¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Varias semanas después, Jungwon estaba fingiendo sentirse bien frente a Seungmin para que volviera a confiar en el y lo dejara salir de nuevo como antes. Extrañaba ver a sus mejores amigos, y extrañaba el hermoso rostro de Jay.
Aunque en realidad se sintiera horrible, volvía a sentirse solo y sin amor, siempre tenía frío estando allí, y escalofríos, le daba mucho miedo estar allí. También su mayor le asustaba, sentía que algún momento le importaría un pepino su vida y lo terminaría matando. Porque Jungwon lo estuvo pensando seriamente, sería muy fácil para el mayor deshacerse de él.
Sinceramente estaba agradecido con Seungmin, ya que no asesinó a Ni-Ki su amigo, realmente no hubiera superado nunca, ni se hubiera perdonado a él mismo que mataran a un amigo suyo por su culpa. Sería un horrible trauma más.
— Te ves de mejor ánimo en estos días — le dijo Seungmin, después bebió de su su copa que contenía vino.
— Me gusta volver estar aquí, olvide lo que era tener todo en un mismo lugar sin necesitar más nada — trató de soñar lo más creíble posible, lo bueno que era muy buen actor.
— Me alegra saberlo pequeño — le sonrió.
Hubo momentos en los que Jungwon había comenzado a vivir recientemente con Seungmin en que este antes mencionado había pensado en matarlo, era algo muy sencillo y no tendría porque preocuparse más, pero por alguna razón nunca pudo hacerlo, en el momento que menos se lo esperó se había encariñado al pequeño Jungwon.
— Hyung yo — Jungwon hizo una pausa para tragar saliva. — Quiero volver a estudiar — admitió bajando la mirada Jungwon. Estaba muy nervioso y sus manos sudaban, tenía miedo de lo que el mayor le respondería.
— Está bien, puedes ir desde mañana — le dijo sonriente. Jungwon se quedó sorprendido, pero supuso que el mayor planeaba algo. — Pero no olvides tu promesa, no dañes a alguien por tu propio interés —le guiño y después se levantó de la mesa dejando su plato allí y se fue dejándolo solo y confundido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Mierda! — espetó Jay enfadado, llevaba semanas tratando de encontrar pistas y evidencias que dieran con el paradero de ese tipo. Ya se había comenzado una investigación a donde en su centro policial. De hecho la investigación sobre el líder de esa red de drogadicción siempre había estado, desde hace años, pero nunca pudieron dar con su paradero.