Capítulo 30: Dioses

106 19 1
                                    

¿Qué es un dios?

¿Existe uno? ¿Existen dos? ¿No existe?

¿Cuál es su propósito?

Esa era la pregunta que había recorrido la mente de Grayson a lo largo de estos años. Todo inició con la conformación de la alianza con las islas del paraíso, lo que desencadenó en un profundo intercambio cultural por parte de las amazonas y el rey de Gotham.

Querían saber qué le había pasado a la princesa de su pueblo, deseaban respuestas, algo esperable. No tomó mucho tiempo para que la reina Hipólita diera a conocer a la segunda amazona más fuerte, Donna Troy.

Era, en pocas palabras, una Diana pequeña, eso si, con mucha más antelación del mundo. Pese a la relación política de Themyscira, ella se unió a la Liga de la Justicia, aparentemente por su código.

Cuando Grayson le preguntó a Hipólita sobre el nacimiento de Donna, esta misma simplemente respondió diciendo: "Nos la dieron los dioses".

Solo eso... Crearon una vida solo por... Capricho...

¿Cómo? Podían crear un cuerpo fuerte, una mente flexible y en blanco, pero no un alma.

En retrospectiva, para crear un alma se necesitan dos cosas: poder cósmico sobre la vida y la muerte, y la capacidad de ir en contra de la naturaleza misma. Hay un balance en el universo, este mismo hace que el multiverso no colapse. Una de las razones por las cuales eran llamados dioses.

Pero había algo raro. ¿Por qué lo hicieron? ¿A dónde llegaba su poder?

Después de varias investigaciones pasadas por "charlas de chisme", Grayson logró percatarse de algo, todas las islas del paraíso estaban envueltas en una energía extradimensional, algo más allá del mundo mismo.

Afortunadamente se encontró con una sorpresa, Etrigan, su querido demonio de bolsillo, poseía una energía parecida. Cuando le preguntó a este mismo sobre la naturaleza de esta sustancia, el demonio se puso extremadamente serio y le dijo que había reglas cósmicas que no se podían romper, advirtiéndole que se alejara de su búsqueda.

¿Le hizo caso? No, al contrario, se interesó más por esta aparente divinidad. Obteniendo al final un regaño. ¿Quién lo regañó? Ni él mismo lo sabía, pero cuando una nota aparece frente a ti sin razón aparente, marcando tu fin, asesinando tu existencia del multiverso, y regresándote a la vida en menos de un segundo, bueno... Fue convincente...

Con su investigación sobre las energías del omniverso canceladas por fuerzas superiores, se limitó a configurar lo que llamó el proyecto "FBI". No es que le gustaran las fuerzas estadounidense, sino que quería golpear en la cara a Zeus. No se le había quitado lo mezquino.

Lo único que supo al final era que las entidades "divinas", eran simplemente una especie de razas extrañas, todas ancladas en una esfera de existencia superior al mundo.

¿Cómo se relacionaba esto con Diana? Pues es muy fácil, si eran una raza, no eran omnipotentes, así que podía arrancar su presencia del mundo, por lo menos superficialmente.

Primer paso, ir al templo más sagrado de Themyscira, el templo de Zeus. Fue acompañado de Hipólita, le servía de apoyo moral. A lo largo del camino se encomendó a decirles su plan.

Paso dos, negar a los dioses. Bien, es una buena noticia, los ateos tenían razón, no son verdaderos dioses. La forma de interrumpir esta esfera de influencia era mediante la configuración de aquello que denominó "anti-magia".

No, no se podía hacer anti-magia con magia, era algo estúpido. Desafortunadamente no tenía la ecuación anti-vida, le hubiera sido más fácil, pero por suerte no la necesitaba. La divinidad recaía en la existencia de esta esfera de influencia, por lo que debía haber algo opuesto.

Alma huecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora