Logan:
Cuando nos íbamos a dormir mi corazón se aceleró locamente. Habíamos decidido que Mark dormiría conmigo, Esteban lo haría en la habitación dl tercer piso que tenía balcón y Ángel en el primer piso junto a nosotros, pero en la otra esquina de la cabaña.
Me encerré en el baño dejando que el agua gotee en mi frente desde mi cabello húmedo. Mis mejillas están rojas de la vergüenza y trato de calmar mi respiración lo más que puedo.
Mi mente no deja de maquinar cincuenta escenarios imposibles que no deberían estar pasando por mi cabeza.
«Esta bien Logan, respira, solo vas a estar en la cama, durmiendo. Nada más que DORMÍR.»
—¿Logan?
Doy un brinco en mi lugar en cuanto escucho unos nudillos chocar contra la puerta y la voz de Mark preguntando por mí.
—Ya salgo, dame un momento —vocifero.
Mark no dice nada más y me miro frente al espejo, mis pupilas dilatadas y titilando demuestran lo nervioso que estoy.
Abro la llave y acuno agua entre mis manos, hundo mi cara en ellas, dejándole el cargo de llevarse todo lo que pienso.
Aprieto el lavabo bajo mis manos y suspiro antes de salir de aquel cuarto de baño.
Mark quien se había bañado hace no tanto, se estaba secando el cabello, no tenía sus lentes, y ahora tampoco su camisa. Solo tenía un pantalón corto que llegaba hasta sus rodillas.
Mi corazón da un vuelco cuando voltea a verme y me dedica una pequeña sonrisa.
—¿Te molesta si duermo así? No me gustan tanto sentir la ropa encima, pero si te incomoda puedo colocarme una camisa mas ligera.
Respondo de inmediato negando con la cabeza, aún sabiendo que mientras sienta un centímetro de su piel no voy a poder dormir.
Me sonríe y estira sus brazos. Se sienta sobre la cama y palmea el lado contrario.
Titubeo antes de acercarme y aún tenso me coloco a su lado. Clavo mi mirada en mis manos sobre mis muslos. No soy capaz de devolverle la mirada.
Mark me rodea con su brazo y toma mi mentón con su otra mano, obligándome a verlo.
—¿Qué traes? Pareces nervioso, ¿Hay algo que te está molestando? —cuestiona enarcando una ceja.
Mis ojos se fijan en los suyos y de solo tenerlo cerca recuerdo todo lo que he maquinado en mi mente sin que él lo supiera. Mi mirada viaja a sus labios, los cuales mis veces se posaron en mi cuerpo; en esos ojos que alguna vez llegaron a verme sin ropa; esos brazos que me han sostenido, pero todo eso solo dentro de mi mente. Cada pizca de placer que ha provocado en mi sin hacer nada, sin mirarme, sin tocarme, sin querer hacerlo.
No voy a decirle que no puedo dormir con él solo porque soy un perverso que piensa más con lo que le cuelga entre las piernas que con él cerebro. No haré eso.
—Estoy indignado de que no me hayas dado un beso, pero no sabía cómo decírtelo —miento descaradamente.
A pesar de la mentira Mark se ríe, besa mi frente con ternura y me dedica una gran sonrisa.
—Lo siento, no quería que te sintieras asfixiado.
Abro los ojos con sorpresa y lo miro sin comprender.
—¿Por qué piensas eso? Eres idiota. —Golpeó su hombro—. No actúes como estúpido, sabes perfectamente que amo que me beses ¿Quieres que te lo recuerde?
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Hasta que seamos solo nosotros
Romance[3 parte trilogía "Nosotros"] Un espectador más, viviendo el drama de su primo y viendo ambas versiones de la historia, Tal vez una más que otra, pero no le molesta ser parte de los que no viven su romance, pues tiene la esperanza de enamorarse. ¿De...