Capítulo 5.

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Luego de un relajante baño, baje las escaleras y pude escuchar muchas risas.

Visualice a todos los amigos de Jisung en una ronda, incluido el de cabello azul estaba riendo dejando ver dos medialunas en sus ojos, demasiado tierno para ser quien casi me asesina con la mirada unos momentos antes.

-Oh noona, ven aquí – Jisung palmeo su costado apenas entre en su campo visual. – Estaba contando ese día en que tuvimos que subir al árbol a dormir. – le di una suave risa ante su emoción, esa noche fue caótica.

-Me sorprende que lo recuerdes, cuando dormiste tranquilo toda la noche. – sus amigos rieron y el pequeño hizo un puchero. – Esta bien, el hizo la mayor parte de matar zonzos para que pudieramos subir seguros al árbol. Solo el pensar en Jisung cayendo no dejo que pegara un ojo esa noche – tome el vaso de agua que Chenle me ofreció.

-Pasaron muchas cosas juntos. – escuché a Haechan.

-Pero con Nari noona todo fue mejor – gire a ver a Jisung quien me miraba con una pequeña sonrisa. Alborote su cabello y el arrugó su nariz.

-Bueno, la cena esta lista, podemos pasar a la mesa. – llamó Jaemin desde la puerta de la cocina.

Pasamos la cena entre risas por sus anécdotas con los muertos vivos y Jisung emocionado contando las nuestras.

Jaemin se sentó a mi lado, y pudimos tener una pequeña charla mientras Jisung y Chenle reían entre ellos.

-Sabes Nari, nosotros vivimos en un orfanato, Jisung nuestro pequeño – dio un suspiró y le preste mas atención acercandome para escucharlo entre el bullicio formado en la mesa. – lo perdimos al cuarto día que todo comenzó, pero ya teniamos el plan de venir hasta aquí, es por eso que vino a encontrarnos. – miraba al menor de todos con ojos cariñosos. – nunca lo creímos muerto, aunque las probabilidades eran altas. Gracias por haberlo encontrado. – me sonrió y pude notar sinceridad en su rostro.

-Jaemin, dejame confesarte algo – me miro curioso y yo abrí mis sentimientos – Mi madre – hice una pausa y desvíe mi mirada a Jisung, quien se veía feliz  - lo encontramos juntas, pero esa misma noche, quedamos los dos solos, Jisung me saco del lugar donde mi madre murió. – recordaba la cara de Jisung cuando lo encontramos y no podía evitar recordar a mi madre. – ella lo hizo por los dos, y no iba a permitir que el muriera luego de que mi madre lo hizo por el. – sentí una mano en mi brazo, y note que era Renjun quien estaba escuchando a mi otro lado. – Fue protección mutua todo este tiempo. – les di una sonrisa a los dos, sus ojos me demostraban que estaban apenados por la situación.

-Eres muy valiente Nari – me susurro Renjun y esas palabras hicieron que algo se movilizara dentro mío.

Todo este tiempo estuve al pendiente de que Jisung estuviera bien, pero nunca me detuve a procesar el duelo. Sentí mis ojos aguarse y me levante de la silla.

-Disculpen, iré a la habitación ahora. – todos hicieron silencio, pero solo me di vuelta para salir por la puerta de la cocina.

Pase mis manos por mis ojos y abracé mis piernas en cuanto me senté en la cama.

Esperaba que mi hermano estuviera vivo, que estuviera esperandome. Como los amigos de Jisung esperaron por el.

Siempre tuve una relación cercana a mi hermano, pero mis padres tuvieron una pelea y mi padre decidió salir de vacaciones con el, justo cuando empezo todo. Me dolía que el último recuerdo de mi hermano sea llorando por tener que dejarme en un momento delicado para nuestra familia, lo extrañaba cada día.

Escuché la puerta abrirse y limpie nuevamente mi rostro.

-Noona – susurró Jisung llegando a mi lado. Sentí sus brazos rodearme y solo apoyé mi cabeza en su pecho respirando profundo.

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