Surprise, surprise. Es mentira. Nadie se despide de nadie.
Ha pasado un tiempo, ¿no? Sólo quería jugarles una broma, porque les quiero y extraño mucho. Ojalá les guste._____________________________
Capítulo Treinta.
―Éramos bastante tóxicos, ¿no te parece? ―Louis sonó nostálgico de alguna forma, interrumpiéndose a sí mismo en medio del relato. Harry se echó a reír. Le sorprendió la acotación repentina. Sin embargo, estaba de acuerdo. Vaya que lo estaba.
―Ni siquiera sé cómo crecimos de eso a una relación sana. ―Si era honesto, le había tomado años perdonarse a sí mismo por todo lo que hizo pasar a Louis en su propia inmadurez. Algunas noches los recuerdos venían a él como películas de terror y sólo quería pedirle que lo dejara porque no lo merecía. Los 40 le habían enseñado a perdonarse, pero aún se sentía culpable a veces.
Sin embargo, Louis estaba ahí al día siguiente, tomando su mano como si Harry fuera lo más importante de su mundo y diciéndole que todo estaba bien. Y Harry le creía. Nunca entendió cómo un corazón podía romperse y sanar de esa manera, pero no hubo un día que no admirara y respetara a Louis por eso: su inmenso corazón.
―Creo que empezamos a crecer cuando Antoine se fue. ―Louis cruzó las piernas en el sofá, mientras memoraba esos días. Harry asintió en silencio. Sí. Darse cuenta de que su padre era sólo un humano común y corriente, como él, definitivamente lo ayudó a empezarse a sacudirse todas las terribles manías que le había heredado. Lo hizo darse cuenta de que la vida era mucho más que eso, lanzarse a lloriquear porque papá nunca aceptó que era gay y quería desquitar su rabia contra él. Ya bastaba de herir a gente a cuestas de eso―: Vivir lejos de tus padres te ayudó bastante.
Julieta sonrió un poco, como siempre que algún esbozo de los tiempos en los que aún su padre y su abuelo no eran cercanos salía a la luz. Hasta ese momento, la pelirroja desconocía la gravedad de aquellos problemas, y no sabía bien cómo sentirse sobre que su abuelo les hubiese causado tantos malestares; ahora las cosas eran diferentes, pero aun así, era una zona tensa, todo lo que había pasado muchos años antes de que ella naciera.
―Entonces... ¿Qué pasó en el ático?
(...)
―No puedo creer que haya yogurt helado aquí. ―Soltó Louis, maravillado. Sus labios rojizos trazaban un perfecto círculo, cuando, lleno de sorpresa, tomaba un frasquito de yogurt helado de fresa y una cucharilla del pequeño refrigerador en el ático.
Harry negó con la cabeza―: Yo no puedo creer que tú creas que eso es un desayuno. ―Louis rió, encogiéndose de hombros. El menor era un tanto más amargado que él, y él, por su parte, estaba verdaderamente feliz por el hecho de que estaban solos. Demasiado feliz como para reparar en que no había comida consistente, o que estaban desnudos.
―Me gusta estar aquí contigo. ―Confesó el mayor, dedicándole una sonrisa que derritió su corazón, y una de esas miradas en las que sus ojos azules se prendaban de las pequeñas gemas verdes que el menor poseía en el rostro. Harry le devolvió la sonrisa, acercándose más a él, ambos acostados en el cómodo aposento de Rousseau en el acolchonado diván.
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Campamento Rousseau [Larry Stylinson].
Fanfiction×Todos los derechos de autor reservados×. Cuando se ve a punto de ser enviada a un exótico Campamento todo un año, la hija de una misteriosa pareja de hombres está llena de dudas. Sabe que es adoptada, sabe que su madre biológica murió al dar a luz...