Capítulo 37: Conflicto 3

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Creo que tomar el pico Khüiten ha sido de las mejores decisiones que he tomado a lo largo de mi vida, eso junto escupirle a un presidente. Puede que solo parezca una simple montaña nevada, pero en verano (o en lo que debería ser verano en otras partes del mundo) la nieve cesa y las nubes se despejan, revelando un paisaje nevado digno de una película animada.

Ordené a Unidad que creara una cúpula de vidrio con vista incluida en la cima de la montaña, el lugar perfecto para relajarse. En serio, a veces necesito despejarme de todo lo que me estresa, nada de engaños, persecuciones o emboscadas, solo yo mirando al cielo nocturno.

Ahí está Marte, la Luna, incluso puedo ver a la distancia un cometa... *ahh* Esto es vida...

[Amo Grayson, recuerde que debe encargarse de los prisioneros]

Unidad... Déjame descansar, lo haré luego...

[Entendido]

Bien... Lo único que me falta es una buena copa de vino...

Desafortunadamente lo bueno no dura tanto, por lo menos no cuando una alarma resonó a lo largo del mirador, revelando la cara de mi homólogo en la liga.

- Dick, amigo mío, me alegro de verte. - contesté con una sonrisa.

Me alegro de que me llame, la situación solo ha empeorado estos últimos meses, me preocupa que se llene tanto de estrés. Me alegra ver otra vez esa sonrisa en su rostro, como en el Equipo.

- Grayson, me alegro que puedas responder. He captado actividad de la Luz en Puerto Feliz, justo en la antigua base de la Liga, creo que es obra de Vandal. Sé que no tienes razón para ayudarme, pero he encontrado la forma de terminar con Savage, encuéntrame si puedes en el puerto.

Su tono era firme y recto, lleno de tenacidad junto a una extraña resolución en sus ojos, puede que muy pronto se acabe todo.

- Estaré ahí.

Después de despedir al primer Robin me dirigí a la cúpula con la intención de cerrarla, no puedo permitir que le pase algo. Es algo refrescante tener que volver a Puerto Feliz, aunque me da tristeza haber perdido la torre, maldito Klarion, por lo menos ya no me puede fastidiar.

Con algo de concentración y unos pocos hechizos logré llegar a Puerto Feliz, aunque creo que me tomará un tiempo llegar a la costa. Estos años le han hecho bien a la ciudad, aún en la noche muestra una cara radiante y llena de vida, un buen sitio para vivir.

- ¡Auxilio! ¡Un ladrón!

Un ruido me alertó de un carterista a mis espaldas, corriendo a toda velocidad mientras portaba una bolso. Naturalmente, simplemente le lancé un golpe lo suficientemente fuerte como para desmayarlo. A unos pocos metros apareció una anciana con más arrugas que aire en el cuerpo, al parecer estaba agradecida, pues tomó su bolso, me dio un dulce y se fue mágicamente.

Puede que no me gusten los criminales, pero no voy a dañar a un simple ladrón. Con una orden envié a una sombra para llevarlo a la comisaría. Esto me trae recuerdos, un día Kaldur, Megan y yo fuimos atracados por un ladrón. En serio, me reí tanto que luego me sentí mal por el pobre hombre, al final lo noqueé y lo dejé a su suerte el un callejón.

Aún me acuerdo de la risa contenida de Kaldur mientras intentaba regañarme por mi comportamiento, por lo menos hasta que se cansó de luchar y simplemente me sonrió, esa noche comimos pizza. Me encantaría volver a esos días, tal vez pude haberme dado cuenta antes, pero pasaron tantas cosas que mi cabeza se llenó de mi mismo, me gustaría haber tenido a Bruce.

Desafortunadamente sé que eso no va a pasar, todo lo que he hecho, todo lo que hemos hecho, no hay nada que pueda hacer para deshacerlo, creo que por eso acepté venir, tal vez los extraño. Eso si, debo encargarme de la Luz, más específicamente de Vandal, Luthor es alguien que puedo controlar.

Alma huecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora