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Pasaron varios meses después de que falleció Choi Seungmin, Jungwon continuaba tratando de seguir adelante para que su hyung esté orgulloso de él desde donde quiera que lo vea. Jay y él se llevaban muchísimo mejor, aún no eran novios ni nada por el estilo, pero los besos y caricias en su hogar no paraban. Jungwon era la persona más feliz y se olvidaba de sus problemas estando con su hyung.
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- ¡¿Que?! ¿Como que mi verdadera madre falleció al enterarse de que habia desaparecido? - se levantó de golpe del sillón. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
Porque si, Jungwon había recordado la mayor parte de su pasado, de hecho casi todo, eran minimas las cosas que no recordaba. Pero jamás supo, ni le dijeron que su madre falleció después de que le informaron que lo habían secuestrado.
Después de esa noticia fue la gota que derramó el vaso. Estuvo con depresión por un tiempo, pero iba a sesiones con una psicóloga una vez a la semana para mejorar su estado emocional. Jay lo acompañó en todo momento como le había prometido a Seungmin. Simplemente no estaban juntos cuando el menor estaba en la escuela, o cuando Jay debía quedarse horas extra en la estación.
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- Hyung, ¿cree que ya es tiempo para que le diga a Jungwon si quiere salir conmigo? - le pidió su opinión a un Sunghoon que se encontraba leyendo un enorme y extenso libro de medicina. Jamás terminaba de estudiar todo acerca de su carrera, pero le encantaba hacerlo.
