-Relájate, Sparta-. dijo Victor, dejándose caer en el asiento a su lado.
-¿Qué?-. Andrés dijo, mirando alrededor del aula antes de mirar a sus manos.
-Tú estás tenso como la mierda. ¿Estás nervioso por tus calificaciones? ¿No dijiste que hablaste con Coronel y lo convenciste de que te diera una segunda oportunidad?
-Sí, lo hice. Él no me reprobó. Me acabo de enterar que me dio una D-. Y había sido un gran alivio. Andrés no creía nunca haber estado tan feliz por recibir una D.
-Felicidades por no reprobar. Estabas a esto...-. dijo Victor juntando sus dedos con una sonrisa, después dándole palmaditas en la espalda. -Todavía me sorprende que lo hayas convencido-. Andrés cuidadosamente evitó los ojos de su amigo.
-Hablando del rey del infierno-. Victor murmuró un segundo después.
El silencio instantáneo que cayó sobre el aula era casi divertido. Casi, pero no lo era.
Andrés echó un vistazo a la alta figura de Coronel.
-Las calificaciones de mitad de período fueron ingresadas-. Dijo Coronel, sin preámbulos. -Informé las notas todos los estudiantes cuyas calificaciones fueron inferiores a C. Los informes fueron enviados a la Oficina del Secretario de la facultad, quien las distribuyó a cada estudiante-. Hizo una pausa. -Si tienen alguna duda, pregunten.
Silencio.
Un tipo levantó la mano.
-¿Sí, joven?-. se escuchó decir a Coronel, caminando hacia el estudiante. Andres no miró; él sólo lo veía en su visión periférica.
-No lo entiendo-. Dijo el universitario. -¡Tengo una F , y al parecer eso es todo! ¿Ni siquiera puedo mejorar mi nota? En todas las demás clases, las calificaciones de mitad de período no afectan nuestro promedio final. Existen, más o menos, para decirnos dónde estamos en la clase, y si tenemos o no que trabajar más duro, pero al parecer, en su clase no.
Andrés se encogió.
-Pobre hombre-. Susurró Victor.
Hubo una pausa.
-Joven-. Coronel habló por fin, su voz peligrosamente suave y su mirada característica hacia el universitario. -¿Has leído el plan de estudios del curso?-
-Sí-. Parecía cualquier cosa menos seguro.
-Si usted leyera el plan de estudios, sabría que en mi clase las notas de medio término sí afectan sus calificaciones finales. En otras palabras, si usted recibe una calificación de mitad de período desaprobada, usted no conseguirá una nota final aprobatoria. No hay excepciones.
-¡No es justo!-. dijo. -¡Así no es como se hacen las cosas en las demás clases! ¿Usted sigue las normativas que los profesores deben seguir?
-Así es como se hacen las cosas en mi clase-. De ser posible, la voz de Coronel se hizo aún más suave. -Y por si lo pregunta, me sé todas las normativas, pero en mi clase yo decido mi forma de calificación y la universidad me acredita por ello. Yo no pasaré a un estudiante que tuvo un récord de asistencia pésimo para la mitad del periodo y falló en entregar sus tareas o las entregó con demora. Si usted leyera el plan de estudios, como yo les he dicho a todos que hicieran en el primer día del ciclo, usted no estaría en esta situación. Puede dar las gracias sólo a sí mismo. ¿Tiene otras preguntas? ¿Preguntas inteligentes?
-No-. Se quejó.
-Ahora ¿Alguien más quiere perder mi tiempo con preguntas sin sentido de las que se supone que deben saber las respuestas?
El silencio era casi sobrenatural. Nadie se atrevió a respirar.
-Bien-. Coronel volvió a su escritorio.
-Wow...-. susurró Victor, apenas audible. -¿Qué mierda le pasa hoy?
Probablemente el enojo de que no pudiera reprobarme, pensó Andrés.
Su piel se erizó cuando miró hacia arriba y encontró a Coronel dándole una mirada de tal odio que hizo que se sienta como si estuviera siendo expulsado del salón. Andrés levantó la barbilla y le miró a los ojos con firmeza.
En serio, ¿Cuál era el problema del tipo? No era como si él hubiera forzado a Coronel a poner su verga en la boca de su estudiante.
El pensamiento y el recuerdo hizo a Andrés sonrojarse y removerse en su asiento incómodamente. Mirando al rostro de piedra de Coronel, era difícil creer que realmente había sucedido. Pero sucedió.
Andrés miró las manos de Coronel -agarrando su cara mientras Coronel empujaba dentro de su boca- Andrés pasó la lengua por sus labios rojos por la vergüenza, su piel incómodamente caliente, y fijó su mirada en la nada.
No pensaría en ello.
Él no lo haría.
(..)
Había pensado que podría poner el incidente fuera de su mente. Había pensado que Coronel solo lo ignoraría después del incidente. Se había equivocado en ambos casos.
Andrés suspiró y miró tristemente a la tarea delante de él. Coronel había sido increíblemente difícil en los últimos días, dándole tareas brutalmente difíciles y constantemente regañándolo delante de todos cuando Andrés fallaba en completarlas.
-¿Terminó, Saavedra?-. dijo una voz familiar y suave, y Andrés se tensó. Echó un vistazo a Victor a su lado, pero él miró su libro con interés exagerado. Espartano traidor.
-Terminaré pronto-. Mintió. Él se tensó cuando Coronel puso una mano sobre su escritorio y se inclinó a mirar el papel en blanco delante de él.
-Terminas pronto...-. Coronel dijo. Andrés volvió la cabeza para mirarlo y se sorprendió por lo cerca que estaba el rostro del otro hombre. A centímetros de distancia. Los ojos oscuros de reptil se clavaron en los suyos por un momento antes de que los labios de su dueño se retorcieran burlonamente. Coronel se irguió en toda su impresionante altura y dijo:
-Su tarea debe estar lista en cinco minutos, Saavedra.
-Pero usted dijo-...
-Cinco minutos-. Coronel repitió con una voz que decía claramente que no iba a aceptar ninguna discusión. Se alejó, y Andrés se quedó mirándole la espalda. Él regresó su mirada al papel delante suyo y lo miró sombríamente.
No era justo. ¿Cómo se suponía que iba a completar esta tarea en tan poco tiempo? Las preguntas eran ridículamente difíciles y dudosamente reflejaban lo que habían aprendido en clase. ¿Por qué no podría el imbécil dejarlo en paz? Se sentía como si Coronel estaba decidido a hacer de su vida una mierda y jodidamente estaba teniendo éxito.
Andrés frunció el ceño, tratando de mantenerse bajo control y fallando. Estaba cansado, privado de sueño, con hambre y enojado. Nunca una buena combinación.
Más tarde, él culparía de todo a su falta de comida. Él culparía a su falta de comida por escribir lo que él nunca habría escrito si no hubiera estado tan malditamente cansado y enojado.
Andrés entregó su tarea exactamente cinco minutos más tarde y regresó a su escritorio. Él no estaba siquiera a medio camino de su escritorio cuando Coronel dijo, con voz muy suave, muy suave para su gusto. -Sr. Saavedra, a mi oficina después de sus clases.
Con la boca seca, Andrés asintió.

ESTÁS LEYENDO
MORBOSO
FanficEl profesor Ari Coronel -Raptor- no tiene corazón, eso es lo que todos dicen, que es un idiota despiadado con estándares tan altos para sus propios estudiantes; reprobando a la mayoría. Andrés -Sparta- descubre que tienen razón. Él llega a un acuer...