Capítulo 9.

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-¿Qué deberíamos tener en cuenta al salir fuera tanto tiempo? – preguntó Jaemin, mire a Jisung y este me hizo señas con la mano que responda, ya que tenía su boca llena de ramen.

-Creo que siempre estar atento a tu alrededor. – Jaemin asintió, comencé a meter ramen a mi boca, ya que estaba hambrienta.

-Mirar donde caminas, es importante – asentí ante las palabras de Jisung. – Sabes cuantas veces Nari noona cayo al suelo por los zonzos – todos rieron.

-¡Yah Park Jisung! – hizo una pequeña reverencia y todos me miraron.

-Tendremos que estar atentos a que no caigas – hablo Jeno que estaba a mi lado.

-O dejamos que esos zonzos te coman la pierna – golpee a Haechan por su comentario y este se quejo haciendo a todos reír.

-También es importante encontrar un lugar seguro para dormir – Renjun agrego y lo mire asintiendo a sus palabras.

-A menos que quieran dormir arriba de un árbol – Jisung hizo que todos negarán mientras yo espere a que no siguiera hablando. – Y llevar sogas, es importante – lo mire suplicando que no siguiera, pero estaba muy concentrado en su ramen para verme. – Nari noona cayo una noche que tuvo pesadillas. – tape mi rostro con una mano avergonzada, mientras que con la otra intentaba comer en silencio.

-¿Te lastimaste? – Renjun me sorprendió con su pregunta que levante la vista para verlo.

-Solo unos rasguños, no fue tan grave – Jisung bufo y vi como se giro a Renjun completamente.

-Hyung deberías revisarla, siempre se quejo de su espalda desde ese día. – baje la mirada, porque era verdad, caí sobre unas rocas ese día, y el dolor seguía ahí, aunque ya paso tiempo de eso.

-Renjun es estudiante de medicina – susurró Jeno y lo mire curiosa.

-¿Qué hacían antes de que todo esto pasará? – los mire curiosa a todos, quería conocerlos un poco más. Renjun fue el primero en hablar.

-En segundo año de medicina. – me sorprendió escucharlo de él, ahora que lo pensaba, le queda ser doctor, es amable, dulce y paciente.

-Yo en segundo año de arquitectura – Mire con ojos abiertos a Jaemin.

-Woah, eso si que sorprende. – el me dio una sonrisa orgulloso.

-Yo igual estoy en la facultad de medicina, pero kinesiologia. – me tapé la boca en gran sorpresa ante la persona que lo decía.

-Woah Haechan, si que servias para algo – todos rieron por mi comentario y el solo bufo con enojo. Gire mi rostro para ver a Jeno, se puso derecho y esperaba saber que era lo que el hacía.

-Yo solo estudio para ser profesor de educación física, pero voy a la universidad solo por la beca de deporte. – era algo que se notaba en el, deportista, explendido.

-Noona, Jeno es atleta nacional en triatlón – casi me ahogue con el agua ante las palabras de Chenle.

-Todos aquí son increíbles – les di un pequeño aplauso y todos me sonrieron avergonzados. – Chenle, ya sé que tu eres un músico excepcional, alguien nunca paraba de decirme que te haría cantar para mi en cuanto nos conozcamos – Jisung se rasco la nuca avergonzado y Chenle solo le tiro el brazo.

-Con gusto lo haré cuando quieras noona- sonreí emocionada ante las palabras de Chenle.

-¿Tú que hacías Nari? – Todos esperaron mi respuesta ante la pregunta de Jaemin.

-Solo leyes, espero ser abogada algún dia. – todos asintieron sorprendidos y rogué a Jisung que no hable de más y este entendió mi mirada.

Pasamos lo que restaba de la cena hablando de los preparativos para salir hacía Busan, Jaemin y Haechan ya habían pensado todo el recorrido y los demás habían contado las provisiones que teníamos.

Estaba en la habitación esperando a que Jisung llegará y poder descansar tranquila, pero Renjun entró en silencio.

-¿Pasó algo? – me incorporé preocupada y este con una pequeña sonrisa negaba con la cabeza.

-Nari, te vi en televisión, ¿Por qué no le contaste a todos? – hice una mueca y suspiré.

-No es algo de lo que me sienta orgullosa, y tampoco bueno de contar. – Sentí como froto mi brazo y lo mire apenada.

-Representaste al país, es un orgullo nacional. – note como quiso compartirme su orgullo a través de su voz, y mis ojos se aguaron.

-Para mi padre no fue un orgullo volver con el segundo lugar. – apreté mis labios para no llorar, pero fue inevitable en cuanto sentí sus brazos rodeandome.

-Esta bien, puedes llorar – acariciaba mi cabello y por un segundo recordé a mi hermano, esa noche me abrazo hasta dormir diciendome que estaba orgulloso de mí. – Estuviste increíble ahí Nari, eres única e increíble. – Limpié mis lagrimas apenas nos separamos.

-Gracias Renjun – le di una sonrisa y pude ver la suya mientras daba un aplauso que me asusto.

-Además de eso, venía a ver tu espalda, Jisung me pidió que lo hiciera antes de que viniera con Chenle. – asentí a sus palabras, pero no supe que hacer. – Dime como fue el golpe. – pude notar el cambió profesional en su voz.

-El árbol era un poco más alto que Jisung, pero caí de costado, me lastimé un poco el brazo, pero caí encima de piedras de este lado. – apunte la parte izquierda de mi tórax y el asintió a cada palabra.

-¿Puedo ver? – preguntó con respeto y yo asentí levantando un poco mi remera dejando ver donde me dolía. – Espérame aquí, traeré unas pomadas. – asentí bajando mi remera.

Salió por la puerta y unos segundos después volvió a aparecer con un pequeño botiquín.

-Necesitaré chequear que no tengas nada roto, ¿Me permites? – asentí con un poco de vergüenza levantando mi remera nuevamente, pero mi vergüenza se convirtió en quejido en cuando sentí sus dos manos pasar por la herida. – Fue suave, pero dolió. – lo miré y estaba con el ceño fruncido mirando mi lado izquierda del tórax. – El hematoma esta negro, pero no hay nada roto. Te pondré esta pomada, e intenta dejar los movimientos bruscos hasta que al menos sea menos oscura. – asentí y suspire al sentir como pasaba la pomada suavemente.

-Gracias doc – el sonrió por mi apodo e hizo una reverencia antes de salir.

En cuanto salió, la puerta no se alcanzó a cerrar que Jisung y Chenle entraron por ésta.

-¿Estás bien noona? – los preguntaron al mismo tiempo y reí por su preocupación.

-Estoy bien, solo es un hematoma – los dos asintieron y comenzaron a acomodarse para dormir. – Duerman bien pequeños. – dije luego de acomodarme en la cama.

-Tu igual noona – hablaron al unísono.

Acomodé mi cuerpo para que no doliera mi hematoma ahora un poco sentido por el toque de Renjun. Cerré mis ojos y volví a dormir profundamente.

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