, no importaba donde, solo quería enterrar su miembro en cualquier cavidad húmeda, no importaba de quién, de que, solo quería sentirse liberado.
Y nuevamente ahí se encontraba, en su habitación, la cual estaba hecha un desastre, pues el Alfa rubio había roto todo a su pasó mientras intentaba salir de aquel lugar. Incluso su familia tuvo que colocar barrotes de metal en las ventanas y en la puerta de la habitación del rubio, más que nada por el miedo a que este saliera de casa y tomará a cualquier Omega que viera por la calle.
—¿Crees que esta vez sí funcione? — preguntaba una Omega afuera de la habitación del rubio, quien era la más preocupada de todos ellos, pues su pequeño no reaccionaba, no era él, era su Alfa interno que lo estaba controlando clamando por alguien que lograra satisfacerlo.
