Capítulo Veintiocho.

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Jason Mraz — I'm Yours.


6. Sólo campistas, personal de trabajo y fundadores podrán dormir en las instalaciones del campamento.


Praga, 2034.


—Si no es mucha molestia... —Julietta se dirigió a su tía—. Me gustaría que me hablaras más acerca de Gabriella.

Alexia giró los ojos—: No hoy, niña, hoy es el día de Larry.

—Oh, pero Larry también quiere escuchar sobre ella. —Soltó Louis, aplaudiendo. Harry asintió, apoyando a su esposo.

— ¿Qué-? ¡Pero si ustedes la conocieron! ¡Ustedes-!

—Nunca contabas con detalles lo que ocurría entre ustedes... Diablos, creo que nunca las vi besarse o... ¿Fueron novias? ¿Ves? Tengo tantas dudas. Lagunas. Por favor, hermanita, ilústrame. —Deseoso de poner a su hermana a través de una situación que sabía penosa, Harry le animó a que contara un fragmento de su historia.

Alexia procedió a mirarlos a todos, y ellos de vuelta a ella, expectantes. La castaña resopló—: ¿Qué? ¿Qué esperan saber? ¿Qué debería contarles?

— ¿Qué tal...? —Julietta pensó la pregunta, sabiendo que su tía era la maestra de las respuestas retóricas—. ¿Qué tal el momento en el que dejaste de verla como una simple mujer bonita pero torpe y... te interesaste por ella?


La tía se hizo para atrás en el sofá, tomando una bocanada profunda de aire, mientras se forzaba a sí misma a recordar aquel día. Finalmente, Alexia comenzó.


Había hecho preguntas.

Siempre había sido el tipo de chica que hace las preguntas más extrañas, cosas que la mayoría de la gente no ha reparado a pensar, las preguntaba, y así, se informaba. Había hecho encuestas, y había hecho preguntas, y tenía estadísticas. Por eso sabía que la mayoría de las parejas no diferenciaban entre el momento en el que una simple atracción física pasa a ser algo más.

La mayoría.

Ella, a pesar de que en aquel momento no aceptara que sus sentimientos indicaban algo más que atracción, sí que sabía diferenciar entre el día en el que la vio como una mujer que estaba realmente buena, y el día en el que la vio como una mujer realmente buena.

Se podría decir que aquello comenzó en la noche de un día de primavera en el Campamento Rousseau. Ella había terminado de cenar, y ansiosa por terminar de releer Hush Hush de Becca Fitzpatrick por milésima vez desde los once años, subió a su habitación.

Tras el cambio de compañero de habitación, le habría tocado compartir cuarto nuevamente con el insufrible de Evan. Pero, ahí estaba la ventaja de haber sido siempre capaz de contradecir cualquiera de las palabras de su papá. Ella se había rehusado a cambiar de compañero, y ahí estaba, aún acompañada de Lola.

La escena de los tacos se llevaba a cabo en el libro cuando Lola entró, haciendo ruido y jadeando, entusiasmada. Se volvió hacia ella, para mirarle con la peor de sus miradas, cuando el escote maltratado de su camisa llamó su atención.


—Parece que Dan se ha vuelto un poco salvaje. —silbó, Lola rió por lo bajo, procediendo a tomar un bolso y a empezar a guardar un par de prendas en él. Alexia permaneció atónita.

Campamento Rousseau [Larry Stylinson].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora