Capítulo 10.

12 4 0
                                    

Una semana exacta paso desde que comenzamos nuestro camino a Busan.

Los chicos se adaptaron rápido a todo lo que conlleva iniciar un viaje a pie. De noche nos turnamos para vigilar, e intentamos cada noche parar en un espacio cerrado para no sufrir por la nevada.

-¿Tienes frío Jisungie? - me acerque al menor al notar que sus manos estaban rojas.

-No te preocupes noona. - negué parando mi caminar para buscar los guantes en el fondo de la mochila.

Luego de unos segundos, los encontre y se los extendí, este los acepto sin chistar. Aunque la nieve comenzaba a desaparecer de a poco, la helada seguía estando presente.

-Creo que podemos pasar por el supermercado a buscar provisiones. - Habló Jaemin en cuanto llegamos a la entrada de un pequeño pueblo.

-Lo haremos. - afirmó Jeno tomando la decisión. - Ponganse cómodos y con sus armas en manos, estén atentos.

Todos asentimos a sus ordenes, era increíble el extremo silencio que formabamos cada vez que pasamos por un lugar que podría haber de esos zonzos.

Pude observar a Jeno tomar su hacha firmemente y a Jisung tomando su bate con una sonrisa de emoción, no lo juzgaba, no habíamos podido divertirnos tanto en la semana de viaje, ya que no habíamos visto tantos zonzos para matar.

Por mi parte tome en mano mi cuchillo y me quede detrás de todo el grupo junto a Haechan.

-Oye - susurró Haechan y lo miré esperando a que hablará. - ¿Crees que haya personas aquí?

Lo miré con el ceño fruncido.

-Personas vivas Nari. ¿Nunca los encontraron cuando viajaste con Jisung?

Abrí los ojos mirando al rededor del pequeño pueblo en el que nos moviamos.

-Nunca lo hicimos. - susurré acercándome a Haechan.

-Este lugar no me da buena espina. - observaba su alrededor un poco alarmado.

-No nos separemos del grupo. - agarré a Haechan del antebrazo y nos obligué a correr hasta donde estaba el resto, nos habíamos alejado un poco debido a nuestra pequeña observación.

-Es tan raro que no hayan tantos cadaveres. - siguió cuestionando Haechan y mire alrededor nuevamente, notando que había cadaveres en el suelo, pero de los zonzos casi no habia señal más que unos tres dando vueltas. - mira ésto.

Freno tomandome del hombro para que observará un local de ropa, con una vidriera muy linda. Me hizo recordar a cuando todo estaba normal en el mundo.

-Haechan, algo no está bien. - susurré acercandome más a él, ahora tomando su antebrazo con la mano libre.

De un momento a otro mi vista se volvió oscura, y sentí un forcejeo del brazo de Haechan.

-No me sueltes Nari. - me aferré como pude con una sola mano, mientras que con la otra solo tiraba cuchillazos, hasta que un fuerte golpe en mi codo me hizo soltarlo de un quejido. - ¡NARI!

Escuché a Haechan gritar cuando otro golpe, ahora en mi hombro, me hizo caer al suelo haciendo que me separará de mi compañero.

Grite el nombre de Haechan hasta que un golpe en mi cabeza hizo que junto a una mayor oscuridad, viniera un gran mareo.

.

Abrí mis ojos con mucho dolor, cuando quise llevarme una mano a ellos, mi alarma interna se prendió.

Mis manos estaban atadas, abrí los ojos a pesar del dolor para notar que estaba en una habitación, pero de alguna forma estaba dentro del ropero con las puertas de esté abiertas.

-¡LA PRINCESA DESPERTÓ! - alguien grito e intente incorporarme para estar más alerta.

Un joven apareció frente a mí, e intente no verme intimidada.

-¿Qué es lo que quieres? - hablé firme y el hombre frente a mí solo río.

-No te haremos nada, esperemos a que tus amiguitos vengan por tí.

Intente safar mis manos, pero muchos dolores me lo impidieron.

-Lamento que mis compañeros hayan tenido que golpearte, pero no soltabas a Haechan. - se acercó un poco más a mí y pude verlo mejor, su cabello era corto color avellana, y tenía dos hoyuelos bien marcados en sus mejillas, odiaba admitirlo, pero se veía guapo.

-¿Qué le hicieron a Haechan? - susurré pensando en mi compañero.

-El esta en otra habitación, no te preocupes, solo necesitamos que Renjun venga aquí. - frunci el ceño al escuchar su nombre, ¿Conocían a todos los chicos? - No podemos soltarte, pero te daremos un poco más de lujos.

Hizo señas con una mano, y un hombre alto se acerco a mi, por instinto intenté ir hacía atrás, pero falle al chocar contra la pared.

Grite de dolor cuando me levanto del torso, sintiendo mi codo arder de dolor. Me dejo en la cama que ocupada la mayoría del espacio de la pequeña habitación.

-Traigan agua y una pastilla para su dolor.

El mismo hombre de hoyuelos habló y el alto salió de la habitación, apareciendo a los segundos con lo pedido. Se acerco a mí y me volví a alejar.

-Si no cooperas, tu dolor seguirá ahí. - su voz no era amenazante, sino tranquila. Asentí aceptando la pastilla y el agua.

-¿P-puedo ver a Haechan? - el de hoyuelos me dio una mirada que no podía decifrar, pero solo asintió con la cabeza, nuevamente el alto salió de la habitación.

Escuché algunos gritos y luego por la puerta arrastraban a Haechan entre dos hombres que parecían de la misma edad que el de hoyuelos.

-Nari - dijo intentando safar, pero lo tenían de ambos brazos. - Suéltame idiota. - escupió enojado.

-Dejenlos aquí a los dos, no podrán hacer nada, pero mantenganlos vigilados. - tiraron a Haechan arriba mío, y solo pude intentar ayudarlo a incorporarse.

Desaparecieron todos por la puerta, quedando Haechan y yo sentados en la cama, con las manos atadas.

-¿Estas bien? ¿Te hicieron algo estos idiotas? - lo observe bien y tenía un pómulo morado.

-Estoy bien, solo me duele donde me golpearon para separarnos. ¿Tú estas bien?

El sonrió intentando demostrarme que se encontraba perfecto.

-Haechan - susurré acercandome a él como pude. - ¿Quiénes son? Parecen conocerlos.

Desvió la mirada hacía la puerta y pude notar como apretó su mandíbula.

-Estos idiotas eran de la universidad a la que asistíamos. - hablo con molestia. - tuvieron algunos encuentros con Jeno y Jaemin, pero nunca paso a mayores.

Lo mire extrañada, no creí que eran de los que se metían en peleas.

-No peleamos con ellos, los encuentros fueron por temas académicos y de honor. - tenía más sentido, aunque eran buenos matando zonzos, no parecían el grupo de amigos que buscaban golpear a otros.

-Me dijeron que solo quieren a Renjun. - susurré y me miro con el ceño fruncido.

-Alguno de estos malditos debe estar herido. - mordió su labio frustrado. - No tenían que secuestrarnos, son unos dramáticos.

Haechan estaba muy enojado, y yo todavía no terminaba de entender la situación que nos rodeaba.

DREAM Z  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora