En cuanto frenó la lluvia, permanecimos en el auto esperando a que la ropa se secara, ya que no teníamos otra muda para cambiarla.
-Nari - escuche a Jeno llamar mi atención y solo lo miré curiosa observando que sonreía por alguna razón. - Mira.
Giro mi mandíbula hacia la carretera y se podían ver los edificios de Busan.
Una enorme sonrisa se hizo presente en mi rostro, ya estábamos cerca.
-Al fin estamos cerca. - Jeno largo una pequeña risa ante mi emoción repentina.
Jeno paso su mano por mi cabello, y luego me dio un pequeño abrazo, y un beso en la frente.
-Deberíamos aprovechar la luz del día y avanzar en el camino.
Asentí y luego ambos salimos del auto.
Caminamos hasta ver el sol ocultarse.
-Deberíamos seguir caminando aún de noche. - hablé bajo a Jeno mientras comenzábamos a llegar a la conocida ruta de entrada de Busan.
-Claro, deberíamos caminar hasta llegar a la ciudad y allí esperar en un lugar seguro hasta que el sol vuelva a salir. - Jeno me dio una pequeña sonrisa con su respuesta y luego de abrir el último paquete de galletas, caminamos en silencio por la ruta.
-Mira lo oscuro que se ve el mar. Da un poco de miedo - susurre en cuanto entramos a la ciudad y pudimos ver el mar oscuro a lo lejos.
-Deberíamos entrar en algún lugar seguro. - Jeno tomo mi mano y ambos caminamos con cuidado en el lado rural de la gran ciudad.
Habían muchos zonzos dando vueltas, pero solo se chocaban entre sí o seguían algún ruido. Entramos a un pequeño local luego de verificar que no había nadie dentro, y aseguramos la puerta.
-Estaremos bien aquí hasta que salga el sol. - asentí a las palabras de Jeno y luego ambos saltamos al escuchar algo caer de adentro de uno de los muebles. - Quédate ahí, yo me fijaré.
Preparé el arma y pude ver a Jeno con su hacha lista mientras caminaba hacia el mueble, no era muy grande, pero una persona podía caver dentro.
En cuanto abrió la puerta ambos quedamos perplejos con nuestras armas bajando de nuestras manos.
Un niño estaba hecho bolita tapando su cabeza con sus manos dentro.
-N-no me hagan daño, por favor - Jeno me miró al escuchar hablar al niño otro idioma y yo me acerqué al niño.
Parecía ser adolescente y hablaba en japonés.
-¿Estás solo? - pregunté poniéndome de cuclillas para quedar frente a él.
El niño quitó sus manos de su cabeza y levantó su rostro lentamente, dejándome ver unos ojos redondos llenos de temor.
-I'm from Japan - escuche que hablo en inglés para que podamos entenderlo.
-¿Qué haces aquí solo pequeño?- sus ojos brillaron observándome al escuchar que le hable en japonés.
Una obligación de mis padres para mi hermano y para mi, aprender algunos idiomas durante la adolescencia.
-Vine a una expedición del colegio y pasó todo esto, quiero volver a casa. - suspire al escucharlo y ver como sus ojos se llenaban de lágrimas mientras abrazaba sus piernas.
-¿Cómo te llamas? - pregunté mientras intentaba que dejara de llorar posando mi mano en su hombro.
-Ryo, Hirose Ryo - asentí y luego me paré del lugar para ver a Jeno, quien estaba algo asombrado de la situación.
-El niño es de Japón, vino a un viaje de su colegio y pasó todo esto. - Jeno abrió su boca pero luego volvió a cerrarla.
-Deberíamos llevarlo con nosotros. - me impresionó su rápida decisión de no dejar al niño solo, sino llevarlo con nosotros a Japón.
Tome de la mochila las tres galletas que quedaban y la botella que tenía un poco de agua y me puse frente al niño extendiéndolas.
El lo tomo de inmediato, parecía que no comía hace tiempo.
-Nosotros vamos a Japón, ¿Quieres venir con nosotros? Cuando salga el sol caminaremos hasta el puerto. - Ryo levantó sus ojos y comenzó a asentir mientras hacía un puchero y lágrimas salían de sus ojos.
-Muchas gracias, realmente crei aue iba a morir aquí - Me asombre de sus palabras y solo me acerqué con instinto de hermana mayor, pasé mi brazo por su hombro y le di un abrazo hasta que dejó de llorar.
Pasamos la noche allí, conociendo un poco más a Ryo y escuchando sus advertencias sobre la ciudad, aunque Jeno no entendía, le traducía lo importante.
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DREAM Z
FanfictionUna epidemia comenzó en Corea del Sur. Los muertos vuelven a comer a los vivos y todo el país entro en un estado de crisis. Nari debe cumplir el pedido de su madre y encontrarse con su hermano, que esta del otro lado del país. En el camino encontrar...