❪ 14. enemies to lovers ❫

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capítulo catorce;

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capítulo catorce;

DE ENEMIGOS
A AMANTES

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pov's Hye

          Un día después de la paliza hacia los capitanes de ToMan, Izana convocó una reunión. Bueno, más bien, fueron los reyes celestiales quienes la convocaron tras hablar con el líder a solas.

Lo bueno, es que era en un par de horas, al atardecer, lo que me dejaba un muy buen tiempo libre.

—Shuji, vamos. —le dije con una voz acaramelada. Llevaba siguiéndolo por cinco minutos.

—Vete a la mierda. —me escupió, no literalmente, y siguió caminando.

Si, ahora estaba siendo víctima de las consecuencias al haberle gritado ayer en las escaleras. Ahora, Hanma me había ignorado desde hace unas horas que lo encontré en un arcade cerca del edificio abandonado que Tenjiku había estado usando como base.

El muy hijo de puta me había insultado, humillado y mirado como si fuese alguien inferior desde entonces, como si le hubiese hecho algo terrible como para merecer toda su furia. Y yo, como buena mentirosa, tenía que seguirle la corriente para evitar un escándalo mayor si quería volver a tenerlo pegado a mi como garrapata.

—Estaba un poco estresada, ¿okey? Lo siento, no debí haberte gritado. —le dije por enésima vez, bajito.

—Tampoco debiste ignorarme como si se te diera la puta gana. Ahora te jodes, perra. Déjame en paz.

Mordí mi labio en lo que agachaba la mirada, cristalizándo mis ojos. No me dolía lo que me dijera, pero vaya mierda de hombre al tratarme así. Y si no funcionaba el diálogo, entonces tendría que ponerme como la llorona a ver si así se le ablandaba el corazón.

—Por favor, ¿si?

—¡Que te largues, Hyeon! —se volteó a mi de golpe, llamando la atención de varias personas por el grito.

—Shuji, no me hagas esto. —solté en un hilito de voz, parpadeando varias veces para soltar dos lágrimas.

Pero eso no pareció afectarle, porque solo chasqueó la lengua, rió y siguió caminando como si nada.

—Maldito. —susurré lo suficientemente bajo, limpiando con brusquedad mis mejillas y fulminándolo con los ojos.

Suspirando, me dí media vuelta y me regañé internamente por lo que había provocado. Ahora tendría que esperar a que se le bajara la rabia, porque sabía muy bien que solo era algo momentáneo y volvería a mis pies. O eso quise creer.

Empecé a caminar por las calles, y aproveché en quitarme esa horrenda chaqueta roja y guindarla en mi antebrazo. Miré por las vitrinas de las incontables tiendas de ropa, creando escenarios ficticios con la mirada ida sin algún rumbo fijo.

³ indeleble ; tokyo revengers  ❪ Saga 𝗧𝗜𝗠𝗘𝗟𝗘𝗦𝗦 ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora