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Pasó un mes completo y el mayor aún no despertaba. Jungwon visitaba a su novio a diario. Le contaba cómo iban sus días mientras tomaba su mano. Le decía lo mucho que lo extrañaba, y lo mucho que necesitaba que despertará. Esa noche se sentó junto a él mientras tomaba su mano y comenzó a cantar en voz baja la canción que le habia escrito para su cumpleaños. "Never not"
"Fuimos tan hermosos, fuimos tan trágicos, ninguna otra magia podría compararse, me perdía mi mismo a los diecisiete, entonces viniste, me encontraste, ninguna otra magia podría compararse. Hay un cuarto, en mi corazón con los recuerdos que hicimos, los quito pero todavía están en sus marcos, no hay manera de que pueda olvidarlo, Mientras viva y mientras ame, nunca dejaré de pensar en ti, en ti, nunca dejaré de pensar en ti. Desde el momento en que te amé, supe que eras el indicado, y no importa lo que haga, nunca dejaré de pensar en ti. Lo que tuvimos solo viene una vez en la vida, por el resto de la mía siempre la compararé en mi corazón con los recuerdos que hicimos"
Jungwon terminó de cantar con lágrimas corriendo por sus mejillas y aún sosteniendo la mano de su novio. Sintió cómo el mayor apretó su mano suavemente. Jungwon alzó su mirada rápidamente para voltear a verlo y notó como comenzaba a abrir sus ojos.
— Que hermosa canción.— Dijo Jay en voz baja con una pequeña sonrisa en el rostro.
Jungwon suspiró y después se acercó a su novio y lo abrazó delicadamente. Jay lo abrazó también suavemente acariciando su espalda mientras escuchaba los sollozos del menor en su cuello. Se separaron lentamente y Jay le sonrió tiernamente, acercó sus manos a sus mejillas y limpio sus lágrimas. Acarició su cuello suavemente y después lo jaló hacia él suavemente y se hundieron en un beso suave y tierno que habían esperado por mucho tiempo.
Se separaron lentamente y se miraron a los ojos, los dos los tenían llenos de lágrimas. Jay suspiró.
— Mientras seguía inconsciente, recordé cómo nos conocimos por primera vez.— contó tratando de incorporarse para sentarse en la camilla, aún tenía dolor en el pecho por el disparo, así que se le complicaba sentarse por su propia cuenta, Jungwon lo tuvo que ayudar.
— ¿Que recordaste? — Le preguntó Jungwon sentándose frente a él en la camilla.
— Yo te ayudé una vez cuando te encerraron.— Le contó Jay dejando caer sus lágrimas por sus mejillas al recordar ese momento.
El menor asintió.— No solo una vez me has salvado, me has salvado miles de veces hyung.— Jungwon comenzó a llorar nuevamente.
Jay lo jalo nuevamente hacia él y lo envolvió en sus brazos cuando el menor se sentó en su regazo.— Me hubiera gustado poder haberte salvado de la golpiza que te dieron esos imbéciles, para así haber podido lograr que no te cambiaras de ciudad y me dejarás.— admitió susurrando en el oído del menor, mientras acariciaba su cabeza.
— Todo pasa por algo, pero realmente me alegra que el destino volviera a juntarnos.— Dijo un Jungwon sonriente mientras sus lágrimas corrían aún más por sus mejillas, Jay lo separó un poco del abrazo y limpió las lágrimas del menor con el dorso de su mano mientras se veían a los ojos. Junto sus labios en un suave y corto beso y luego lo termino depositando varios besos en sus mejillas y frente.
