𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗘𝗕𝗟𝗘 | Hanagaki Hyeon pensó que sabía lo que sintió su hermano cuando vio a su novia morir frente a él, sin embargo, supo que estuvo completamente equivocada cuando le tocó a ella ver morir al amor de su vida sobre sus brazos.
Su ment...
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capítulo once; reunión de Tenjiku
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❪ pov's omnisciente ❫
La joven caminó hasta la cabina telefónica que se encontraba afuera de una tienda de víveres. Se encerró y sacó una bolsita que contenía sus ahorros en monedas. Insertó tres de 1¥ y marcó al número que tenía guardado en un pequeño papel. Se colocó el teléfono en la oreja sin rechistar.
La ansiedad le hizo mover una de sus piernas con rapidez dando pequeños «tap» en el suelo en lo que le daba un vistazo a la calle y personas del lugar. Mordió su labios, contando los pitidos de la línea empezando a impacientarse.
—Contesta, contesta... vamos...
—¿Hola?
—Baekhyung, soy yo, Hyeon. —la chica pudo respirar con tranquilidad al reconocer su tono de voz.
—¿Hye? Dios, que alivio escucharte. ¿Estás bien?
—Sí, pero la ansiedad me está matando en este momento.
—Creo que no fue buena idea hacer esto... —se oyó algo arrepentido.
—Yo también quise hacerlo, así que no te pongas así, ¿quieres? Estoy bien.
—¿De dónde me estás llamando?
—De una cabina telefónica. No voy a arriesgarme a que Tenjiku tenga el poder de rastrear mis llamadas o siquiera escucharlas.
—Vamos, que no son una sede criminalística para hacerlo. —el chico rió, pero al cabo de unos segundos borró la sonrisa de su rostro ante el silencio,— ¿Verdad?
—Preferiría ahorrar detalles posibles y futuros. —se limitó a decir ella guardándose lo que sabía sobre el futuro de ToMan.
Al otro lado de la línea, Baekhyung tomaba el teléfono de la sala, daba un vistazo al pasillo de su casa y se lo llevaba a su habitación para más privacidad. Con esas palabras ya hasta había agarrado algo de miedo a que le escucharan la llamada desde su residencia.
—Dime que tienes alguna novedad de tu hermana. —Hye fue directo al punto.
—Más o menos, es que no es algo oficial. —hizo una mueca mientras iba y se sentaba en su cama,— Ayer al salir de clases me topé con sus amigas. Me dijeron que Yuna había estado intentando hacerse con un bate de la cancha de béisbol.
—¿Como robarlo?
—Así me dieron a entender.
—¿Y qué con eso?
—Esa es la parte que aún debo investigar. Parece ser que fue por órdenes de uno de los chicos de Tenjiku que intentó robarlo para algo que tienen planeado ejecutar.
