Campamento Rousseau [Larry Stylinson].

Capitulo Veintisiete.

Stuck on the puzzle – Alex Turner.

Capítulo Veintisiete.

5. Mantener el silencio en la biblioteca.

— ¿A qué te refieres con cinco de diez? —soltó Liam, incrédulo. Ben se encogió de hombros. A pesar de que el otro era un estudiante, seguía sintiéndose en desventaja, y por eso se mostraba inseguro—. ¡En serio! ¡Escribí siete páginas sobre la Literatura Medieval en Ginebra! ¡Siete! ¡Creo que es más de lo que he escrito en toda mi vida!

El escritor bajó la mirada, enfocándose en el resto de las redacciones que acababa de corregir. A pesar de que todo el campamento hubiese ganado el nivel suficiente como para entrar al Ático de Rousseau, ninguno lo haría hasta el final de la temporada. Benjamín rezaba porque una vez que conocieran los secretos del genio, músicos como Liam, mejoraran su redacción, o jamás podrían componer prosas tan hermosas como las del mismísimo filósofo—: Tuviste unos cuantos errores ortográficos y... Nunca entendí bien tu punto. Sólo estabas... divagando.

Desde ese momento, Liam supo que su día iría mal.

La última vez que había estado genuinamente cómodo, había sido el día antes de que los gemelos se fueran. De algún modo, había encontrado cierto tipo de afinidad con Dennis, y ambos se encontraban a gusto hablando con el otro. Era como si, ahí, Liam finalmente podía expresarse, tan rencoroso y dolido como estaba. Pero Dennis se había ido, y ahora, nuevamente, no podría decir todos los sin-sentidos que tenía por decir en cuanto a Zayn.

Giró sobre sus talones y caminó, arrastrando los pies, hasta el comedor, donde el resto de los campistas se estarían reuniendo para tomar el almuerzo. En su mayoría, estaban discutiendo los apuntes sobre las redacciones que habían hecho, o acerca del día de San Valentín —Porque, a propósito, aquel era el día de San Valentín—, o sencillamente parloteaban como siempre lo hacían.

Buscó con la mirada un lugar para sentarse. Niall yacía sentado junto a Zoe, y ambos lucían como si estuviesen teniendo una conversación importante. Prefería no interrumpirles. Lola charlaba con Alexia, y era obvio, que esta le estaba molestando por algo, Liam apostaba a que tenía que ver con Dan. Junto a ellas, Paula y Evan, próximos a ellos, Harry y Louis, y junto a Louis, entablando una animada conversación con una chica llamada Meg, yacía Zayn.

Liam no había pensado hasta ése momento que ése era el primer San Valentín en años, que no pasaba junto a Zayn. El primer San Valentín en años, en el que no tenía una canasta con flores, dulces y algún tipo de animal de peluche frente a su puerta. El primer San Valentín en años en el que no tendría un noche agitada. Ah, qué mal día.

Decidió tomar asiento entre dos músicos que en un par de ocasiones hablaban con él, cuyos nombres eran irrelevantes, pero quienes eran lo suficientemente buenos como para sentarse junto a ellos, pero no tanto como para ser sus amigos.

Miró de nuevo a Zayn, y le descubrió mirándole de vuelta. Aún no le superaba, y no estaba seguro de poder hacerlo algún día.

— ¿Cómo que se va? —murmuró, incrédulo. Alexia asintió. Entre sus amigos, todos habían votado porque fuese ella quien le anunciara dicha partida a Liam. La muchacha era la única con las agallas suficientes como para hacerlo.

—Sí. Dijo que se estará yendo esta tarde-noche. Dijo que... Ya el campamento no era su lugar, o algo por el estilo. El punto es que- Quiere verte, en la estación de trenes, no sé para qué. En la estación de trenes de Ginebra a las cuatro de la tarde. Sugeriría que no perdieras el tiempo.

Liam ni siquiera le respondió. Su expresión lucía desaliñada y perdida, pero le agradeció con un gesto de la cabeza y luego dejó la biblioteca en un paso apresurado. Detrás de uno de los estantes, el que cargaba con los libros de Política, salieron Harry y Louis. Ésta giró los ojos, negando con la cabeza para retornar a su libro, que en aquella ocasión se trataba de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.