Capítulo Veintitrés.
De vuelta en el inicio.2. No salir de las habitaciones después de las 9:00 p.m
Louis suspiró sin darse cuenta.
Dormía en su cama, solo, puesto que Harry había salido con uno de sus berrinches infantiles después de la cena, alegando que Louis le había rechazado, cosa que no había pasado.
Los jadeos llenaban el silencio en la habitación, y Louis abrió los ojos en plena obscuridad. Maldecía el día en el que Harry había perdido la vergüenza.
El mayor predecía, en el momento en que Harry le dijo que dormiría en su cama, que se trataba de algo en especial. Que debía arreglar algún asunto.
Pero no se esperaba aquello.
Harry era jodidamente ruidoso, y amaba el maldito sonido que escapaba de sus labios.
Antes de lo que pudo saber, ya había llevado sus manos al rincón palpitante entre sus pantalones de pijama. Y él tampoco tuvo vergüenza.-Harry, ¿a dónde vas? -inquirió, con la voz ronca. El rizado se giró hacia él y maldijo en voz baja.
Ya no tenía caso mentir -: Voy a ducharme.
- ¿A esta hora? -Louis estaba provocándole con ese tono de voz. Harry se meció sobre sus talones.
-Síp.
- ¿Por qué?
-Joder, tú sabes por qué. -Replicó Harold, cabeceando fuera de la habitación. Estaba molestándose, estaba irritado y frustrado.-. Y si no vas a hacerte cargo de esto... -señaló, sin la más mínima vergüenza la incómoda erección en sus pantalones y le sonrió sarcásticamente a su amigo-... Entonces, no te metas.El menor bajó, y Louis esperó varios minutos, hasta que volviese, pero no lo hizo.
El hermoso y brutal Harry, de cabellos rizados y rebeldes, de ojos tan bonitos como sus desgraciados hoyuelos no lo hizo. Con una sonrisa tan malditamente sexy, no había regresado.
Louis quería besarlo.
Louis iba a besarlo.Se levantó, y fue a por él a los baños, fingiendo ante sí mismo que no tenía idea de la posibilidad de encontrárselo desnudo.
Pero Harry ya había bajado.
Estaba jodidamente avergonzado. Terriblemente avergonzado. No podía creer que se había lanzado a Louis en dos ocasiones seguidas, y en ambas se había visto rechazado.
No podía dirigirle la palabra. No sabía cómo se las arreglaría para mirarle de nuevo, y tampoco tenía intenciones de hacerlo.
El frío de la noche de invierno atacó despiadadamente las terminaciones nerviosas de su cuerpo, y la niebla no le retrasó en lo más mínimo de camino a su destino.
El cuarto consistía en las secciones de los lavamanos, con espejos y alacenas, y frente a estos, unos doce cubículos con paredes de vidrio corrugado, separando cada uno de los espacios, más los urinarios, al final del pasillo.
Sin el mayor esfuerzo, encendió el interruptor del calentador eléctrico de su ducha favorita y se sumergió en el agua tibia que resbalaba por su cuerpo.
Sólo cuando se estremecía recordó que la razón por la que se encontraba ahí en primer lugar. El agua tibia sólo había conseguido excitarle más, y ahora yacía recostado contra el frío de la pared.
Sentía las lágrimas venir. Estaba tan avergonzado...
Procedió a enjabonar su cuerpo, haciendo el mayor esfuerzo para que su mente no volara hacia la cálida sensación del agua rozando su piel, o el agua deslizándose por su espina dorsal. No lo conseguía. Harry estaba llorando, y cada respiración que tomaba le erizaba los vellos, cada cosa que hacía, que pensaba, terminaba torciéndose hasta la lujuria, y creía que no podría soportar el dolor en su entrepierna, hasta que escuchó la puerta del cubículo abrirse.
Se sonrojó violentamente, y no precisamente por el hecho de encontrarse desnudo, si no, por la persona que estaba mirando.
Y se dispuso a hablar, pero no quería arruinarlo.
Louis se adentró en la ducha, llevando el pantalón de pijama y una camiseta fina. Sin pensarlo, ahuecó sus manos alrededor de la cara de Harry, y atrapó sus labios agresivamente, robándole el aliento. El más bajo sabía lo que hacía. Empujó sus caderas contra las de Harry, y la virilidad del más alto chocó contra sus pantalones, a lo que un gemido exhausto llenaba su boca. El mayor deslizó sus manos hacia abajo, delineando la espalda, la línea de la cintura, hasta los glúteos y ahí donde la piel era tersa y jugosa, se aferró, lo suficientemente fuerte como para que Harry se separara un tanto y soltara un gemido de dolor.
El rizado, viéndose sin el mínimo control de su cuerpo, intentó retirar la camiseta, pero el más bajo fue, también, más rápido, y se apoderó de su longitud.
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Campamento Rousseau [Larry Stylinson].
Fanfiction×Todos los derechos de autor reservados×. Cuando se ve a punto de ser enviada a un exótico Campamento todo un año, la hija de una misteriosa pareja de hombres está llena de dudas. Sabe que es adoptada, sabe que su madre biológica murió al dar a luz...