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Jungwon se encontraba caminando fuera del edificio del departamento de Jay, habían pasado como 15 minutos después de que salió del edificio. No sabía si irse sería buena idea o no, pero al final decidió irse por mientras, no quería causarle problemas a Jay por si posiblemente Hongbin salía y lo veía allí afuera.
Caminó con las manos metidas en los bolsillos de su pants, rió al recordar que aún tenía polvo de harina en la cabeza. Se sacudió la cabeza con sus manos y después alzó la mirada y se encontró frente a él cruzando la calle una tienda de víveres. Cruzó la calle y entró a esta, lo bueno que llevaba dinero en los bolsillos del hoodie. Agarró unas galletas y un café con leche en botella. Se dirigió hasta la caja donde se encontraba una chica, lo vio con preocupación al notar que el menor tenía sangre seca en el labio y nariz.
—¿Te encuentras bien? —preguntó preocupada mientras pasaba lo que Jungwon llevaría por la caja para cobrarlo.
Jungwon recordó su estado. —Dame un segundo. —le pidió sonriendo de lado. Regresó al pasillo y tomó cosas para curar sus heridas y limpiar su rostro. Volvió frente a ella. — Cóbrame también eso por favor — le sonrió. Ella asintió devolviéndole la sonrisa. Guardo todo en una bolsa y después se lo entregó. El menor le pagó la cantidad que decía en la pantalla.
Hizo una reverencia y después salió de allí para caminar por la calle mientras comía de sus galletas, guardó su botella en el bolsillo de su hoodie. Mientras llevaba la bolsa colgada en su brazo izquierdo para poder comer a gusto sus galletas.
Se sentó en la banca de un parque que encontró después de caminar lejos de ahí, mientras veía caminando a la gente por ahí. Unos iban solos y otros tomados de la mano con sus parejas, otros iban con sus mascotas. Veía a los automóviles conducir yendo y viniendo. Suspiró cabizbajo guardando unas cuantas galletas que le sobraban en su bolsillo. Sacó la botella, la abrió y bebió de ella casi terminándosela. Abrió la bolsa que había dejado a un lado suyo y comenzó a tratar de curarse el mismo su herida del labio. Se echó crema desinflamatoria en sus moretones que se notaban cada vez más y limpio su sangre de la nariz y del labio. Dejó todo lo demás en la bolsa y comenzó a ver hacia el cielo.
Comenzó a preocuparse al pensar en Jay, frunció su ceño al recordar que ese idiota lo iba a forzar a tener sexo con el, o más bien lo había forzado porque seguramente ya había ocurrido. No entendía porque Jay aceptó, a Jungwon en realidad no le hubiera importado recibir una paliza de parte de ese sujeto si hubiera sido para salvar a su mayor de ese hombre que se aprovechaba de él cada que quería. Estaba enojado, quería llamar a la policía y decirle que fueran hasta allá y lo arrestaran, pero sabía que no sería buena idea porque sino Hongbin podría hacerle más daño a su mayor.
Sabía que Jay se había preocupado por el al ver su condición, pero fingió no estarlo por el bien suyo. Jungwon se sentía como un imbecil incompetente por no poder hacer nada para ayudarlo. Suspiró pesadamente. Escuchó la alarma de una ambulancia y las sirenas de los bomberos. Volteó su vista hacia la calle y vio cómo pasaban a toda velocidad los bomberos y la ambulancia que se abría paso. Quien sabe que habrá pasado.
