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Disfruten de este capítulo que me llevó toda la tarde.

Esto de chambear sin que me paguen no es muy Funny Funny.

Bueno ahora sí, por lo que vinieron...

Mark:

Habían pasado unos cuantos días antes de que por fin cayera el cumpleaños de Logan.

El cual…

Fue bastante frustrante porque me tuvieron de esclavo.

No es algo nuevo, total, soy yo.

—¡Estoy siendo obligado! —me quejé.

—¡Deja de hacer drama y ponte a inflar globos! —me regañó Jess.

—Esto es injusto… —murmuré.

—Injusto es que Logan vaya a pasar su cumpleaños aburrido por tu culpa. —se cruzó de brazos.

Tenía razón.

De igual manera esto lo planee yo.

—Si no quieres hacer todo el trabajo déjame pasarlo solo en mi cuarto. —Logan de apoyó en la pared.

—Nada de eso —fruncí el ceño.

El soltó un suspiro y se encogió de hombros.

—Bien, solo te di una solución, tu eres quien se jode la vida solo ¿Sabías? —se acercó a nosotros y se sentó en una silla mientras nos miraba.

Claro el vago no planeaba hacer nada más que observar y juzgar.

—¿No vas a ayudar? —preguntó Jess.

—¿Yo? Yo por mi estaría colgándome yo y no a los globos, no me pidas mas. —Respondió Logan, cruzándose de brazos.

Me reí y Jess me tiró una cinta a la cabeza.

«La violencia en esta casa parece que es contagiosa».

—¡Oye! Yo no tengo la culpa de que use sus traumas de chiste. —le saqué la lengua mientras me acariciaba la cabeza.

«Si me había dolido, y mucho, soy sensible».

—Yo de ti no hago eso, ¿O quieres que te la corté? —amenazó Jess.

Devolví mi hermosa lengüita a su lugar y sonreí con inocencia.

Yo si creía que era capaz de hacerlo, no es bueno ver a una mujer enojada.

Y más si son de baja estatura, esas son el diablo.

Dato: Cualquiera que sea de poca estatura y se enoje es peligroso.

—No hagas eso, aún me faltan años para poder besarlo, no le puedes quitar la lengua. —dijo Logan.

Me quedé unos segundos procesando lo que dijo y gire a verlo estupefacto.

«¿Que acabo de escuchar?»

¿Escuchan eso? Es la policia viniendo a por mí

—¿Cómo? —preguntó con emoción Jess.

Está variaba su mirada entre Logan y yo sin dejar de sonreír sorprendida.

Se me quedó mirando unos segundos y se rió.

Para mí que se estaba riendo de mi próximo arresto.

—¡Que sepas que no le he tocado un solo cabello! —me defendí mientras sentía mis mejillas arder.

Hasta que seamos solo nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora