𝗜𝗡𝗗𝗘𝗟𝗘𝗕𝗟𝗘 | Hanagaki Hyeon pensó que sabía lo que sintió su hermano cuando vio a su novia morir frente a él, sin embargo, supo que estuvo completamente equivocada cuando le tocó a ella ver morir al amor de su vida sobre sus brazos.
Su ment...
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capítulo tres; los tipos de rojo
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❪ pov's omnisciente ❫
ESCUCHANDO PASOS DESDE LASESCALERAS, AMBOS CHICOS miraron a su dirección como una chica ojerosa, pálida y con las greñas negras alborotadas bostezaba con su pijama aun puesta: un camison largo y gris.
Chifuyu abrió de más sus ojos al ver a la hermana de Takemichi vistiendo solo eso. Desvió la mirada en señal de respeto a pesar de que no se le veía mucho por el largo del camisón, sus mejillas un poco sonrojadas.
Por otro lado, Takemichi, dejó su historieta para mirar con una ceja alzada a Hyeon.
—Oye, tenemos visita. —le avisó cuando la femenina caminó por detrás de él para abrir la nevera, pidiéndole de forma indirecta que se cambiara.
—Hola, gatito. —saludó a Chifuyu después de tallar sus ojos una vez más. Se encorvó para sacar un paquete de leche y cerrar la nevera. No le interesaba mucho su apariencia.
—¿Que te pasó? Parece que un camión te pasó por encima. —le soltó el invitado con una risa.
—¿Y esas ojeras? ¿Dormiste mal? —Takemichi intentó hacer a un lado la maraña de pelos de su hermana para verla mejor, pero recibió un manazo,— Ah, por supuesto, esa rata gigante no te dejó.
—¿Rata gigante? —Chifuyu ladeó su cabeza, sin entender.
—Ayer había una rata gigante merodeando por el barrio. Se escuchaba pasitos y luego un estruendoso ruido. Malditas plagas. —fue por una taza para llenarla de café y darle un sorbo,— En fin, ¿estás bien, Hye?
—Pues...
Y sus pensamientos la consumieron por completo ante el recuerdo de la noche anterior:
“—¿Te volviste loco? —le había susurrado Hye desde la ventana al verlo encaramarse sobre la motocicleta.
—El amor me hace cometer locuras. —Mikey rió como si fuese un niño, intentando mantenerse de pie sobre el asiento.
Lo que Mikey intentaba hacer era poder trepar por un pequeño muro que sin duda lo haría llegar hasta la ventana de la chica. ¿La razón? Recordó la vieja obra de Romeo y Julieta y decidió que era un increíble momento para meterse en su papel de enamorado machín.
