Capítulo 38: Preparativos

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Las montañas nevadas de Mongolia eran un lugar ideal para vacacionar. Increíbles paisajes, buena comida y un clima perfecto para los más aventureros.

Todo era perfecto, por lo menos hasta que una nube mística comenzó a manifestarse en lo alto del pico Khüiten.

No hubo tiempo para reflexionar, lamentarse o llorar para Grayson Wright, solo un limitado suspiro antes de tener que enfrentar otro evento en su planeta. En este momento se encontraba en medio de una proyección mágica de toda la tierra, la cual le permitía calcular con su mente el lugar y tiempo de la extraña nave que había entrado a su sistema.

- (¿Cómo es posible? Hace unas horas era solo una mancha, tendría que viajar más rápido que la luz para poder recorrer una distancia tan grande.)

Si bien Grayson era casi tan paranoico como su mentor, no le fue difícil mantenerse al tanto de todo lo que pasaba en el planeta, manteniendo las cadenas de la Organización bien sujetadas hacia aquellos que controlaban.

Gobernantes...

Jefes del crimen...

Grupos terroristas...

Dictadores...

Todos pequeñas hormigas en el gran esquema de las cosas, moviéndose bajo el control preciso del Gothamita. Sin embargo, no podía controlar aquello que llegaba de los confines del infinito espacio exterior. Tenía unos muy buenos amigos, pero incluso con su ayuda todo le resultaba caótico.

Con el paso de los minutos la trayectoria de la nave tomó un camino directo hacia un punto en específico del planeta.

- Pico Khüiten...

Si bien esto le permitía tener más control de la situación, no podía evitar pensar que esto era demasiado raro. Una jugada del destino, un ataque directo o una simple coincidencia. Sea cual fuera el caso, no permitiría que nada se interpusiera en su camino, no otra vez.

- Unidad, llama a Razer y Jade, reporta de un posible código Lambda.

Su orden fue directa y precisa, algo recurrente en su relación con el cúmulo de almas con las que compartía existencia, pero esta vez ocurrió algo diferente: Unidad no respondió, simplemente se quedó callada. Podía sentirla operando con normalidad en su estación en la montaña, pero aún así no respondía a su comando.

Billones de pensamientos cruzaron su mente por unos milisegundos antes de encontrar la respuesta, por lo que se dispuso a enviar el mensaje el mismo mientras la proyección mágica de la caída se evaporaba en el aire. Con el movimiento de sus manos los objetos del mirador tomaron la posición de una sala.

Primero se sentó antes de pensar sus palabras, seguido por un portal el cual recogió a Unidad y la puso en el mueble contrario. Su apariencia no había cambiado en lo más mínimo, después de todo, no era necesario hacer cambios a un cuerpo tan avanzado como el de un humano del futuro.

La asistente de Nameless no pareció reaccionar al acto de su amo, podía seguir trabajando aún fuera del planeta si era necesario, moverse unos cuantos metros no haría nada para perturbarla.

- Necesitamos hablar. - dijo el pelinegro mientras bloqueaba las acciones de Unidad.

Eso si hizo algo, hacer que la mujer de cabello plateado agachara la cabeza con el fin de evitar a su amo. Pese a la clara incomodidad que se estaba formando en la habitación, Grayson sabía que lo tenían que hablar.

- Unidad, quiero pedirte perdón. Me confié y por no morir tuve que sacrificar una parte de ti.

Así era Grayson Wright, alguien directo que pensaba que comunicarse era la mejor política, razón por la cual había ridiculizado a cientos de líderes en los últimos años. Sin embargo, Unidad parecía reaccionar de la forma contraria a la esperada.

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