Capítulo 31: Fin del show

107 16 0
                                    

¿Qué es el caos?

Pues es algo muy fácil... El caos, al igual quel orden, no son más que simples divagaciones de la energía de la crisis y la anti-crisis, respectivamente.

Sus existencias no son menos necesarias para la realidad que el espectro emocional o los parlamentos. ¿Pero qué pasa cuando entidades conscientes lo controlan?

Bueno... Pasa esto...

Klarion, el señor del caos más débil, estaba empujando a cultistas de Trigon a abrir un portal por el cual vincular a uno de sus esbirros a Raven, Mi discípula. Quiero a esa niña, es como una hermanita para mi, no voy a permitir que esa excusa de padre la lastime más de lo que ya ha hecho.

Debo acabar de una vez con Klarion, dejando en claro al conquistador que no puede entrar en mi reino. ¿Cómo lo haré? Fácil, consumiré su existencia con mi cuerpo, ahora imbuido en la anti-magia. Si estoy en lo cierto, podré matarlo definitivamente, cortando a los señores del caos de este mundo.

Podía escuchar a la lejanía a los cultistas, aclamando a su señor y lanzando poder mágico a un círculo de sangre adornado con un pentagrama, ubicando en cada punta un ojo de cobra, lo que nadie notó fue como los ojos de cobra se transformaban en ojos de víbora.

________________________________________________________________________________

Mientras tanto, el señor del caos se la pasaba riendo y bailando a lo largo del ritual, acariciando a su gato mientras la destrucción de mi dimensión se acercaba. Su dientes puntiagudos se curvaban en una sonrisa maníaca de destrucción.

Esto pasa cuando eres un radical...

Cuando el clímax llegó a estas personas, cada uno tomó un cuchillo, apuñalando sus corazones para derramar sus almas impías en la puerta al infierno de pesadilla en el que se encontraba el gran mal.

El círculo se comenzó a iluminar, revelando una grieta disforme en la realidad, la cual poco a poco se comenzó a abrir mientras formaba la pupila de un reptil. A través del portal se revelaron los más aberrantes misterios de la existencia, cayendo en una figura de cuatro ojos, cuernos y piel roja.

Ante este despliegue se manifestó Klarion.

- ¡Mi amigo! ¡Hace tanto que no te veo! ¡Me alegro de ver que no has cambiado nada! ¡Prepárate para la gran función!

Casi instantáneamente el ser oscuro alzó su mano, dirigiendo a unos de sus lacayos a lo largo de la puerta.

- Tu actuación, como siempre, es satisfactoria. Me encargaré de que tu rango sea aumentado.

Se pudo notar cómo en los ojos del más joven se formaban estrellas de la emoción, ansioso por el hecho de que uno de sus superiores lo iba a ascender. Sin embargo, algo pasó...

Cuando el demonio intentó pasar por el portal, una energía mística lo bloqueo. No era magia del orden o de origen mortal, sino que era la propia magia del ritual. Al ver esto, el conquistador entró en cólera, arremetiendo contra el niño brujo.

- ¡TU MISERABLE RATA! ¡¿ME TRAICIONAS?! ¡¿A MÍ?! ¡EL RITUAL ESTÁ MAL HECHO! ¡ES TU CULPA!

Antes de que pudiera seguir hablando, una mano de oscuridad surgió de la nada misma, capturando el cuello del señor del caos como una simple marioneta. Este mismo intentó usar sus poderes, pero rápidamente chocó con una revelación: No podía usar su magia.

- Klarion... - mencionó una voz tétrica en su espalda - Eres muy escurridizo, aunque te debo agradecer por traerme con el grandote. Aquí tienes tu premio... El fin...

Alma huecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora