Capítulo 8: Tramposo

301 56 19
                                    

Los rostros de Selina y Bruce se tornaron desesperados cuando Jason Blood negó usar el poder de Etrigan para ayudarlos, pero eso fue superado cuando Grayson, en un arrebato, invocó a la fuerza al demonio que rima.

El protector de Gotham intentó reprenderlo, pero su voz se ahogó cuando escuchó la intención del joven.

- Jeje... Un humano más, que sus límites pronto conocerá.

La primera persona en salir del shock fue, curiosamente, la propia Selina Kyle.

- ¡¿Qué estás haciendo Gray?! ¡No haces tratos con demonios, maldita sea!

- Tranquila Selina, puedo controlarlo. Dime algo Etrigan, debes sentirte restringido con Blood en el mando, ¿Te gustaría cambiar eso?

- ¿Tu, aquél con el valor para invocar, tiene el valor para subyugar?

- No gracias, ya tengo algunas voces en mi cabeza, pero si puedo hacer algo por ti. Si prometes ayudarme de aquí en adelante, el contrato vinculante que hagamos me dará cierto acceso a tu contrato con Blood. Así que, hasta que Alfred deje de estar en peligro, tu dominio y el de Blood estará en mi poder. Cuando la clausula desaparezca, serás libre de se quién esté al mando.

El ser infernal no aceptó al instante, sopesó sus opciones poco a poco, analizando las palabras de aquél que se encontraba ante él.

Era un demonio, sabía sobre el peligro de hacer tratos, pero no importaba cómo lo viera, este era, con gran diferencia, el trato más equitativo que había recibido.

El humano que lo enfrentaba era joven, por lo que todavía no debería de saber como engañar tan bien. Teniendo en cuenta sus motivaciones, solo le debería de importar salvar a sus seres queridos más débiles. Podía ver que uno de ellos estaba en una condición grave.

Por otro lado, le encantaría tener el control de por sobre Jason Blood. Por fin podría lograr su objetivo y matar a su maldito padre.

-Acepto.

Si bien tenía el gusto por rimar, nunca le importó dejar de lado esa maña en momentos importantes.

De repente, una cadena de luz etérea se conectó entre las dos partes del contrato, provocando que dentro de Etrigan surgiera el deseo innato de obedecer al que, por ahora, sería su maestro.

- Muy bien. Tengo entendido por Blood que las arpías son guardianes antiguos. Busca que están protegiendo y guíanos.

El demonio de buena gana comenzó a usar sus sentidos mágicos para rodear el Everest.

La pura cueva en la que se encontraban era abismalmente gigante, tal vez debido al tamaño de sus habitantes, pero al lado de la montaña parecía un simple chiste.

Pese a esto, rápidamente se dio cuenta de algo inusual. La montaña parecía exudar cierta sensación gélida y penetrante en su base.

- Nuestro objetivo se encuentra donde los ojos no alcanzan, debemos de bajar hasta tocar el núcleo.

- Deja de hablar en rima, es molesto.

- Entiendo. Siento una fuente de poder abajo, en la base de la montaña. Debemos bajar.

Sin embargo, la conversación fue interrumpida por el caballero de la noche, el cual no tardó en chocar con su discípulo.

- ¡Debes detenerte Gray! ¡No sabes con lo que te estás metiendo! ¡La magia no es algo que puedas controlar, menos cuando se trata de un demonio!

- Sabes que me gusta ser la madre amable Gray, pero no confiaría en alguien con cuernos y piel amarilla. - dijo la ladrona.

- Selina, sin ofender, pero tu has confiado en Ivy, no puedes decir nada. Bruce. - tomándolo de los hombros - Sé que no soy el más equilibrado, maduro, experimentado o sabio, pero sé como tener el control. Confía en mí.

Alma huecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora