Capítulo 18.

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Desperté en el frío suelo, Mark no estaba a mi lado, pero en cuanto me incorporé lo vi junto hablando con Jeno y Jaemin en la otra esquina.

El resto aún dormía.

Me pare lentamente y me senté en su ronda.

-¿Pudiste descansar? - preguntó Jeno.

-Ya recuperé energías de lo sucedido anoche. - contesté y el solo asintió con una pequeña sonrisa.

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-¿Entonces solo te arrastraste por debajo de todos los autos? - preguntó Chenle a Mark, quien nos estaba contando como fue que termino en medio de una horda de zonzos.

-Fue mi única opción. - dijo sin darle mucha importancia, mientras que los menores estaban asombrados.

Ya habían pasado algunas horas desde que comenzamos a caminar por la ruta hacía Busan.

Todos iban en sus propios mundos, algunos en silencio, otros charlando en susurros, pero todos alertas y turnandose para matar a los zonzos que se cruzan en el camino.

Iba caminando al lado de Jeno, quien extrañamente iba en silencio.

-¿Estás bien? - pregunté en voz baja hacia Jeno, quien asintió de inmediato observándome. Podía notar algo diferente en sus ojos.

-¿Tú estás bien? - me preguntó y yo solo miré hacia delante, observando como todos los chicos iban en su mundo mientras miraban a los alrededores.

-Creo que a pesar de mis perdidas, encontré algo bueno en medio de este caos. - dije en voz baja.

Pude notar como Jeno frenaba y miraba al resto del grupo, frene a unos pasos de él y lo miré confundida.

-Tal vez deba decírtelo ahora. - el se acercó a mí, pude observar su rostro y se notaba que estaba nervioso, era la primera vez que lo veía así. - Tu...fuiste esa niña que me ayudó a salir de mi habitación en el orfanato, ¿Lo recuerdas?

Fruncí mi ceño y observé mejor a Jeno, ese lunar debajo de su ojo, y las media lunas que se formaba en su mirada cuando sonreía, abrí mis ojos algo sorprendida.

-Espera, tu - dije algo sorprendida, y una sonrisa se expandió en mis labios, realmente ahora lo veía.

Ese niño que no quería salir de su habitación cuando llegó, y al tercer día me animé a entrar en ella y convencerlo de jugar con el resto de los niños.

-No soltaste mi mano por dos días. - dije recordando con cariño esos momentos.

Jeno sonreía con algo de vergüenza, pero recordé que a la semana de haberlo conocido me adoptaron y no lo volví a ver.

-Si, t-tu me ayudaste mucho Nari. - dijo con sus ojos brillantes y luego solo sonreí mostrando mis dientes.

Mi vista noto detrás de Jeno como algo se movía, y tome mi cuchillo con fuerza, mirando que no parecía ser un zonzo.

Jeno guío su vista a donde observaba y luego tomo mi mano libre para llevarnos hasta el resto del grupo.

Jaehyun y Mark estaban parados fuera de lo que parecía la entrada a un market.

-Entren en silencio, alguien nos está siguiendo.

Asentimos a las órdenes de Jaehyun y antes de cerrar la puerta, sentí un gran dolor en mi antebrazo derecho.

-¡No puede ser! - intenté no gritar al ver y sentir que una flecha atravesó mi brazo. Mark y Jeno me adentraron rápidamente al lugar, cerrando la puerta.

Mi mente solo podía ver la sangre que cubría mi mano, me sentaron en algún lugar y pude ver a Renjun entre las lágrimas que salían de mis ojos.

-Tengo que sacarte esto Nari. -dijo mientras con una navaja cortaba la manga de mi ropa y yo chillaba de dolor.

-Nari, por favor, no hagas mucho ruido.

Entre súplicas Doyoung intentaba ayudar a Renjun y yo solo lo miré con enojo.

-tengo una maldita flecha en el brazo cómo quieres que- apreté los dientes y chillé al sentir como Renjun quitaba con fuerza y rapidez la flecha.

Creía que me iba a desmayar en ese momento, mucha sangre salía de mi brazo y corría por mi piel.

-Nari - escuchaba a mi costado, no podía quitar mi vista de la sangre. - vas a estar bien.

Tomaron mi mandíbula y pude ver a Jeno a mi costado, con una pequeña sonrisa, aunque sus ojos preocupados.

Asentí a sus palabras y solo cerré los ojos e intenté no gritar al sentir como la herida me ardía, y luego dejé de sentir, todo se volvió negro de repente.

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