prólogo
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❪ pov's omnisciente ❫
PARA HANAGAKI HYEON, LA FAMOSA FRASE DE “el amor te hace ciego” no era más que una pendejada inventada por adolescentes irresponsables que preferían echarle la culpa a los demás cuando de errores o actitudes poco sanas hacia las personas se trataba.
Pero se dió cuenta de que tal vez no era una frase pendeja después de todo. De hecho, tal vez desde hace un buen rato que tenía eso presente pero prefería evitarlo porque le costaba aceptar que había caído bajo las acciones de ese “amor que te vuelve ciego” del que tanto había criticado mucho antes de que todo el problema de los saltos en el tiempo empezara.
Pero si, lo aceptaba. Hanagaki Hyeon admitía que todas sus acciones estaban bajo el cargo de esas palabras.
Lo más gracioso fue que lo aceptó en el momento en que le dió un buen puñetazo a Tachibana Naoto al volver a Japón.
—¡¿Te volviste loca?! —exclamó su hermano, Hanagaki Takemichi, yendo a auxiliar a su amigo que ahora se encontraba en el suelo de su oficina intentando retener el hilo de sangre que salía de su nariz,— ¡Creo que fui bastante claro con el tema de que no podías tener resentimientos hacia Naoto por lo que hizo!
—Lo sé, hermano, —la mujer sacudió su mano, esa con la que había golpeado al dectetive. Se encogió de hombros con un pequeño puchero,— pero me la suda.
Cuando cerraba sus ojos tan solo unos segundos, lo primero que veía era a Sano Manjiro en su brazos, goteando sangre de su frente y viéndola con ese pequeño brillo que desapareció demasiado rápido. Aún podía sentirlo entree sus brazos, su cuerpo enfriándose cada vez más y más.
—¿Quieres una disculpa, Hye? —inquirió Naoto, levantándose con ayuda de Takemichi. Su nariz estaba roja y aún habían pequeños rastros de sangre,— Sigue esperando entonces, porque no me arrepiento de nada. Merecía morir por lo que le hizo a mi hermana.
Rabiosa, la muchacha intentó acercarse para tomarlo del cuello de su camisa pero su hermano mejor fue rápido y la retuvo entre con sus brazos.
—¡Naoto, colabora, por favor! —pidió el pelinegro ojiazul con algo de amargura. Lo menos que quería era que el detective le echara sal a la herida sabiendo los temperamentos de su hermana,— ¡Y tú quedate quieta!
La mujer se soltó y fulminó a su hermano antes de ahogar un grito y darse la vuelta, soltando barbaridades entre dientes con ambas manos en jarra.
—Está bien, lo siento, me exalte un poco. —admitió Naoto, intentando hacer a un lado su orgullo,— No puedes culparme, Hyeon, estaba sobre ti con un arma. ¿Que querías que hiciera? ¿Que dejara que te metiera una bala entre las cejas?
—El arma tenía el seguro. —se giró la mujer, seria.
—¿Y si no lo hubiese tenido? No los entiendo. Dices querer ayudarme y resulta que ahora te importa un asesino con sangre de hielo. Eso no fue lo que acordamos.
—¿Acordar? ¿Contigo? —bufó ella. Takemichi se acercó otra vez cuando notó que Hyeon se aproximaba hacia Naoto con los puños apretados,— Que yo recuerde, la única razón por la que me metí en esta mierda fue porque quería ayudar a mi hermano a recuperar a Hinata. En ningún momento se me pasó por la cabeza hacerlo por ti, así que bájate de esa nube, policía, porque créeme que la única razón por la que no te he volado la cabeza con el arma que tienes en el estuche, es porque tú serás quien nos envíe devuelta al 2006.
Naoto disimuló con una expresión seria como esas palabras le habían dolido.
—Hyeon, vamos a calmarnos un poco, ¿si? —el Hanagaki menor intentó poner su mano sobre el hombro de su hermana, pero esta lo apartó de un movimiento brusco,— Ya se disculpó, creo que deberías hacer lo mismo y volver a lo que realmente importa.
Con una sonrisa amarga, la chica miró a su hermano, luego a Naoto y se dió la vuelta negando levemente, como si se rehusara a soportar la situación.
Naoto, dentro de lo que pudo, se paró firmemente y aclaró su garganta.
—Lo primordial es averiguar que fue lo que ocasionó está línea temporal. Indicios, hechos, pruebas, lo que sea; personas que pasaron por alto o tal vez sucesos que no debían suceder en nuestras investigaciones.
—O simplemente podemos ir ahora mismo y verlo con nuestros propios ojos. —propusó la muchacha, aunque su tono lo hacía parecer como una orden.
—Necesitamos un plan.
—Por supuesto: ir.
—Hyeon.
—Naoto.
—¡Ya está bueno! —se metió Takemichi, algo cansado de la tensión entre esos dos. Estudió la situación lo más rápido que pudo y finalmente se puso al lado de su hermana,— La verdad es que opino lo mismo que Hyeon. De nada nos sirve estar aquí si tú mismo nos dijiste que nadie sabe nada sobre la organización o los implicados del accidente de esta línea temporal. No tenemos nada, pero si volvemos tal vez podamos descifrarlo.
Ahora le tocó a Naoto estudiar la situación y añadir las palabras de Takemichi para comprender que tenía razón. No tenían nada en ese presente.
Por lo que respiró hondo y se acercó a ambos con una mirada firme.
—Averiguen todo lo que puedan y vuelvan aquí, ¿entendido?
—Entendido. —aceptó Takemichi.
—¿Hyeon? —Naoto ladeó su cabeza hacia ella, quien tenía la mirada abajo con la mandíbula aún tensa,— Dime si lo-...
—Ajá, si, si. —chasqueó la lengua y se aproximó en alzar su mano hacia él, algo ansiosa,— Dame la mano, mientras más rápido, mejor.
El detective entrecerró sus ojos con algo de dudas, pero finalmente acercó su mano hacia la de ella. Cómo tardaba, Hyeon se impacientó y la tomó a la fuerza, provocando un fuerte espasmo por todo su cuerpo hasta llegar a su cerebro, provocando que su conciencia se apagara por breves segundos.
Digamos que eso de averiguar y volver rápido no estaba en los planes de la chica.
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nota;
de no ser pq me recordaron
en el grupo de WhatsApp, yo
ni me acuerdo de subir esto
JAJAJAJAah, y puede que suba el capítulo
uno dentro de unas horas!
lamento las molestias
ocasionadas:(
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³ indeleble ; tokyo revengers ❪ Saga 𝗧𝗜𝗠𝗘𝗟𝗘𝗦𝗦 ❫
Fanfiction𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗘𝗕𝗟𝗘 | Hanagaki Hyeon pensó que sabía lo que sintió su hermano cuando vio a su novia morir frente a él, sin embargo, supo que estuvo completamente equivocada cuando le tocó a ella ver morir al amor de su vida sobre sus brazos. Su ment...