𝐒𝐔𝐈𝐂𝐈𝐃𝐄 𝐁𝐑𝐈𝐃𝐆𝐄【ᨳ】 ʲᵃʸʷᵒⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿ

36

Jungwon despertó por la luz que entraba por la ventana pegándole a la cara. Se incorporó sentándose lentamente en la cama recostando su espalda en el respaldo de la cama, talló sus ojos con sus manos y luego soltó un enorme bostezo. Estaba solo en su habitación, nada más estaba en ropa interior. Con razón recordaba que en la noche anterior estaba muriendo de frío.

Suspiró y después se levantó de su cama para dirigirse al baño a ducharse. En realidad no recordaba lo que había ocurrido anoche después de la fiesta. No sabía ni cómo había llegado a su casa.

Al terminar se arregló simple para estar solo en casa ya que era sábado sin más.

Probablemente solo estaría repasando un poco para los exámenes que se acercaban, luego vería películas o series en Netflix y dormiría mucho. Ya que Jay normalmente trabajaba también los sábados, pero solo por la mañana.

Después de haberse colocado unos pants y un simple hoodie bajó por las escaleras hasta la sala y se tumbó en el sillón mientras estiraba su mano hasta la mesita de la sala de estar, tomó el control y luego encendió la televisión.

Buscó que ver y cuando eligió que ver escuchó un ruido extraño como de algo que se caía. Se levantó un poco asustado, y caminó hacia la cocina de donde provenía el olor. Cada que se acercaba más notaba el espléndido olor de algún pastel recién horneado.

Escuchó un "¡pin!" proveniente de el horno. Pasó por el umbral de la cocina, entró a esta viendo a alguien agachado levantando algo. El menor tomó un rodillo de cocina y lo agarró con sus dos manos para defenderse por si acaso.

Jay se levantó después de haber recogido una espatula del suelo. Sintió la presencia de alguien más allí y giró en sus talones al instante encontrándose con un Jungwon con los ojos cerrados y sosteniendo fuertemente el rodillo en sus manos.

Jay sonrió ante la tierna escena que veía. Se acercó a él y acarició su cabeza suavemente. El menor abrió los ojos y se encontró con la tierna mirada de su hyung.

- Oh.- se sorprendió al verlo ahí frente a él.- ¿Que hace aquí hyung? - preguntó confundido mientras dejaba el rodillo en su lugar.

Jay rió.- Pedí el día de hoy.- le contó.

El menor sonrió feliz y después lo abrazó de un momento a otro. Jay lo envolvió en sus brazos y lo abrazó suavemente.

- Entonces, ¿que dices Wonie? ¿Aceptas? - le preguntó mirándolo a los ojos. Jungwon confundido ladeó un poco su cabeza.

- ¿Aceptar que cosa hyung? - le preguntó confundido.

Jay comenzó a pensar que posiblemente el menor de lo ebrio que estaba simplemente abrió la caja de pizza y se comió las rebanadas sin prestar atención en otra cosa.

Se alejó suavemente del menor y tomó la caja de encima de la barra, la abrió frente a Jungwon.

Jungwon abrió los ojos de par en par y cubrió su boca al instante. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Asintió al instante y después de que Jay dejara la caja de pizza en donde estaba con una enorme sonrisa el menor se le abalanzó y le dio un corto beso en los labios. Jay lo atrajo nuevamente abrazándolo por la cintura y comenzaron a besarse suavemente. Terminaron con una sonrisa en los labios.

- Ayer había preparado algo lindo para pedírtelo, pero de lo ebrio que estabas ni lo notaste.- rió Jay tiernamente mientras aún lo abrazaba por la cintura.

- Ayer me comí dos rebanadas de pizza, pero no leí el mensaje.- se rió a carcajadas Jungwon.- No me di cuenta de lo que habia escrito en la caja.- admitió sonrojándose.

- En fin, te hice un pastel de red velvet.- Jay comentó acercándose a la barra de la cocina para tomar la bandeja con el pastel recién horneado. Estaba decorado con chocolates encima de este y fresas. Un Jungwon sonriente lo tomó en sus manos y notó que alrededor tenía la fecha de ese dia.

- Hoy 18 de noviembre de este año, el chico más hermoso y único aceptó hacerme la persona más feliz del mundo estando a mi lado oficialmente.- le sonrió Jay mientras acarició suavemente su mejilla. Jungwon se sonrojó.- Vamos, pruébalo.- le brindó un tenedor, esté la tomó sonriente y después se llevó un pedazo de pastel a la boca y con una mano tomó un pedazo de chocolate y con la otra una fresa y también lo comió.

- Mmh ¡sabe delicioso hyung! - admitió dándole el visto bueno con una sonrisa en el rostro. Jay sonrió al ver como su menor disfrutaba del pastel.

Después de que los dos chicos desayunaran algo que Jay cocinó se dirigieron juntos tomados de la mano hasta la sala.

- Cierra los ojos.- le pidió a Jungwon. Este asintió y cubrió sus ojos con sus manos, mientras también cerró los ojos por inercia.- Extiende las manos.- le dijo mientras sacaba de una bolsa una caja muy bonita del tamaño de un libro enorme de historia. Colocó el libro en sus manos.- Aún no los abras.- Jungwon asintió después de tomar la caja en sus manos

Jay tomó su teléfono móvil de el bolsillo de su pantalón y después conectó sus audifonos al móvil y colocó la playlist que había creado con sus canciones favoritas. Le colocó uno de los audifonos al menor y después se sentó junto a él.- Ya puedes abrirlos.- tocó su hombro suavemente, Jungwon asintió y abrió los ojos. Le sonrió tiernamente y después abrió la caja donde dentro de esta se encontro con un álbum enorme, que adornaba la portada con la primera foto que ellos dos se tomaron. El primer día en que Jungwon estuvo en la estación de policia después de que Jay lo salvará al recibir su llamada.

Los ojos del menor comenzaron a llenarse completamente de lágrimas. Sorbió su nariz y tocó por inercia esa foto, comenzó a recordar todo lo que tuvo que ocurrir para que el destino pudiera juntarlos por primera vez. Aunque hayan sido afectadas muchísimas personas a su entorno trataba de ser una mejor persona cada dia, y estando con Jay se sentía feliz, visto, de una forma inexplicable. Sus lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. Se acercó al mayor y lo abrazó suavemente mientras lloraba en su hombro.

- Me alegra haberte conocido Jay hyung.- admitió el menor susurrando en su oído Jay acariciaba suavemente su cabeza.

- lgual a mi pequeño, eres todo para mi.- rió levemente.- Aunque suene cursi, no me importa pero es así.- le acarició la mejilla cuando se separó de su hombro. Jungwon lo empujó suavemente mientras Jay cayó de espaldas en el sillón. Jungwon se encontraba encima de él mientras se besaban suavemente, lento y perfecto como solo a ellos les gustaba besarse. El roce perfecto que les daba mil años más de vida. Jay lo sostenía por cintura mientras que Jungwon lo tomaba por el cuello para atraerlo más a él. Después de vanos besos y caricias, minutos después Jungwon soltó un leve gemido al sentir el roce de sus entrepiernas. Dulce sonido para los oídos del mayor. Posiblemente está vez no podría detenersé.